¿Por qué cada vez vemos a más pacientes con alergia?

Con la primavera cada vez más cerca, son muchos los que temen a las múltiples alergias que se intensifican en estas fechas. El número de alérgicos y los diferentes tipos de reacciones siguen incrementando con el paso de los años, motivo de preocupación tanto para los pacientes como para los alergólogos.

Aunque existan muchas formas de aliviar los efectos de la alergia, como evitar tareas de jardinería en las fechas de mayor concentración de polen o no colgar las sábanas y las toallas en el exterior, es difícil evadir sus efectos molestos al completo. Reducir la estancia en exteriores o recurrir al uso de mascarillas son medidas que en la actualidad pueden resultar insuficientes.

La alergia es definida como “una respuesta anómala al organismo frente a sustancias provenientes del exterior”, indica la jefa del servicio de Alergología del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, Ana Pérez Montero. Estas sustancias, también llamadas alérgenos, pueden provocar una respuesta anómala en los afectados. Entre ellas, se encuentran “las plantas, los ácaros del polvo, los animales y los alimentos”.

“Dentro de los alérgenos se encuentran las plantas, los ácaros del polvo, los animales o los alimentos”

Las circunstancias que provocan la proliferación de los alérgenos y que estos afecten en mayor forma a los pacientes son variadas. No solo los factores genéticos asociados a enfermedades alérgicas influyen en la aparición de alergias nuevas o en la intensificación de algunas sufridas con anterioridad. No obstante, es un elemento a tener en cuenta porque “es frecuente ver niños alérgicos con antecedentes de alergia en sus progenitores”, agrega la experta.

Factores no hereditarios

Pese a que hay genes asociados a afecciones alérgicas concretas que se transmiten de padres a hijos, existen otros aspectos externos que explican el motivo del aumento de la alergia en los últimos años. Entre ellas se encuentra la llamada teoría de la higiene, formulada en 1989 por Strachan, que indica que el número de enfermedades alérgicas está creciendo a causa de que nuestro sistema inmunológico no tiene que defenderse de las infecciones gracias a nuestra mejor higiene, desarrollo de vacunas y toma de antibióticos. Por esta razón, nuestro organismo reacciona ante sustancias tan inocuas como una planta o un alimento.

La contaminación ambiental y el cambio climático son dos de las causas que han propiciado que las alergias supongan una amenaza cada vez mayor en la población. En concreto, “el aumento de la temperatura media global de la tierra, variando la temperatura de las estaciones ocasiona un adelanto de la floración y un incremento del periodo de exposición a los pólenes”, afirma la especialista, lo que le supone al paciente estar más tiempo en contacto con estos granos y mayor propensión a desarrollar alergia.

“El aumento de la temperatura media ocasiona un adelanto de la floración”

Asimismo, diversos estudios han demostrado que las enfermedades alérgicas han tenido un repunte en países industrializados, puesto que “el óxido nítrico, el ozono y las partículas diésel que desprenden los coches alteran la estructura del polen, haciéndolo más agresivo y aumentando la capacidad de producir una respuesta alérgica en personas susceptibles”, añade Pérez Montero.

Los aditivos y los conservantes que se añaden a los alimentos para que se conserven más tiempo o para que tengan otro sabor o aroma pueden, en palabras de la doctora, “alterar el alimento y producir una reacción alérgica”. Todos estos factores contribuyen a que cada vez más personas padezcan diferentes tipos de alergia. El aumento exponencial de afectados invita a pensar que en unos años descubriremos “más factores” y podremos “dar una mejor respuesta” a los pacientes.