Aceites esenciales para el cuidado de la piel: ¿cuáles son sus riesgos? ¿Cómo usarlos de forma segura?

Aceites esenciales.
Los aceites esenciales son extractos de plantas aromáticas.
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Aceites esenciales.

Aunque desde la antigüedad se han utilizado las plantas aromáticas con fines terapéuticos, es cierto que actualmente los aceites esenciales han adquirido una gran variedad de aplicaciones, como su uso en el sector de la cosmética, como saborizantes, para favorecer la relajación o para aliviar dolores musculares, entre otros.

En este sentido, los aceites esenciales son extractos botánicos "que contienen diversos químicos, la mayoría de naturaleza aromática, con diferentes propiedades a la hora de utilizarlos como cosmético o suplemento natural", explica a 20minutos el doctor Juan García-Gavín, miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) y dermatólogo de la clínica Pérez & Gavín dermatólogos.

¿Qué son realmente los aceites esenciales?

De esta manera, los aceites que actualmente se comercializan se extraen de las flores, las hojas, las semillas o las frutas "con el fin de capturar la esencia aromática de las plantas de las cuales provienen" y cuyo resultado es un "aceite muy concentrado que se puede inhalar, aplicar mediante masajes o agregar a lociones", detallan los especialistas de la Clínica Mayo.

A nivel general, los aceites esenciales tienen "propiedades antiinflamatorias, reparadoras, antioxidantes y antibióticas".

Dependiendo de la especie utilizada para la extracción los potenciales beneficiosos serán diferentes, pero "en general presentan propiedades antiinflamatorias, reparadoras, antioxidantes y antibióticas", añade el doctor Juan García-Gavín.

Una vez extraídos de las plantas aromáticas se destilan, por lo que "son mezclas de sustancias químicas que en su mayoría tienen un bajo peso molecular y en combinación con su lipofilicidad les permite atravesar las membranas de una manera muy eficiente", añade la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) en la guía sobre aceites esenciales en productos cosméticos.

¿Pueden ser perjudiciales? ¿Cuáles son sus contraindicaciones?

Una de las creencias erróneas es que al proceder de las plantas y ser naturales, los aceites esenciales son completamente seguros. No obstante, como resalta la AEMPS en su guía, muchos de estos productos "que no se consideran tóxicos pueden tener efectos perjudiciales en ciertas cohortes de personas". 

"No deben utilizarse en pacientes con alergia de contacto a alguno de sus componentes".

La aparición de estos efectos secundarios "puede verse influenciada por una sensibilización previa a un aceite o a algún adulterante". Otro de los factores que puede influir en su sensibilidad y grado de toxicidad es la edad. Por ello, hay que mantener ciertas precauciones a la hora de aplicar aceites esenciales en la piel.

"La principal contraindicación es que no deben utilizarse en pacientes con alergia de contacto a alguno de sus componentes, pues pueden desencadenar reacciones inflamatorias importantes", advierte el dermatólogo Juan García-Gavín. Asimismo, no se aconseja su uso sin supervisión "en pacientes con alteraciones de la barrera cutánea, como pacientes atópicos, o en heridas" porque supone un mayor riesgo de sensibilización. 

¿Cuándo pueden suponer un riesgo elevado?

Además, algunas moléculas presentes en estos aceites "son potencialmente tóxicas a altas concentraciones o fototóxicas si se utilizan y posteriormente se expone la piel a la radiación ultravioleta", añade el experto. Del mismo modo, deben emplearse con precaución "en el embarazo y durante los primeros años de vida".

En función de la dosis aplicada, ciertos aceites esenciales pueden "provocar reacciones cutáneas o irritar los ojos y las membranas mucosas como, por ejemplo, los aceites de canela de Ceilán, albahaca exótica, menta, clavo, niaouli, tomillo, mejorana, ajedrea y hierba de limón", subraya la AEMPS. 

Generalmente, estos productos se utilizan de forma diluida, pero si contienen altas concentraciones los efectos secundarios pueden ser realmente nocivos. De hecho, "algunos como los del limón, la bergamota y la naranja amarga son fototóxicos"

¿Cómo se pueden utilizar? ¿Cuál es la forma idónea de conservarlos?

Algunos de sus usos más extendidos son para el baño por inmersión, el aseo y para la hidratación de la piel. "También como cosméticos faciales con propiedades antioxidantes o antiarrugas", detalla el doctor García-Gavín, quien añade que en las consultas de dermatología se indican aceites, como el de rosa de mosqueta, para "ayudar a la reparación cutánea". 

Hay que conservarlos "a temperatura ambiente, en entornos secos y sin exposición directa a la luz solar".

Para un uso seguro de estos productos, se recomienda su conservación "a temperatura ambiente, en entornos secos y sin exposición directa a la luz solar", aunque lo más habitual es encontrarlos en el mercado "incorporados a productos cosméticos que garantizan su viabilidad durante el periodo de uso indicado", destaca. 

Además, la seguridad de los aceites esenciales depende "tanto de la calidad de las materias primas utilizadas, como del método de extracción empleado", señala la AEMPS. Por esta razón, estos productos deben incorporar la identificación de sus características físicas y químicas, y "almacenarse en contenedores herméticos, bien llenos y protegidos de la luz".

De esta manera, para identificar un aceite esencial de calidad, "se recomienda adquirir aceites incorporados a cosméticos manufacturados por compañías de confianza". Si se busca adquirir un aceite esencial puro "es aconsejable que el producto contenga las siglas EQ (aceite esencial quimiotipado), BIO o HEBD", concluye el experto en dermatología.

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