¿Viene otra pandemia? ¿Son peligrosas las pseudoterapias? ¿Podremos crear vida en un laboratorio? Responde un experto del CSIC

Carlos Briones, prestigioso científico, se pronuncia en una entrevista sobre cuestiones de salud que preocupan a los ciudadanos, como la posibilidad de que suframos una nueva pandemia, sobre el peligro de la mayor resistencia de las bacterias a los antibióticos o sobre cómo podemos vivir más y mejor.

El científico Carlos Briones.
El científico Carlos Briones.
JUAN LAZARO
El científico Carlos Briones.

¿Son peligrosas las pseudoterapias? ¿Por qué morimos? ¿Dónde nos llevará la inteligencia artificial? A través de 52 cuestiones atractivas y polémicas, Carlos Briones, investigador del CSIC y doctor en Ciencias Químicas, defiende el el espíritu crítico y la cultura científica. 

Para hablar sobre su libro 'A bordo de tu curiosidad' (Editorial Crítica), el científico atiende a 20minutos y se moja sobre la posible cura del cáncer o la existencia de vida extraterrestre, entre otras cuestiones del ámbito de la salud y la ciencia.

¿Qué te inspiró a escribir este libro?

La idea de escribir este nuevo libro de divulgación científica surgió porque me parecía necesario abordar, de forma accesible a todos los públicos, una serie de preguntas científicas relevantes y de retos que actualmente tenemos planteados. Mi idea general ha sido reivindicar la importancia de la curiosidad y del espíritu crítico para entender el mundo que nos rodea, y para poder diferenciar el conocimiento real (ese que vamos adquiriendo día a día, gracias al progreso de la ciencia) de los bulos, noticias falsas y pseudociencias que nos rodean.

Mi idea general ha sido reivindicar la importancia de la curiosidad y del espíritu crítico para entender el mundo que nos rodea
Un científico en un laboratorio.
Un científico en un laboratorio.
Getty Images

En el texto, además de mostrar los datos más actuales y mantener el rigor científico, he tratado de usar un lenguaje cercano y sugerente, sin olvidar el sentido del humor en muchas ocasiones. Y a lo largo del libro incluyo muchas referencias a la literatura, el cine, la ciencia ficción, la música o la pintura… porque estoy convencido de que merece la pena combinar la ciencia con las humanidades y las artes (los tres pilares de la cultura) en vez de insistir en separarnos entre “los de ciencias” y “los de letras”. Cada capítulo termina con tres recomendaciones, que son muy variadas: libros, páginas web, programas de radio o televisión, museos, películas, podcast, temas musicales, videojuegos, espacios naturales … y un largo etcétera.

En tu opinión, ¿cuál es la pregunta más crucial que la ciencia aún no ha podido responder?

En ciencia existen muchas de estas preguntas cruciales, y en el libro recojo varias de ellas. Si tuviera que escoger sólo una, por ser de las que más me interesan como investigador me quedaría con esa cuestión que ha acompañado a los seres humanos desde la antigüedad: ¿pueden existir otros seres vivos fuera de la Tierra? Este es el principal interrogante que persigue la astrobiología, y tiene que ver con el estudio del propio origen de la vida en nuestro planeta, la capacidad de los seres vivos para resistir condiciones extremas, y la caracterización de distintos entornos extraterrestres cuyas condiciones podrían haber permitido el desarrollo de algún tipo de biología. Así, en distintos capítulos de este libro el viaje nos lleva a Marte, a los satélites de Júpiter y Saturno que tienen grandes océanos de agua líquida bajo su superficie helada, o al creciente número de planetas que se están detectando fuera del Sistema Solar.

¿Pueden existir otros seres vivos fuera de la Tierra? Este es el principal interrogante que persigue la astrobiología
Carlos Briones, científico.
Carlos Briones, científico.
Miguel Balbuena

¿Sufriremos más pandemias y más mortíferas? ¿Qué medidas serían las más efectivas para prevenirlas?

