"Nadie nos ha enseñado estrategias para afrontar la soledad, para hacer la paz con ella y entenderla como algo natural"

  • Consuelo Santamaría y José Carlos Bermejo han publicado 'Humanizar la soledad'.
  • "No solo nos sentimos solos cuando no tenemos compañía, sino cuando en compañía no vivimos en comunicación significativa, con tiempo de calidad compartido, con conexión emocional y afectiva".
El Ayuntamiento trabaja contra la soledad no deseada entre las personas mayores
La soledad de las personas mayores es quizás una de los más reconocidas y temidas.
JGROSSO
El Ayuntamiento trabaja contra la soledad no deseada entre las personas mayores

Afirman los autores de este libro que la soledad tiene tantas caras como rostros tienen los seres humanos. “La soledad forma parte de la vida. Pero hay una soledad indeseada que hace sufrir. Una particular sensibilidad ante esta soledad se está urdiendo en nuestros días” señalan Consuelo Santamaría y José Carlos Bermejo.

Ambos cuentan con una extensa y sólida experiencia en la materia. Santamaría es doctora en Filosofía y Ciencias de la Educación, master en Counseling, posgrado en Duelo, autora de diversos libros sobre educación, relación de ayuda y duelo y profesora en el Centro de Humanización de la Salud de los Religiosos Camilos en Tres Cantos (Madrid). Por su parte, Bermejo es doctor en Teología Pastoral Sanitaria y máster en Bioética y Counseling, ha publicado cerca de cincuenta libros relacionados con la humanización, dirige el Centro San Camilo en Tres Cantos y es director de varios posgrados sobre counseling, duelo y gestión.

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Juntos presentan Humanizar la soledad (Desclée de Brouwer, 2022), un pequeño volumen que aporta importantes pistas para ayudarnos a comprender esta experiencia y para "acompañarla saludablemente, hacerla fecunda cuando es inevitable, matarla cuando es evitable mediante acompañamientos acordes a la dignidad humana”. Sobre todo ello hablamos en esta entrevista con 20Minutos.

Por qué deciden escribir un libro sobre la soledad y qué carencias han encontrado en la sociedad actual para abordar este tema.

José Carlos: La sociedad está mostrando un creciente interés por el tema de la soledad, en particular la soledad no deseada, sufrida, de modo que desde el Centro de Humanización de la Salud de Tres Cantos en Madrid, hemos querido aportar una mirada esperanzadora y motivadora ante el fenómeno, explorando su variedad y proponiendo caminos de humanización.

Consuelo: A lo largo de nuestra experiencia en el acompañamiento a personas en crisis, adolescentes y niños en duelo y crisis, hemos detectado que en muchos hay un sentimiento dominante de soledad. Escribir sobre ello es afrontar el problema que muchos sienten y aportar nuestro granito de arena para ayudar a entender y afrontar la soledad.

Comprender la soledad y sus diferentes manifestaciones es sin duda algo que nos beneficia, sin embargo, muchas personas prefieren vivir ajenos a ella o alejados de ella. ¿Por qué creen existe esta visión negativa o este miedo a la soledad?


JC: “No es bueno que el hombre esté solo” leemos en la primera página que recoge la sabiduría judía. Tememos la soledad por los miedos, la indefensión, la tristeza, las necesidades básicas difícilmente cubiertas para algunas personas… Además de que es caldo de cultivo que genera más vulnerabilidad a diferentes enfermedades. También hay personas a las que les cuesta reconocer la soledad, porque tiene un cierto estigma.

Consuelo: Cuando la soledad llama a la puerta no tenemos estrategias, porque no nos las han enseñado o no las hemos aprendido, para afrontar la soledad, para hacer la paz con ella y poder entenderla como algo natural y, no solo esto, sino para verla como una oportunidad.

José Carlos Bermejo y Consuelo Santamaría, autores de 'Humanizar la soledad'.
José Carlos Bermejo y Consuelo Santamaría, autores de 'Humanizar la soledad'.
CORTESÍA EDITORIAL.

¿Cómo se humaniza la soledad? ¿Qué va a encontrar el lector en su interior para cambiar su perspectiva?

