Según datos aportados en el reciente Congreso de la Sociedad Española de Patología Dual celebrado en Mallorca, más del 66% de los pacientes con trastornos mentales graves fuma, lo que convierte la adicción al tabaco en una gran olvidada dentro del grupo de personas que sufren estas patologías.
Según explican los expertos, muchos pacientes encuentran en el consumo de tabaco una mejoría temporal de algunos de sus síntomas, lo que les hace desarrollar una adicción más grave que otras personas y provoca que el tratamiento sea más complejo y que los porcentajes de recuperación sean más bajos.
“Desde la salud mental no sólo no se ha abordado el tratamiento del trastorno por uso de tabaco, sino que, a veces, incluso a día de hoy, fumar está muy normalizado entre las personas con trastornos mentales e, incluso, los profesionales, con nuestras actitudes y protocolos, favorecemos el consumo”, señalaba durante el evento Carlos Parro, psiquiatra del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Gregorio Marañón de Madrid y miembro de la Sociedad Española de Patología Dual.
Diferentes expertos internacionales asistentes a este congreso ha puesto sobre la mesa la necesidad de dar solución a este problema porque “conseguir que nuestros pacientes dejen de fumar es probablemente la intervención más efectiva para alargar la vida de las personas con trastornos mentales graves” (no hay que olvidar que el uso de tabaco provoca cada año 1,2 millones de muertes solo en Europa).
“Probablemente debamos atrevernos a extender los tratamientos farmacológicos y psicoterapéuticos, buscar objetivos que no sean la abstinencia o utilizar otros productos que suministran nicotina (cigarros electrónicos o tabaco sin combustión). Entiendo la preocupación que los productos smoke-free generan a nivel de salud pública, pero a nivel individual para las personas con trastornos mentales graves pueden ofrecer una ventaja que mejore la salud y la calidad de vida de las personas”, añadía Parro.
Para ahondar más en este asunto, 20Minutos entrevista al experto sueco Karl Fagerström, psicólogo y uno de los especialistas más importantes de la lucha contra el tabaquismo, ámbito al que lleva dedicado casi 50 años. Fagerström - que ha asistido también a este congreso- abordó el trastorno por consumo de tabaco como problema grave de salud mental y es un gran conocedor del impacto positivo que tiene el uso de alternativas libres de combustión en políticas de salud pública. De hecho, cree que el objetivo de vivir en un mundo sin cigarrillos es posible, pero no tanto hacerlo sin nicotina ya que ésta, a su juicio, juega un rol clave en la solución del problema.
Ha participado recientemente en el Congreso de la Sociedad Española de Patología Dual. La pregunta sería doble: ¿Cómo afectan los trastornos mentales al consumo abusivo de tabaco y cuánto afecta a la vez el consumo de tabaco en que los trastornos mentales se perpetúen?Las personas con trastornos mentales tienen una prevalencia mucho mayor de tabaquismo y las personas con depresión y esquizofrenia no mueren a causa de la enfermedad mental, sino de enfermedades atribuibles al tabaquismo. A las personas con trastornos mentales les resulta más difícil dejar de fumar. Para ellos es más importante reducir los productos nocivos.
Es España el 20% de la población es fumadora, en su país (Suecia) supera ligeramente el 5%. ¿Es una utopía creer que un país puede quedar libre de humo?Un país puede ser libre de humo con una regulación adecuada donde los productos se regulen según el daño pero una sociedad libre de nicotina es una utopía.
Usted defiende que una sociedad libre de tabaco es posible pero no libre de nicotina. ¿Qué alternativas libres de combustión se pueden ofrecer a aquellas personas que tienen adicción al tabaco?Bolsas de nicotina sin tabaco o snus (el snus sueco es una mezcla de tabaco finamente picado, agua, aromatizantes y sal que se consume por vía oral), cigarrillos electrónicos y tabaco para calentar pero no para quemar.
Explíquenos por qué el snus es más eficaz para dejar de fumar que otras herramientas.Los fumadores pueden pasarse al snus sin tener la sensación de estar enfermos y necesitar medicamentos (por ejemplo los parches). El snus proporciona más nicotina, es más barato y el antiguo fumador puede consumirlo durante el tiempo que desee. Además es más cómodo, ya que a menudo está prohibido fumar.
En su país se está utilizando con éxito. ¿Cree que su uso podría ser trasladable al resto de países con los mismos resultados?Sí, al menos las bolsitas de nicotina sin tabaco.
¿La nicotina ha sido demasiado denostada? ¿Qué papel juega realmente dentro del impacto que el tabaco produce en sus consumidores?Los daños se han exagerado. Puede causar dependencia, perjudicar al feto si la madre fuma y, posiblemente, empeorar los episodios cardiovasculares, como ictus e infartos, si se sigue consumiendo nicotina.
La Sociedad Española de Oncología Médica ha alertado sobre nuevas formas de consumo como los vapeadores y cigarrillos electrónicos, a los que considera tan nocivos como el tabaco. ¿Qué opinión le merece?Eso es incorrecto. Por ejemplo la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos) ha concedido al snus sueco el derecho a comercializarse como menos nocivo. La combustión es lo que realmente hace que el tabaco sea muy nocivo.
Usted opina que la prohibición del tabaco no es la solución, sin embargo, las medidas adoptadas en numerosos países para combatir el tabaquismo pasan por restringir cada vez más las zonas de consumo o subir su precio. ¿Por qué cree que no es eficaz esto de cara al consumidor de tabaco?Cada vez más fumadores utilizan la nicotina como automedicación para sus problemas cognitivos, emocionales y mentales. El ser humano tiene un gran apetito por las drogas. Por ejemplo, el consumo de nicotina disminuye, pero el de otras drogas como el cannabis aumenta.
¿Qué le parece la nueva medida de Reino Unido de prohibir la venta de tabaco a los nacidos con posterioridad al 2008 para crear una generación libre de tabaco. ¿Opina que será posible conseguirlo?Es una medida que está bien pero es un proceso lento que el libre mercado con un sistema regulador correcto podría hacer mucho más rápido.
La frase es suya: “No podemos abolir las drogas, pero tenemos que minimizar el daño”. ¿Piensa que si se prohibe el tabaco las nuevas generaciones encontrarán nuevas vías de escape en otra adicciones (juego online, pantallas, bebidas energéticas…)?Sí que lo creo.
Comentarios