Una de las características definitorias de la vida es que siempre está evolucionando, en todos los entornos del planeta. Por lo general, los microorganismos evolucionan a velocidades mayores que los animales, plantas y hongos… y lo hacen tanto fuera de nosotros como en nuestro interior (los que forman nuestra “microbiota”). Los virus, en especial los que tienen ácido ribonucleico (ARN) como material genético, evolucionan aún más deprisa y tienen gran capacidad para “saltar de hospedador” desde otros animales a los humanos, según comento en el libro. Estos procesos de “zoonosis” pueden causar epidemias o incluso pandemias, como recientemente hemos comprobado con la Covid-19. A pesar de sus devastadoras consecuencias sanitarias, sociales y económicas, esta pandemia nos ha enseñado claves para enfrentarnos a las que sin duda seguirán produciéndose (porque la evolución no se detiene). Hemos visto que es necesaria una vigilancia constante ante las nuevas amenazas, como ahora mismo se está haciendo con la gripe aviar, que ya infecta a aves y mamíferos en todo el mundo. Además, la pandemia de Covid-19 ha mostrado que las únicas soluciones válidas son las que llegaron desde la ciencia y la medicina, gracias a la colaboración internacional que permitió producir rápidamente las vacunas y fármacos antivirales que salvaron la vida a millones de personas.

La pandemia de Covid-19 nos ha enseñado claves para enfrentarnos a las que sin duda seguirán produciéndose (porque la evolución no se detiene)
Carlos Briones

Carlos Briones

  • Doctor en Ciencias Químicas en la especialidad de Bioquímica y
    Biología Molecular, es investigador del Consejo Superior
    de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Centro de
    Astrobiología (centro mixto del CSIC y el Instituto
    Nacional de Técnica Aeroespacial, INTA, asociado al
    Programa de Astrobiología de la NASA).

¿Las superbacterias resistentes a los antibióticos serán cada vez más dañinas?

Precisamente, una de las consecuencias de que las bacterias de nuestra microbiota puedan evolucionar rápidamente es que algunas de ellas adquieren la capacidad de hacerse resistentes a los antibióticos, si no los tomamos correctamente. La resistencia a estos fármacos está creciendo en todo el mundo y constituye una nueva “pandemia silenciosa” que ya ha disparado las alarmas de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los antibióticos deben tomarse únicamente cuando sea necesario (por ejemplo, nunca hacerlo frente a infecciones por virus u hongos) y siguiendo exactamente las pautas que nos indiquen los médicos. Además, es preciso aumentar la investigación que permita producir nuevas familias de fármacos eficientes frente a las bacterias resistentes o multirresistentes.

¿Son peligrosas las pseudoterapias? ¿Cómo puede la cultura científica combatir las pseudociencias y las creencias anticientíficas?

Sin ninguna duda, las pseudociencias y las pseudoterapias son peligrosas: siempre nos estafan y, además, pueden poner en peligro nuestras vidas. La ciencia va aumentando paso a paso su conocimiento en función de los datos que podemos comprobar y de la elaboración de teorías, que van siendo mejoradas en función de la información disponible en cada momento. Esa es la mejor herramienta para conocer cómo funciona el Universo, nuestro organismo o el mundo microscópico. Por el contrario, las pseudociencias se basan en ideas, creencias o dogmas que no se pueden demostrar, y que no sirven en absoluto para entender lo que ocurre a nuestro alrededor o dentro de nosotros. En este libro dedico un capítulo a explicar la diferencia entre la ciencia y las pseudociencias, y otro está centrado en la vertiente más peligrosa de estas últimas: las pseudoterapias (como la homeopatía, el reiki o la acupuntura, por poner sólo tres ejemplos populares). Ninguna pseudoterapia ha demostrado nunca ser efectiva frente a alguna enfermedad, y si ante una patología grave (como puede ser un cáncer o un proceso degenerativo) nos dejamos convencer para usar esos “remedios milagrosos” en lugar de la medicina real, estaremos poniendo en riesgo nuestra vida. Sólo aumentando la cultura científica y el espíritu crítico podremos protegernos frente a estos timos tan peligrosos. Esto es algo en lo que debemos trabajar cada uno de nosotros, y sin duda debería guiar la acción de los poderes políticos y los medios de comunicación.

