Ojo vago o ambliopía: ¿Qué es realmente? ¿Tiene tratamiento?

Un optometrista graduando la vista a un niño.
Un niño en una revisión de la vista.
NINGÚNPEQUESINGAFAS
Un optometrista graduando la vista a un niño.
SALVADOR GARCIA-DELPECH

Dr. Salvador García-Delpech

  • Co-Director médico Clínica Aiken
    Fundación Aiken. Valencia.

La ambliopía, ojo vago u ojo perezoso consiste en una pérdida de visión, generalmente de uno de los ojos, por una mala coordinación entre el ojo y el cerebro. Pero ¿cómo se produce?

Nacimiento del bebé y los estímulos visuales

Desde que un bebé nace empieza a tener estímulos visuales de su entorno, quizá lo primero que vea sean simplemente luces y sombras, para luego empezar a definir imágenes de cerca y ¡cómo no! Ver la cara de sus padres, lo que acaba siendo una felicidad para todos…y así, poco a poco, las imágenes que se van formando en la retina de ambos ojos van a ir siendo transmitidas al cerebro y analizadas para poder ser conscientes del entorno que nos rodea. 

Primeros 10 años de vida

Todo este proceso se realiza principalmente a lo largo de los primeros 10 años de vida, y podríamos decir que el momento más importante en torno a los 4 años, cuando el niño o niña va a empezar a dibujar, a “trabajar” visualmente de cerca jugando o aprendiendo.

El cerebro escoge un ojo preferido en el 4% de los niños

Niña Con Gafas
Una niña con ojo vago.
AURORA D-L

Sin embargo, hay diversas causas que pueden hacer que en hasta en un 4% de los niños, este proceso no se desarrolle como es debido. Pequeñas diferencias entre cada uno de los ojos (diferencias de graduación, o pequeñas desviaciones de la mirada por problemas musculares, …) pueden provocar que el cerebro “escoja” uno de los ojos como preferido, y poco a poco deje de hacer caso al otro hasta el punto que ese ojo pasará a ser vago, y si este proceso se mantiene así hasta los 10 años, sin ponerle solución, ya luego será demasiado tarde para recuperar esa conexión cerebro-ojo y volver a ver.

Problemos serio: la importancia de la revisión

Y además de ser un grave problema, es a su vez difícil de detectar si no es mediante un estudio por un médico oftalmólogo. El niño en su día a día ve sin problemas, apenas presenta síntomas, porque uno de los ojos funciona perfectamente y al estar con los dos ojos abiertos no se va a dar cuenta de que uno de ellos no funciona bien, además en muchos de los casos los ojos se ven “normales” aparentemente, no es que presenten un problema en sí, sino que la conexión con el cerebro está fallando, es por eso que entre los 3 y los 5 años de vida, todos los niños deberían de ser vistos por un oftalmólogo, por un médico, que es quien va a poder diagnosticar y tratar este ojo vago.

La buena noticia es que existe tratamiento

Porque en este caso la buena noticia es esa, que tiene tratamiento. Si se diagnostica a tiempo (cuanto antes mejor) se pueden personalizar tratamientos para cada caso, que van desde simplemente ocluir a veces el ojo bueno para que el ojo perezoso trabaje, o añadir gotas, gafas o lentes de contacto a esas oclusiones, o incluso ayudarse de tratamientos con dispositivos electrónicos desarrollados para tratar el ojo vago y en algún caso hasta podríamos recurrir a la cirugía para solucionarlo.

Digamos que todos estos tratamientos prácticamente sólo van a ser útiles en esos primeros 10 años de vida, cuando se está formando la conexión entre el ojo y el cerebro, por eso es importante un diagnóstico precoz y un tratamiento personalizado, todos conocemos a alguien, ya adulto, que tiene un ojo vago, si no es así, preguntad y veréis como lo encontráis, y eso debería de cambiar ahora que sabemos que podemos tratarlo siempre que empecemos a tiempo.

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