Las ventajas para la salud de volver a la rutina

Cosas que nos hacen sentir bien a pesar de volver al trabajo
Cosas que nos hacen sentir bien a pesar de volver al trabajo
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Cosas que nos hacen sentir bien a pesar de volver al trabajo

Septiembre es sinónimo de vuelta a la rutina, al trabajo, los estudios… y también de la mal llamada ‘depresión postvacacional’, esa tristeza y desánimo que sentimos al tener que volver a trabajar tras las vacaciones. Sin embargo, aunque después del primer madrugón de la temporada seamos incapaces de verlo, volver a la rutina tiene muchas ventajas, especialmente para nuestra salud, tanto física como mental. Veamos algunas de ellas.

Adiós a los kilos de más

Por mucho que nos cuidemos, es normal que durante las vacaciones nos relajemos más con el tema de la alimentación, comamos cosas que no tomamos habitualmente… Eso tiene como consecuencia que, durante las vacaciones tendamos coger algún kilo. 

Si tenemos un peso normal, coger un par de kilos no tiene por qué ser un problema, pero sí puede llegar a serlo si seguimos cogiendo peso, aunque sea poco a poco. Con la vuelta a la rutina, a las comidas en casa, etc., lo normal es que, en pocas semanas y sin mucho esfuerzo, esos dos kilos desaparezcan y volvamos al peso que teníamos antes de las vacaciones.

Comemos más saludable y bebemos menos alcohol

En vacaciones, se convierte en habitual lo que durante el resto del año solemos dejar para los fines de semana u ocasiones especiales: una cervecita o un vino a media tarde, un helado de postre, el picoteo que llevamos a la playa o a la piscina, una barbacoa al aire libre, las salidas nocturnas y las copas… Todas estas cosas, si las hacemos con moderación o esporádicamente, no tienen repercusión en nuestra salud, pero sí si lo hacemos habitualmente, como suele ocurrir en vacaciones. Volver a la rutina nos ayudará a abandonar -o dejar para los findes- los hábitos poco saludables y a retomar los saludables, tan importantes para mantener la salud a largo plazo.

Volvemos a hacer ejercicio

Aunque hay gente que las aprovecha para practicar sus deportes favoritos, lo más habitual es que durante las vacaciones seamos más sedentarios y abandonemos también la rutina de ir al gimnasio o a clases programadas, pues muchos cierran en el mes de agosto. 

Volver a tener un horario laboral nos hará también retomar otros hábitos, como el ejercicio. Además, cuanto antes volvamos a retomar el ejercicio, mejor, pues las hormonas que segregamos gracias a practicarlo (endorfinas, serotonina y dopamina) ayudarán a levantarnos el estado de ánimo, que puede estar algo decaído por el fin de las vacaciones. Para las personas que no hacen ejercicio de manera regular, la vuelta a la rutina es el momento ideal para empezar.

Favorece que tengamos un sueño más regular y que nos acostemos antes

En vacaciones podemos levantarnos más tarde, sin que el despertador perturbe nuestro sueño cuando más a gusto estamos durmiendo. Sin embargo, dormir hasta más tarde no significa ni dormir más ni dormir mejor. De hecho, en vacaciones es habitual acostarnos mucho más tarde, algo que perjudica negativamente al sueño, aunque duermas las mismas horas. Y es que, aunque parezca paradójico, en verano ya sea por las vacaciones, el calor nocturno o porque hay menos de oscuridad, dormimos menos. 

Por otro lado, una reciente investigación, llevada a cabo por la Sociedad Europea de Cardiología, apunta a que irse a dormir pronto -entre las 22:00 y las 23:00- reduce en un 12% el riesgo de desarrollar una enfermedad cardiaca en comparación con irse a dormir a partir de las 11 de la noche. Por tanto, a las mismas horas de sueño -siete al menos- es más saludable acostarse ante, algo que hacemos más habitualmente cuando estamos trabajando que cuando estamos de vacaciones.

Respetamos más los ritmos circadianos

Todos tenemos un ‘reloj interno’ conocido como ritmos circadianos, fluctuaciones periódicas -sobre todo hormonales- que se producen en nuestro organismo a lo largo del día y que regulan funciones como el sueño, nuestros niveles de energía, nuestra actividad cerebral, la digestión… Respetar estos ritmos es importante para mantener nuestra salud, pues cada vez hay más estudios que relacionan la alteración del ritmo circadiano con enfermedades como la diabetes, la obesidad, distintos tipos de cáncer, patologías renales, etc. 

En vacaciones los alteramos completamente y de un modo brusco: nos acostamos y nos levantamos más tarde, comemos a deshoras… Volver a la rutina favorecerá que respetemos los ritmos circadianos y evitemos el riesgo adicional que supone alterarlos.

Tenemos menos estrés

Puede sonar paradójico, pero, a no ser que tengamos un trabajo que nos genere mucho estrés cada día, tener una rutina genera menos estrés a nuestro cerebro. Y es que, aunque sea de manera inconsciente, a nuestro cerebro le tranquiliza saber qué nos espera cada día y tener una sensación de control, y que nuestro cerebro esté en calma favorece nuestro bienestar emocional. Romper la rutina de vez en cuando está bien y ayuda a nuestro cerebro a adaptarse, a no acomodarse, pero no tener una rutina por un tiempo prolongado favorece el estrés y la ansiedad. 

Referencias

-Katherine R. Arlinghaus, MS, RD and Craig A. Johnston, PhD. ‘The Importance of Creating Habits and Routine’. Am J Lifestyle Med. 2019 Mar-Apr; 13(2): 142–144. 

-Shahram Nikbakhtian, Angus B Reed, Bernard Dillon Obika, Davide Morelli, Adam C Cunningham, Mert Aral, David Plans. 'Accelerometer-derived sleep onset timing and cardiovascular disease incidence'. 

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