JC: Humanizar es construir un mundo alineado con la condición humana, con nuestro ser relacional. Proponemos cultivar relaciones sanas, en particular, relaciones de cuidado suficiente para vivir con sentido, sacándole partido y sabor a la vida.

"La soledad hay que entenderla como parte del ser humano. Tarde o temprano nos acompaña. La clave es comprenderla como algo natural y afrontarla sin miedo"

Consuelo: La soledad se humaniza al entenderla como parte del ser humano. Es patrimonio de la humanidad. Tarde o temprano nos acompaña. La clave es saber entenderla, comprenderla como algo natural y humano y en definitiva afrontarla, sin tenerla miedo.

¿Por qué muchas veces nos sentimos solos aun estando acompañados? ¿Qué hacer para gestionar este sentimiento que provoca tanto dolor?


JC: La experiencia de soledad es subjetiva. No solo nos sentimos solos cuando no tenemos compañía, sino cuando en compañía no vivimos en comunicación significativa, con tiempo de calidad compartido, con conexión emocional y afectiva. Estamos hechos para la relación, para encontrar el sentido a la vida compartiendo. Nos hacemos en el otro, con el otro.

"Muchas veces no sabemos manejar nuestras relaciones sanamente. Cuando éstas se deterioran puede haber muchas posibilidades de vivir una soledad impuesta"

Consuelo: Muchas veces no sabemos relacionarnos o manejar nuestras relaciones sanamente. Cuando las relaciones se deterioran puede haber muchas posibilidades de vivir una soledad impuesta, por el aislamiento generado por las propias relaciones difíciles.

¿La soledad puede ser resultado de una mala gestión de nuestras relaciones interpersonales?

JC: Hay un modo sano de interdepender, de estar y de saber no estar, de implicarse y separarse en las relaciones. Mal gestionadas, generan experiencia de soledad incluso en la presencia. Hay parejas que viven juntas, pero no se encuentran en la verdad de cada uno de los miembros, en el corazón donde habita el sentir, las preocupaciones, las pasiones.

Consuelo: Evidentemente como hemos dicho anteriormente, nos sentimos solos porque conocemos lo que es estar en compañía. Una mala gestión de la compañía nos puede llevar a la soledad.

"Hay una soledad que da fruto, que permite producir, pensar, escribir, acoger por dentro. El que no sabe estar solo consigo mismo no se encuentra con el otro"

En el libro dedican un interesante capítulo a la ‘soledad fecunda’, aquella que es fruto del autoconocimiento y la inteligencia emocional. Explíquennos brevemente este concepto tan interesante y por qué es tan fundamental para todas las personas el aprender a estar consigo mismas.

JC: Hay una soledad que da fruto, que permite producir, pensar, escribir, acoger hospitalariamente por dentro. El que no sabe estar solo consigo mismo, de manera productiva, no se encuentra auténticamente con el otro. Pero para estar solo consigo mismo, hay que hacer la paz con sentimientos como la tristeza, la melancolía, el vacío, la impotencia, así como con la rabia o la desilusión interior.

Consuelo: La soledad fecunda es la que es placentera, es la que enriquece a la persona, es la que engendra ideas, creatividad y sobre todo da paz. Es la soledad con sentido que perfecciona a la persona.

"Lo online tiene sus virtudes, pero hemos de estar atentos a lo presencial, que genera vínculos necesarios para para vivir en momentos de dificultad y dependencia"

La pandemia y sobre todo el confinamiento durante los primeros meses ha puesto de manifiesto una manera de vivir que cada vez parece cobrar más fuerza. Esa en la que nos rodea la tecnología y en la que es posible hacer casi todo sin salir de casa ni relacionarse físicamente con los demás. ¿Qué peligros entraña esto para los seres humanos?

JC: Nos podemos hacer torpes socialmente, dejar de lado el valor del encuentro carnal, de cuerpo a cuerpo, con el valor del contacto, la proximidad, el olor, el temblor, la seducción... La presencia tiene una densidad inconmensurable. Lo online tiene sus virtualidades, pero hemos de estar atentos a lo presencial, que genera también vínculos de cuidado físico, necesarios para sobrevivir y para vivir en momentos de dificultad y dependencia.

