La Comunidad de Madrid ha confirmado siete casos de viruela del mono y tiene otros 24 sospechosos pendientes de la prueba que constate esta enfermedad, según han indicado a la Agencia Efe fuentes de la Consejería de Sanidad. Esta patología genera una sintomatología similar a la viruela, con signos de alerta como fiebre, inflamación de los ganglios, erupciones o mialgias.
Por el momento, de todos los casos detectados en España, ninguno de ellos se encuentra en estado grave. Desde el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría aseguran que se trata de una enfermedad autolimitada y su duración, generalmente, es de dos a tres semanas.
Sin embargo, los casos más graves ocurren en niños y jóvenes, ya que "las personas de más de 40-50 años, que fueron vacunados contra la viruela, parecen conservar cierta protección contra la viruela del mono". Pero, ¿cómo saber si hemos sido vacunados de esta enfermedad, que fue erradicada en el año 1980?
¿Cuándo fue erradicada?
La viruela fue una enfermedad devastadora que asoló a la humanidad durante, al menos, 3.000 años y que provocó la muerte de aproximadamente 300 millones de personas, según la OMS. La vacuna contra la viruela, creada a partir de un virus vivo llamado vaccinia, fue capaz de proporcionar inmunidad contra este virus y pudo contribuir a prevenir la enfermedad y limitar su gravedad entre la población.
La enfermedad fue erradicada el 9 de diciembre de 1979 y tan solo cinco meses después, en mayo de 1980, la Asamblea Mundial de la Salud declaró de manera oficial que "el mundo y todos sus habitantes se han liberado de la viruela".
En España disponemos del calendario de vacunación, que es una secuencia cronológica de las vacunas que nos han administrado en función de nuestra edad con el objetivo de obtener inmunidad frente a determinadas enfermedades.
¿Por qué deja una cicatriz esta vacuna?
Como detalla el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría, los comienzos de la actividad vacunadora en España datan de 1800, con la vacunación frente a la viruela, mientras que el primer calendario sistemático de vacunaciones se implanta en 1975.
En este sentido, para saber qué vacunas has recibido a lo largo de tu vida debes recopilar el historial médico desde el momento del nacimiento. Estos datos suelen anotarse en la denominada cartilla de vacunaciones.
Pero una característica común en un gran porcentaje de la población que ha sido vacunada contra la viruela es la cicatriz en la parte superior del brazo. Según un informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), esta vacuna no se suministraba con una aguja hipodérmica, por lo que "no es una inyección como la que generalmente conoce la gente".
La vacuna se suministra empleando "una aguja bifurcada (de dos pinchazos) que se introduce en el recipiente de la vacuna y retiene una gota de vacuna". Pasados tres o cuatro días tras la aplicación de la vacuna, se puede desarrollar en el área afectada un pequeño abultamiento rojo con comezón.
Pasada una semana, este bulto se puede agrandar y formar una ampolla. "Durante la segunda semana, la ampolla comienza a secarse y a formar una costra. La costra se cae durante la tercera semana y deja una pequeña cicatriz", señalan.
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