¿Llevas el pelo rapado? Cuatro consejos para proteger el cuero cabelludo en verano

El pelo rapado es una opción cómoda para el verano pero requiere también de cuidados específicos.
El pelo rapado es una opción cómoda para el verano pero requiere también de cuidados específicos.
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El pelo rapado es una opción cómoda para el verano pero requiere también de cuidados específicos.

Optar por llevar el pelo rapado puede ser una opción muy cómoda para el verano, sin embargo este tipo de peinado conlleva también una serie de cuidados básicos ya que cuando el pelo se afeita la piel del cuero cabelludo queda más expuesta. Como explican los expertos de Hospital Capilar la piel de esa zona es más propensa a sufrir deshidratación, descamación o quemaduras.

“El cuero cabelludo corresponde a una estructura especializada que recubre el cráneo, actuando como una barrera física y térmica de protección, y a unos 4 mm de profundidad, alberga una gran cantidad de unidades pilosebáceas, unas estructuras que aportan grosor a la piel y sirven como amortiguación. Por ello, a la hora de raparse, hay que tener en cuenta, tanto en el caso de hombres como mujeres, que la cabeza ya no dispone de la protección que otorga el cabello, por lo que es necesario llevar a cabo unas pautas básicas y usar unos productos específicos para un cuidado óptimo”, añaden.

Obviamente, hay que diferenciar entre las personas con calvicie y personas rapadas. En el primer caso se produce una pérdida de las unidades foliculares mientras que el segundo no se cambia la estructura ni la genética de las unidades pilosebáceas, por lo que el cuero cabelludo mantiene el mismo grosor.

Lo que sí se pierde en ambos casos es la protección natural que brinda el pelo, por lo que esta zona estará más expuesta a factores externos que pueden agredir el cuero cabelludo, como ocurre con la contaminación ambiental o la exposición solar continua y directa que, además, se ve incrementada durante los meses de verano.

“La piel de la cabeza se irrita con más facilidad que la del resto del cuerpo y, además, se encuentra expuesta a factores como los cambios hormonales o el envejecimiento, que nos predisponen aún más al daño del cuero cabelludo en cabezas rapadas o calvas. El sol, por su parte, puede generar lesiones como queratosis actínicas o carcinomas de tipo basocelular o espinocelular, frecuentes en la cara, así como otros riesgos como irritación, eritemas o heridas en el cuero cabelludo al pasar con frecuencia la maquinilla, especialmente en pieles sensibles “, subrayan desde la corporación.

Pautas para una cabeza rapada saludable

Lavar la cabeza con frecuencia

“En los cabellos rapados, el cuero cabelludo se encuentra más expuesto y, por ello, es importante no dejar de lavarse la cabeza de forma habitual, potenciando los masajes durante cada lavado con el fin de promover el flujo sanguíneo y suavizar el cabello”, indican. Tras el lavado, los expertos aconsejan aclarar con agua tibia, ya que el agua muy caliente reseca el cuero cabelludo, secando posteriormente la cabeza con una toalla mediante pequeños y suaves toques y aplicando, por último, una crema matificante por todo el cabello para hidratar la zona y evitar que la suciedad penetre en los poros.

Usar productos específicos

Es importante incorporar productos que estén expresamente indicados para tratar el cuero cabelludo en estos casos, usando champús acordes a cada tipo de piel y a la producción de grasa que se genere. “La suciedad y los aceites producidos por la piel se siguen acumulando en las cabezas calvas y la acción de los champús es esencial para eliminarlos, debiéndose optar también por lociones hidratantes para evitar la sequedad, la tirantez o la descamación. Por su parte, los champús en seco se sitúan como otra alternativa eficaz para el cuidado capilar, al contener formulas limpiadoras elaboradas con polvos y arcillas que absorben la suciedad y la grasa del cabello”, señalan los expertos de Hospital Capilar.

Asimismo, se aconseja utilizar exfoliantes capilares, al menos una vez por semana, para mantener el cuero cabelludo libre de células muertas y, tras cada rasurado, se debe utilizar productos aftershave para hidratar el cuero cabelludo, con el fin de cerrar los poros y calmar la zona después de haber pasado la cuchilla.

Proteger el cuero cabelludo de los rayos solares

En las cabezas rapadas, los rayos del sol inciden de manera aún más directa en el cuero cabelludo, lo que puede hacer que éste termine inflamado o hasta con quemaduras, por lo que la protección solar se convierte en un elemento primordial cuando el cuero cabelludo no dispone de pelo que lo proteja. Los especialistas inciden en que “será fundamental resguardar esta zona con gorras, sombreros o pañuelos y utilizar, por otro lado, protectores solares de texturas ligeras y fluidas, tipo loción o aceite spray, que también servirán para prevenir la aparición de manchas y reducir el riesgo de sufrir cáncer de piel”.

Cuidar la alimentación

También es importante seguir una dieta equilibrada que contribuya a mantener una buena salud capilar, basada en frutas, verduras, alimentos ricos en vitamina D y Omega 3. Entre los alimentos que los expertos recomiendan para mejorar el aspecto en cabezas rapadas o calvas, se encuentran el salmón, el aguacate, la leche o el pollo; “cuyos nutrientes y oligoelementos aportan los requerimientos necesarios para mantener un cuero cabelludo saludable”.

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