El ejercicio simple que deben practicar las personas mayores de 65 años para vivir más, según la OMS

La práctica del ejercicio físico previene enfermedades, contribuye al fortalecimiento de los huesos y ayuda a reducir el estrés y la ansiedad. Por todo ello, contribuye a vivir durante más años.
Una pareja de jubilados pasea por la orilla de una playa
Una pareja de jubilados pasea por la orilla de una playa
Darren Baker
Una pareja de jubilados pasea por la orilla de una playa

Uno de los factores fundamentales que influyen directamente en la mejora de la salud y, en última instancia, en la posibilidad de vivir una vida más plena y prolongada, es la práctica regular de ejercicio físico. La actividad física no solo contribuye a mantener un cuerpo en buena forma, sino que también tiene un impacto positivo en la salud mental y en la prevención de diversas enfermedades crónicas. 

Recomendación de la OMS

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los adultos mayores de 65 años deberían apuntar a realizar entre 150 y 300 minutos de actividad física moderada a la semana para obtener los máximos beneficios.

La recomendación de la OMS equivale a pasear aproximadamente 25 minutos al día a un ritmo constante, una rutina que puede llevar a un aumento significativo en la calidad de vida y en la longevidad. El simple acto de caminar regularmente puede tener un impacto profundo en la salud general y puede prevenir una serie de enfermedades crónicas. 

La falta de ejercicio, un factor de riesgo para la salud

De hecho, la OMS ha advertido que la falta de actividad física es un factor de riesgo para padecer enfermedades cardiovasculares, cáncer y diabetes. 

Caminar de 20 a 25 minutos al día no solo reduce la probabilidad de sufrir estas patologías, sino que también conlleva otros beneficios para la salud, especialmente en el caso de las personas mayores.

El mantenimiento del equilibrio funcional y la prevención de caídas son aspectos cruciales para las personas mayores. La OMS recomienda la inclusión de ejercicios variados y de múltiples componentes en la rutina semanal de actividad física. Estos ejercicios deben hacer hincapié en el entrenamiento de fuerza y en mejorar el equilibrio funcional. Este enfoque puede ser eficaz para mantener la capacidad funcional y prevenir caídas, que son una preocupación común entre los adultos mayores.

Siguiendo esta línea, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades del Gobierno de Estados Unidos, respalda las recomendaciones de la OMS al destacar que el ejercicio físico regular tiene la capacidad de prevenir o retrasar muchos problemas de salud que suelen surgir con el envejecimiento. Además, fortalece los músculos, lo que permite a las personas continuar realizando sus actividades diarias sin depender de otros.

Prevención de enfermedades y fortalecimiento de los huesos

Los beneficios del ejercicio físico no se limitan únicamente a la prevención de enfermedades. También contribuye al fortalecimiento de los huesos, previene afecciones como la osteoporosis y la artrosis, aumenta los niveles de energía y ayuda a reducir el estrés y la ansiedad. En resumen, la práctica regular de ejercicio físico se revela como un pilar fundamental para una vida más saludable y longeva.

Incorporar la actividad física en la rutina diaria, como el paseo diario recomendado, puede marcar una diferencia significativa en la calidad de vida, la salud física y mental, y en la prevención de enfermedades. Consultar con un profesional de la salud y adaptar el plan de ejercicios a las necesidades individuales es fundamental para asegurar que se realice de manera segura y efectiva.

Referencias

Centers for Disease Control and Prevention (CDC) - Physical Activity for Older Adults. https://www.cdc.gov/physicalactivity/basics/older_adults/index.htm

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