Consuelo: Con la pandemia han aumentado muchos problemas psicológicos y mentales. El uso del móvil y las tecnologías ha sido un paliativo de la soledad del que estaba en la UCI sin poder ver a nadie, pero también se ha convertido en un factor de riesgo para muchos niños y jóvenes que han desarrollado adicciones y esconden algunos su baja autoestima detrás de una pantalla. Esto provoca más soledad social. 

"Envejecer activamente es un desafío. Hay que atreverse a salir, así como a pedir ayuda. Mostrarse deseosos y necesitados de presencias"

La soledad de las personas mayores es quizás una de los más reconocidas y temidas. ¿Cómo gestionar ese miedo a quedarse solo y a morir solos tan frecuente en esta etapa? ¿Qué oportunidades pueden encontrar también los mayores en su soledad?

JC: Envejecer activamente es un desafío. Aprender a salir de sí, no recogerse en el cuarto de estar de casa, sino atreverse a salir, así como atreverse a pedir ayuda, la necesaria. Atreverse a mostrarse deseosos y necesitados de presencias. No vivir solo la lamentación por la falta de presencias, sino reclamarlas. Este es el camino para humanizar la soledad.

Consuelo: Es un hecho que muchas personas mayores tienen miedo a la enfermedad, a la dependencia, a morir solos. Es difícil dar recetas para convertir la soledad del mayor en oportunidad, aunque mucho se puede hacer, pero defendemos que uno de los problemas de la soledad es el no haber aprendido a estar con nosotros mismos. Este aprendizaje comienza en la infancia, si no se ejercita es muy difícil entender la soledad como oportunidad. Es un proceso personal y educativo que hay que trabajar.

"Uno de los problemas de la soledad es no haber aprendido a estar con nosotros mismos. Este aprendizaje comienza en la infancia, si no se ejercita es muy difícil entender la soledad como oportunidad"

Señalan en el libro que en la soledad hay un componente emocional que es experiencial. ¿Qué importancia tiene el apego y la crianza de los niños en la gestión futura y sana de la soledad?

JC: En la educación generamos vínculos y se producen apegos. Sin ellos, seríamos solitarios, evitativos, apáticos. Educar bien en todos los momentos del desarrollo evolutivo es esencial para la madurez en la adolescencia y la adultez. Vínculos también de sabiduría, no de hiperproteccionismo.

Consuelo: El apego y la forma de vincular determinan las relaciones. Un apego no seguro genera desconfianza. Una persona desconfiada que no se fía de nadie tiene pocos amigos. Puede sentir una soledad más agónica que otro. La calidad de las relaciones son predictores de protección para no sentir una soledad indeseable.

La sensación de soledad en la adolescencia estamos viendo puede traer gravísimas consecuencias para los jóvenes. El acoso escolar (ya sea físico o cibernético), el aislamiento, las altísimas tasas de suicidios en esta etapa... ¿Cómo ayudar a los más jóvenes a avanzar y volver a conectar llegados a este punto?

JC: Es fundamental dar ejemplo en el saber conectarse y desconectarse. No podemos pedir a los jóvenes lo que los adultos no practicamos, por ejemplo, en el uso de los móviles y el ordenador. El testimonio es el camino privilegiado para transmitir los valores.

Consuelo: La educación en valores es fundamental, la educación emocional es necesaria y vital para poder tener relaciones sanas, el respeto, la empatía, la solidaridad son valores que enseñan a vivir, a estar con los demás y provocan reacciones en los demás de respeto, de valoración de gusto por las relaciones sociales. La educación es la base de las relaciones. Sin valores, sin respeto no es posible la comunicación y sin comunicación hay aislamiento y soledad.

Portada de 'Humanizar la soledad', de Consuelo Santamaría y José Carlos Bermejo.
Portada de 'Humanizar la soledad', de Consuelo Santamaría y José Carlos Bermejo.
CORTESÍA EDITORIAL.
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