Irene Montero celebra que se apruebe hoy la ley 'solo sí es sí' y espera aprobar la ley trans y la del aborto "antes de que termine el año"

"Hoy es un día muy importante para el movimiento feminista y para las mujeres de nuestro país. Un día de victoria después de muchos años de lucha". Así celebraba la ministra de Igualdad, Irene Montero, que uno de sus proyectos estrella, la ley de libertad sexual -comúnmente conocida como la del 'solo sí es sí'- vaya a ser aprobada definitivamente este jueves en el pleno extraordinario del Congreso de los Diputados.

"Por fin nuestro país reconoce que el consentimiento por ley es lo que tiene que estar en el centro de todas nuestras relaciones sexuales. Ninguna mujer va a tener que demostrar que hubo violencia o intimidación en una agresión para que sea considerado como tal", ha subrayado la titular de Igualdad antes de entrar al parlamento, explicando que el reconocimiento de todas las violencias sexuales como violencias machistas facilita que las mujeres víctimas tengan derecho a un "itinerario de atención integral y de reparación". 

La norma, que se erige sobre una nueva definición de consentimiento expreso y la eliminación de la distinción entre abuso y violación, fue devuelta desde el Senado en un giro de acontecimientos inesperado. Todo apuntaba a que la Cámara alta iba a dar luz verde para su entrada en vigor definitiva, pero el apoyo del PP a una enmienda de Junts retrasó ese horizonte. 

El cambio propuesto simplemente modificaba una letra del articulado: en lugar de "la detección de casos de aborto y esterilizaciones forzosas" planteaba "la detección de casos de aborto y esterilizaciones forzosos". Para el PP fue la oportunidad perfecta para aplazar la aprobación de una ley hacia la cual se ha mostrado contraria desde el principio. Junts, por su parte, justificó que simplemente busca dejar claro que los abortos no forzados no pueden considerarse violencia.

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La ley trans y la del aborto, listas antes de 2024

Una vez aprobada la del solo sí es sí, el departamento de Irene Montero afronta meses de duras negociaciones para impulsar las otras dos leyes que se están fraguando desde su despacho: la del aborto y la trans, ambas igual de polémicas, aunque por razones distintas, por lo que el proceso desacuerdos se prevé complejo. Montero ha explicado que mantienen el contacto con los grupos parlamentarios, pero no ha avanzado las exigencias que estos les han trasladado. 

Eso sí, asegura que la previsión del Ejecutivo es que ambas iniciativas estén listas "antes de que acabe el año". "Que se puedan dar todos los debates que se tienen que dar, pero sabemos que [las leyes] son muy urgentes para garantizar los derechos de las mujeres en nuestro país y de las personas LGTBI", ha aseverado. Según cuentan fuentes del Ministerio de Igualdad a 20minutos, esperan poder llevar el anteproyecto de ley del aborto al Consejo de Ministros el próximo 30 de agosto, para que inicie así su tramitación parlamentaria, y avanzan que habrá algún cambio respecto al texto que llevaron a finales de junio, "pero nada sustancial".

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La del aborto introduce novedades como la salud menstrual y pretende enmendar la reforma del PP que eliminó la posibilidad de que abortar a partir de los 16 años sin consentimiento paterno. También presenta medidas para garantizar esta prestación en la sanidad pública, a través de un registro de objetores de conciencia parecido al de la ley de eutanasia; y amplía derechos laborales, como la baja laboral para reglas incapacitantes, o la incapacidad temporal a partir de la semana 39 de embarazo. La ley trans, por su parte, incluye el cambio de sexo en el DNI a los 16 de forma libre y prohíbe terapias de conversión, entre otras medidas.