Las pseudociencias y las pseudoterapias son peligrosas: siempre nos estafan y, además, pueden poner en peligro nuestras vidas

En el libro planteas la cuestión de si sólo utilizamos el 10% de nuestro cerebro. ¿Eso es así, y por qué?

Ese es uno de los múltiples bulos que nos rodean, y que intento desmontar en este libro utilizando datos científicos. A pesar de lo extendido de tal creencia, la realidad es que utilizamos nuestro cerebro por completo, al 100% de su capacidad. La evolución no habría mantenido este maravilloso órgano en nuestra especie, con su tamaño (de media, 1.350 centímetros cúbicos), complejidad (tenemos aproximadamente 86.000 millones de neuronas, con unos 150 trillones de conexiones entre ellas) y gasto energético (consume aproximadamente el 25% de la energía que produce nuestro metabolismo) si no lo utilizáramos por completo. Tampoco es cierto que nuestros dos hemisferios cerebrales se ocupen de “funciones” diferentes (uno las más creativas y otro las más racionales), a pesar de lo asentado que esté esta idea en la cultura popular. Una falsedad no deja de serlo por mucho que se repita.

No es cierto que nuestros dos hemisferios cerebrales se ocupen de “funciones” diferentes (uno las más creativas y otro las más racionales), a pesar de lo asentado que esté esta idea en la cultura popular

¿Cuál es tu perspectiva sobre el impacto de la inteligencia artificial en el futuro de la humanidad y específicamente en el campo de la salud y el bienestar?

La inteligencia artificial, como cualquier otra tecnología que ha ido desarrollando la humanidad, no es en sí misma buena ni mala: esto depende del uso que hagamos de ella. En los dos capítulos que dedico en el libro al tema de la IA (además de varias referencias en otros) muestro que sus desarrollos comenzaron ya en la década de 1940, pero se han popularizado recientemente gracias a que la IA generativa (principalmente, con las distintas versiones de ChatGPT) utiliza lenguaje natural para comunicarnos con ella. Actualmente, dentro y fuera de la ciencia existe una polarización entre quienes advierten sobre sus peligros (entre ellos la vulneración de derechos de autor, la propagación de sesgos o la producción de noticias falsas) y los que prefieren fijarse en sus ventajas (por ejemplo, en diferentes campos de la sanidad, la tecnología o la co-creación humano-máquina). En el ámbito de la salud, desde hace años las IA están siendo muy útiles en ámbitos como el análisis de imágenes, el diseño de nuevos fármacos o la optimización de tratamientos.

¿Crees que encontraremos una cura para el cáncer?

Los distintos tipos de cáncer conocidos constituyen uno de los principales retos de la medicina actual, ya que en conjunto producen unos 10 millones de muertes al año en todo el mundo. Se está investigando mucho en los que tienen más prevalencia y mayores tasas de mortalidad. Gracias a ello, cada vez hay más personas que sobreviven a un cáncer y cuya calidad de vida no se ve tan afectada como antes. Actualmente, la quimioterapia, la radioterapia y la inmunoterapia funcionan cada vez mejor, y a ese arsenal terapéutico se están sumando las nuevas vacunas basadas en ARN similares a las que nos salvaron la vida en la pandemia de COVID-19. Además, las técnicas de diagnóstico precoz no dejan de mejorar día a día, lo que resulta esencial para poder iniciar el tratamiento cuanto antes. La lucha contra el cáncer es un ejemplo claro de lo que comentábamos antes: sólo la ciencia y la medicina (pero nunca las pseudoterpias) nos ayudan... y seguirán haciéndolo en el futuro.

Frente al cáncer la quimioterapia, la radioterapia y la inmunoterapia funcionan cada vez mejor, y a ese arsenal terapéutico se están sumando las nuevas vacunas basadas en ARN  

¿Por qué morimos y cómo podemos alargar nuestra vida con hábitos sencillos?

En uno de los capítulos del libro planteo una pregunta que todos tenemos muy presente: ¿Por qué morimos? Los lectores se sorprenderán al ver que la muerte no es una consecuencia de la vida como tal, sino que algunos seres vivos morimos porque somos pluricelulares y nos reproducimos sexualmente. Es decir, desde el punto de vista evolutivo, el origen de la muerte ocurrió unos 2.000 millones de años después que el de la vida.

