¿Dejamos de respirar frente al ordenador? Todo sobre la 'apnea de pantalla'

Fijar la vista muchas horas afecta a la salud ocular
Fijar la vista muchas horas afecta a la salud ocular
Getty Images
Fijar la vista muchas horas afecta a la salud ocular

La primera persona que acuñó el término ‘apnea de pantalla’ fue Linda Stone para un artículo publicado en 2008 en The Huffington Post. Rápidamente su texto se hizo viral. Esta antigua ejecutiva de Microsoft e investigadora de la interacción en línea lo utilizó para describir un fenómeno recurrente que encontró en sus estudios: la tendencia a interrumpir la respiración mientras se realizan diversas actividades frente a una pantalla.

Un año antes, ella misma se percató de que cada vez que se sentaba delante de su ordenador su respiración se volvía irregular, sus inhalaciones y exhalaciones eran apenas perceptibles. Decidió entonces llevar a cabo un estudio informal invitando a 200 personas de su entorno a su casa para realizar su seguimiento de su ritmo cardiaco y su respiración mientras consultaban su correo electrónico. Los resultados fueron determinantes: aproximadamente el 80% de los participantes contenían la respiración o la alteraban frente a una pantalla.

Quince años después, los expertos consideran que este fenómeno se ha consolidado debido al aumento del uso de pantallas (ordenadores, teléfonos, tabletas…) durante un mayor número de horas y, por tanto, a un constante estado de estimulación. James Nestor lo resumió así en su libro Breath: La nueva ciencia de un arte perdido: "Tienes 10 pantallas diferentes abiertas. Alguien te manda un mensaje, alguien te llama, alguien te envía un correo electrónico… pero no hemos evolucionado para estar constantemente estimulados”.

Pero, ¿por qué se produce esta ‘apnea de pantalla’? El profesor de psiquiatría de la Universidad de Carolina del Norte, Stephen Porges, explicaba recientemente en una entrevista para The New York Times: “La apnea de pantalla es una manifestación de la respuesta al estrés de nuestro organismo. Cuando nos enfrentamos a cualquier tipo de estímulo, nuestro sistema nervioso busca señales para descifrar si se trata o no de una amenaza”.

Porges va más allá y compara esta respuesta humana al comportamiento que tienen los gatos cuando acechan a sus presas: justo antes de atacar se quedan inmóviles y su respiración se vuelve superficial. En nuestro caso, se produce una respiración menos profunda y una disminución de la frecuencia cardiaca con el fin de tranquilizar de alguna manera nuestro cuerpo e idear un plan de acción frente al estímulo. Cuanto más sorprendente sea el estímulo (por ejemplo, una notificación inesperada), es más probable que nuestro cuerpo lo perciba como una amenaza.

Si bien el experto piensa que estos reflejos no representan un riesgo para la salud por si solos, sí considera que pueden convertirse en un problema cuando se activan un día tras otro y de forma continuada porque "el sistema nervioso entra en un estado crónico de amenaza” provocando una sensación de agotamiento. Otros especialistas añaden que la falta de movimiento asociada a estar mucho tiempo sentados frente a pantallas también contribuye a la aparición de esta apnea.

¿Se puede prevenir la ‘apnea de pantalla’?

Según los expertos existen hábitos que pueden ayudarnos a prevenir este fenómeno:



Establecer recordatorios de respiración

A través de alertas en el móvil o el ordenador a lo largo del día que nos ayuden a tomar conciencia de cómo es la respiración en ese momento (si estamos respirando por la boca o por la nariz) y restablecer patrones regulares. Por ejemplo, el suspiro cíclico -en el que la exhalación dura más que la inhalación- es especialmente eficaz y rápido para mejorar el estado de ánimo y restablecer los patrones respiratorios.

Utilizar pantallas más grandes

Algunos expertos considera que cuanto más grande sea la pantalla, menor será la carga mental ya que a medida que se reduce el campo visual aumenta la exigencia de que el sistema nervioso excluya todo lo que está fuera de él. Mejor monitor de mesa que teléfono móvil por tanto.

Hacer descansos

Alejarse del ordenador o la pantalla que estemos utilizando y dedicar momentos a hacer otras cosas que no requieran demasiado esfuerzo mental: por ejemplo escuchar música. También ayuda añadir actividad física a estos descansos.

Asimismo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece una serie de recomendaciones para reducir el estrés a través de técnicas de relajación. Entre ellas están: 

- Mantener un estilo de vida saludable.

- Practicar la gestión del tiempo.

- Aprender y practicar técnicas de relajación, como meditación, respiración profunda y yoga para aliviar el estrés.

- Fomentar el apoyo social.

- Identificar y afrontar los desencadenantes del estrés.

- Pedir ayuda profesional, si el estrés se vuelve abrumador o crónico.

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