La ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, ha anunciado este jueves que su departamento y el de Igualdad, dirigido por Irene Montero, pretenden incluir en la futura ley de familias un permiso retribuido de siete días al año para cuidar a un familiar o conviviente, que además podría aplicarse también en los casos de coronavirus.
"Tenemos que ser capaces de poner en marcha más medidas que garanticen el derecho al cuidado en nuestro país. La Covid nos ha enseñado lo importante que es cuidarnos y tener tiempo para cuidar de los demás, y estas lecciones deben haber venido para quedarse", ha declarado Belarra durante su intervención en la jornada Una ley para proteger a todas las familias, organizada para analizar el Libro Blanco elaborado por la OCDE y la Comisión Europea que diagnostica la situación actual de protección familiar en España y plantea un conjunto de recomendaciones.
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Según la propuesta, la ley de familias -todavía elaborándose en el Ministerio de Derechos Sociales- ampliaría y flexibilizaría los días de permiso que se pueden pedir para cuidados sin perder remuneración. Fuentes del departamento de Belarra explican a 20minutos que el plan inicial de ambos ministerios pasa por incluir un permiso retribuido de siete días al año, que puede ampliarse hasta los nueve días si el cuidado supone desplazarse a otra comunidad autónoma, y de siete días si es en la de residencia.
Este cambio todavía tendrá que negociarse con el PSOE, junto con las demás sugerencias que Derechos Sociales ha ido haciendo en los últimos meses. Belarra propuso en diciembre que la futura ley de diversidad familiar contemple un aumento de los permisos de maternidad y paternidad a seis meses, y que las madres o padres que críen solos a sus hijos puedan elegir a un familiar o a un conviviente para que disfrute de otro medio año de permiso. Además, otro de los planes de la parte 'morada' del Gobierno de coalición es la ayuda de 100 euros por hijo y que pueda ir ampliándose para que termine cubriendo a todos los menores de 0 a 18 años.
"Pensamos que España tiene que homologarse con otros países de la Unión Europea y establecer un permiso de cuidado, de al menos 7 días al año por persona, que esté 100% remunerado. Un permiso que te permita quedarte en casa cuidando de tus hijos cuando han pasado una mala noche vomitando, que puedas pedir el día para llevar a tus padres al médico o que puedas estar con tu pareja si está enferma. En definitiva, un permiso que le dé tranquilidad a nuestras familias tranquilidad cuando necesitan estar cerca de los suyos", ha destacado Belarra.
Actualmente, la legislación española contempla solo dos jornadas de permiso para cuidar a un familiar o conviviente, por lo que la intención del Gobierno es acatar las recomendaciones de la UE, que plantea que este tipo de permiso sea de por lo menos cinco días al año. Además, la propuesta del Ministerio eliminaría la exigencia actual que condiciona el uso de este permiso retribuido a que se trate de una enfermedad grave, de tal forma que podría aplicarse también a los casos de coronavirus.
La otra "mejora" que incluyen ambos ministerios, señalan desde Derechos Sociales y Agenda 2030, es la extensión de este permiso para cuidar a "cualquier conviviente", que se sumaría al reconocido actualmente para personas en segundo grado de consanguinidad (abuelos, nietos, hermanos). Tal y como ha informado Belarra, este cambio se incluiría en la futura ley de familias, que esta todavía en proceso de elaboración y cuyo texto se prevé que pase en primera vuelta por el Consejo de Ministros en los próximos meses.
La "crisis enorme de los cuidados"
El objetivo final, según aseveró Belarra, es empezar a cambiar algunas "inercias". "Como saben, en España la familia asume un gran peso de los cuidados en el hogar, sin que exista una verdadera corresponsabilidad por parte del Estado", aseveró, poniendo en valor que "el primer paso" en ese sentido lo dio el Ministerio de Igualdad con el Plan Corresponsables. "Es la primera vez en España que el Estado empieza a corresponsabilizarse con las tareas del hogar", reiteró, reconociendo que "queda mucho por hacer" y que las tareas del cuidado "recaen todavía mayoritariamente sobre los hombros de las mujeres, y sobre los abuelos y las abuelas".
También la ministra de Igualdad, Irene Montero, resaltó la necesidad de "garantizar el derecho al cuidado". Durante su intervención, instó a no "conformarnos" con las medidas de emergencia implantadas con la pandemia, y "apostar" por transformaciones estructurales que blinden más derechos a las familias.
"Quizá el tipo de reflexión que podríamos aportar del movimiento feminista en esta cuarta ola tiene que ver con lo que las familias significan para el sostenimiento mismo de la vida. El tipo de economía y de organización social que a nivel global impera en este momento vive de espaldas a una realidad fundamental, y es que no podemos vivir sin cuidados de forma cotidiana", aseveró, constatando que existe una "crisis enorme de los cuidados". Por ello, aseveró que es "urgente" que los Estados se "corresponsabilicen" de manera que las mujeres dejen de llevar una mayor "sobrecarga" de los cuidados.
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