Interesante, ¿verdad? Por tanto, para los humanos la muerte es inevitable… a pesar de lo que algunos se empeñan en afirmar, sin datos que los avalen. Pero la ciencia y la medicina están trabajando para alargar nuestra longevidad y mejorar nuestra calidad de vida, algo que se está comprobando durante las últimas décadas. Y cada uno de nosotros tenemos también algunas claves para vivir más y mejor: alimentarnos bien, hacer ejercicio, descansar correctamente, no fumar, no consumir alcohol ni otras drogas, mantener relaciones sociales y afectivas, e intentar ser felices.

¿Se puede crear vida en los laboratorios? ¿Si se pudiera, estarías a favor de hacerlo?

Esta última pregunta también es muy interesante, y puede generar tanto ilusión como temor. El capítulo que dedico a dicho tema lo comienzo con una referencia literaria imprescindible: recordando cómo Mary Shelley escribió en 1816 el sugerente relato “Frankenstein o el moderno Prometeo”, que mostraba la construcción de un ser humano a partir de fragmentos de cadáveres, aplicando electricidad como “fuerza vital”. Dos siglos después, en algunos laboratorios del mundo se trabaja en una disciplina científica llamada “biología sintética”, surgida de la ingeniería genética y la bioinformática. Su objetivo más ambicioso es combinar moléculas (como proteínas, ácidos nucleicos y componentes de las membranas) para intentar fabricar células vivas, capaces de reproducirse y evolucionar. 

Este es un sueño aún inalcanzable… y quizá nunca se logre algo así. En cualquier caso, se aplican todas las medidas de control y bioseguridad para que una eventual “vida artificial” no pudiera interaccionar con los seres vivos naturales. Los científicos estamos a favor de investigarlo todo, pero evidentemente la ética y el autocontrol deben guiar nuestros actos. Mientras tanto, de esta línea van surgiendo resultados muy útiles en biotecnología y biomedicina: las llamadas “ciencia básica” y “ciencia aplicada” siempre están mucho más relacionadas de lo que puede parecer.

¿Cómo y por qué elegiste estas 52 preguntas del libro?

A diferencia de mis libros divulgativos anteriores (publicados también en la Editorial Crítica), en éste no sólo he tratado temas cercanos a mis líneas de investigación, sino que he planteado 52 interrogantes (uno por cada semana del año) que abordan diferentes cuestiones de la física, la geología, la química, la biología, la medicina o la tecnología. Algunos ejemplos: ¿Cuál fue el origen de todo?, ¿Podemos viajar en el tiempo?, ¿Tienen sentido la astrología y los horóscopos?, ¿Qué es la vida?, ¿Cuál puede ser la próxima pandemia?, ¿Quiénes somos?, ¿Sexo, amor… o las dos cosas, ¿Por qué morimos?, ¿Nos están visitando los extraterrestres?, ¿Dónde nos llevará la inteligencia artificial?... 

Para ello, he tenido que leer mucho e informarme de primera mano de las y los especialistas que trabajan en dichos temas. Una de las citas con las que encabezo el libro, de Jorge Luis Borges, es una auténtica declaración de intenciones en este sentido: “Que otros se jacten de las páginas que han escrito: a mí me enorgullecen las que he leído”. En este viaje a bordo de la curiosidad humana, además de contar con el apoyo constante de mis editoras Carmen Esteban y Silvia Díaz, he tenido dos compañeros inmejorables: el físico y famoso divulgador científico Javier Santaolalla (que ha escrito un prólogo muy sugerente para el libro) y el ilustrador Kim Amate (autor de la cubierta y las maravillosas ilustraciones a todo color con las que se inicia cada capítulo).

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Pablo Segarra
Coordinador Jefe de Verticales '20minutos'

Licenciado en Periodismo por la Universidad CEU San Pablo de Valencia. En mis más de 20 años de profesión, he trabajado en todas las secciones y todas me gustan: Local, Economía, Política, Deportes, Salud, Local, Tecnología, Viajes, Gastronomía, Motor, Sucesos...

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