España sigue siendo uno de los países con mayor esperanza de vida del mundo. Según el Instituto Nacional de Estadística, en 2021 la media de los españoles fue de 83,3 años. Y, según la tendencia en alza, en los próximos años subiría una media de casi dos años en el caso de los hombres, situándolos en los 81,8 años; y dos años y medio en las mujeres, que ascenderían a 87 años de media.
Desde la regeneración celular, hasta el volcado de datos por parte de la Inteligencia Artificial, la ciencia estudia el secreto de la inmortalidad. Sin embargo, ¿podría existir una barrera biológica que nos impide rebasar cierta edad sin usar la ciencia sobre el cuerpo humano?
¿Estamos llegando a los límites de la longevidad humana?
La longevidad sigue siendo un reto para el ser humano, que intenta por todos los medios retrasar el envejecimiento. Según el estudio publicado en marzo de 2023, es muy probable que se rompan récords de longevidad en las próximas décadas. Además, insisten en que si hay un límite máximo para la longevidad humana, todavía no lo hemos alcanzado.
Hasta ahora, el límite biológico lo ha marcado la persona más longeva de la historia, la francesa Jeanne Calment, que falleció en 1997 tras cumplir 122 años y 164 días. Actualmente, el título de la persona más longeva del mundo lo ostenta la española María Branyas con 116 años.
El estudio dirigido por David McCarthy rastreó las tasas de mortalidad en 19 países industrializados y las desglosó no por cuándo morían las personas, sino por cuándo nacían. Contra todo pronóstico, el estudio concluye que los nacidos entre 1910 y 1950 podrían vivir hasta los 120 años. Es una generación privilegiada de longevos naturales. Además, los científicos, sostienen que la mortalidad parece estar comenzando a desvincularse del proceso de envejecimiento.
Los expertos en envejecimiento que firman este estudio van mucho más allá. Nuestro límite podría llegar hasta los 150 años. Y dentro de unas cuantas décadas, quien sabe. Para sacar estos datos, los autores han utilizado técnicas de estadística demográfica y una serie algoritmos que representan una realidad condicionada por muchas circunstancias. Por tanto, aunque las matemáticas representan una realidad, están sujetas a que la estadística cambia dependiendo de la cantidad final de centenarios que alarguen el envejecimiento. Es por eso que no todos los expertos están de acuerdo con este método para sentenciar algo de una forma concluyente.
En lo que sí están de acuerdo es que en el futuro la longevidad será muy diferente a la que conocemos.
Referencias
McCarthy D, Wang PL (2023) Aplazamiento y compresión de la mortalidad a edades más avanzadas en cohortes humanas. PLoS ONE 18(3): e0281752. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0281752
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