El momento en que se pronuncia la palabra 'cáncer' dentro de un diagnóstico marca un antes y un después en la vida de quien la recibe. La incertidumbre se convierte en una compañera constante y las emociones fluctúan entre el miedo, la esperanza y la angustia. “Empecé un día a sangrar de forma abundante y acudí a urgencias. Tras una ecografía especial me dijeron que había que seguir mirando. Con los resultados de la biopsia empezó todo: tenía cáncer de endometrio. Me quedé muy fría… no lo asimilé”, relata Paloma García, paciente oncológica.
Sin embargo, en medio de esa confusión, contar con un equipo médico excepcional marca la diferencia. Es ahí donde entran en juego los profesionales especializados en ginecología oncológica del centro médico Vithas Internacional, del Hospital Universitario Vithas Madrid Arturo Soria que, no solo proporcionan tratamientos avanzados como ecografías, mamografías, biopsias, citologías, etc., sino que también ofrecen un apoyo integral que abarca el aspecto físico, emocional y psicológico de las pacientes.
Más allá de la pericia técnica, este equipo se convierte en un baluarte de comprensión y humanidad en cada etapa del tratamiento. Cuando Paloma fue atendida por el doctor Carlos Millán, especialista en ginecología y obstetricia de Vithas Internacional, recuerda que acudió muy nerviosa y el profesional la tranquilizó, aclarándole que “lo habían detectado a tiempo” y que todo apuntaba a que “iba a salir bien”. Nunca se le olvidarán las palabras del doctor: “Tranquila, que sales curada de aquí”, explica la paciente.
En este sentido, el Dr. Millán explica que para saber cómo de rápido puede crecer y propagarse un cáncer, los médicos analizan las muestras obtenidas mediante biopsia y les asignan un grado: 1, 2 y 3. Paloma, por suerte, se encontraba en el primer grado, lo que significa que no se había expandido a otras partes del cuerpo.
Desde ese mismo momento, el equipo de oncología ginecológica se puso a trabajar en su caso para ofrecerle la mejor terapia adaptada a sus circunstancias. “Hoy en día existen muchas posibilidades de tratamiento, empezando por cirugías con la tecnología más avanzada, además de quimioterapias e inmunoterapias”, explica el especialista.
Especialistas en cánceres ginecológicos
La ginecología oncológica es una subespecialidad de la ginecología que se enfoca en el diagnóstico y tratamiento de cánceres ginecológicos, como el cáncer de ovario, cáncer de útero, cáncer de cuello uterino, cáncer de vulva y cáncer de mama. Estos especialistas trabajan en colaboración con otros profesionales sanitarios para brindar un enfoque integral y multidisciplinario para el tratamiento de estas afecciones. “Lo que hacemos es reunirnos semanalmente en un comité donde exponemos el caso de la paciente y entre todos elegimos el tratamiento y el seguimiento que se debe realizar”, detalla el doctor Millán.
En el caso de Paloma, la paciente explica que el 18 de septiembre de este año fue cuando acudió a urgencias por su alarmante sangrado. Una fecha que recuerda muy bien porque coincide con el día de su cumpleaños. Un par de meses después, el 20 de noviembre, entraba a quirófano. El equipo de cirugía ginecológica de Vithas Internacional cuenta con tratamientos mínimamente invasivos, que permiten que los pacientes no sufran dolor durante las intervenciones ni tengan las posteriores cicatrices (ya que no se trata de una cirugía abierta) después de un mes de su operación.
La cirugía endoscópica abdominal también reduce el tiempo de estancia hospitalaria permitiendo volver antes a las actividades normales, sin disminuir la seguridad ni la comodidad. En el caso de Paloma, tal y como señala el doctor Millán, la técnica utilizada para la extirpación fue la laparoscopia que consiste en la introducción de un tubo (laparoscopio) en el interior del abdomen, el cual lleva en su punta una luz y una cámara de vídeo. En la cirugía laparoscópica es necesario introducir, además de la cámara, otras herramientas a través de otras incisiones que se abren en la pared abdominal.
“Además de esta técnica, también aplicamos la del ganglio centinela, mediante un radiofármaco que sirve para localizar el primer ganglio de la cadena y lo analizamos durante la operación. Así evitamos lo que hacíamos antes, que era quitar todos los ganglios, lo cual es para la paciente un avance”, añade el especialista. Y, finalmente, en este servicio médico también se emplea la cirugía robótica, a través de Da Vinci, para tratar este tipo de patologías, gracias a su precisión, su técnica mínimamente invasiva y a su capacidad de disminuir los efectos secundarios en el postoperatorio de las pacientes.
Tras su estancia en el hospital, Paloma cuenta que la recuperación en casa fue mejor de lo que ella pensaba: “Solo tengo cuatro pequeñas heridas y eso facilita mucho. Aunque aún no puedo hacer esfuerzos y tengo un leve sangrado, pero ni siquiera estoy tomando ya medicación”.
Millán resalta que la consulta de ginecología oncológica está indicada para cualquier mujer que tenga síntomas o preocupaciones relacionados con cánceres ginecológicos, como sangrado vaginal anormal (el caso de nuestra protagonista), dolor pélvico, masas o tumores en la pelvis y lesiones de mama, entre otros. También está indicada para personas con antecedentes familiares de cáncer ginecológico o para aquellas con factores de riesgo identificados, como el VIH, el VPH o la hepatitis C.
Radiografía del cáncer oncológico
Según datos de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR), el cáncer ginecológico es el segundo tumor más frecuente en las mujeres. Dentro de los distintos tipos, el cáncer de endometrio que ha sufrido Paloma es el de mayor incidencia. En España se diagnostican 5.400 casos nuevos al año, la mayoría de ellos, el 75%, se detectan en estadios precoces, lo que hace que la supervivencia global a los 5 años sea del 80-85%.
El 80% del cáncer de endometrio se produce en mujeres postmenopáusicas, sin reglas. La edad de aparición se cifra, por término medio, a partir de los 10 años de la menopausia, es decir, a los 60 años, aproximadamente. No obstante, en un 20% se produce en mujeres que presenten menstruación y un 5%, en mujeres menores de 40 años.
La cirugía endoscópica abdominal reduce el tiempo de estancia hospitalaria
Los tumores malignos del endometrio están relacionados con la acción de los estrógenos durante mucho tiempo, ya que es la hormona que estimula su crecimiento, provocando un aumento mantenido del volumen de las glándulas endometriales (hiperplasia). Esta es la causa más frecuente de aparición de este cáncer, y también el que mejor pronóstico tiene, ya que produce una proliferación glandular muy parecida a las glándulas y células normales.
Tras la operación y el postoperatorio, una parte importante del plan de tratamiento es un programa específico de seguimiento. El doctor Millán recomienda un examen físico cada 3 a 6 meses durante los primeros dos años, luego cada 6 o 12 meses. A los cinco, si está libre de enfermedad, se considera curación y pasará a un chequeo más rutinario (cada 6 o 12 meses). A partir de ahora, estos son los pasos que Paloma tendrá que enfrentar junto con el equipo de ginecología oncológica de Vithas para atender al mínimo cambio de su patología. “Las imágenes decían que el cáncer de Paloma estaba muy avanzado. La tranquilizamos, pudimos realizar el tratamiento y afortunadamente todo salió muy bien”, detalla orgulloso el doctor Carlos Millán.
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