El producto que dice ser de masa madre y no lo es: "hay una cantidad residual de ese ingrediente"

En los últimos tiempos se ha puesto muy de moda el término "de masa madre" para hacer referencia a la elaboración de ciertos tipos de panes en la que la fermentación es biológica, con levadura viva en vez de levadura química, pero ese proceso puede ser engañoso en algunos productos.

Así lo advierte la Organización de Consumidores y Usuarios, que centra el foco en las magdalenas de Rustik Bakery, que tiene una indicación en el envase en la que se lee "masa madre", algo que puede llevar a error, pues habrá quien piense que se han elaborado con ella, cuando no es así.

Composición de las magdalenas de Rustik Bakery

En este producto, la masa madre es un ingrediente más: en la lista de ingredientes del envase, se ve que tiene un 1,2%, está en noveno lugar, por detrás del agua, harina, aceite, azúcar, yogur y solo por delante de la sal, los aromas y aditivos, tal y como señala la OCU.

Los aditivos usados son difosfatos y carbonatos de sodio que son impulsores: la función de estos aditivos es hacer subir las masas (como la de esta magdalena) que usa impulsores químicos, no una fermentación biológica como el pan, que  generan gas y forman las burbujas.

Por tanto, la conclusión es que, por mucho que lo indique en la etiqueta (con asterisco, eso sí), nadie debe llevarse a engaño pensando que la magdalena fermenta 14 horas, porque lo que fermenta 14 horas es esa masa madre que se usa en una proporción muy reducida. 

De hecho, hay unos 2,28 gramos en el paquete de 190 gramos de magdalenas, es decir, que en cada magdalena hay una cantidad residual de ese ingrediente masa madre. 

Estas magdalenas Rustik Bakery, de Bimbo, ya en su nombre intentan dar a entender que se hacen de manera rústica o artesanal, pero los consumidores no deben dejarse engañar con ese sello de masa madre y tampoco con que sean unas magdalenas elaboradas poco a poco ni artesanalmente.