Analgésicos que se venden sin receta, ¿qué los diferencia?

Los medicamentos sin receta se venden bajo una serie de condiciones.
Los medicamentos sin receta se venden bajo una serie de condiciones.
fizkes/iStock
Los medicamentos sin receta se venden bajo una serie de condiciones.

Los analgésicos que se venden sin receta médica son una opción asequible y rápida para las personas que están sufriendo algún tipo de dolor. Así, no tienen que acudir a la consulta médica para obtenerlos, por lo que ahorran tiempo. Pero ¿hay alguna diferencia entre tomar un analgésico con receta y otro sin receta?

La primera es el precio. Un analgésico recetado por el médico siempre será más económico que comprado por nuestra cuenta, ya que una parte la cubre la Seguridad Social. No obstante, tampoco se trata de medicamentos excesivamente caros, por lo que la diferencia puede ser irrisoria.

En cambio, la segunda es ya más importante y tiene que ver con los miligramos. No hace mucho tiempo se podía comprar en las farmacias Ibuprofeno de 600 mg sin receta médica, pero esto cambió desde que la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en 2018 denunció casos de mala praxis, ya que este medicamento debe dispensarse solo con receta.

¿Por qué un analgésico puede venderse con receta o sin receta?

El Manual MSD explica que los analgésicos se venden sin receta cuando "tras muchos años de ser utilizados bajo la regulación de una prescripción, los fármacos que poseen excelentes registros de seguridad pueden ser aprobados para su venta libre". Pero a esto le acompañan una serie de condiciones.

Una de ellas es que la dosis debe ser menor. Recuperando el ejemplo del ibuprofeno, este analgésico se puede vender sin receta siempre que sea de 400 mg, pero si es de 600 mg va a necesitar que lo prescriba un profesional. Esto está relacionado con la eficacia y la seguridad de los fármacos.

Todos los analgésicos que se venden con receta médica tienen un perfil de seguridad que, según la OCU, "puede suponer un peligro para la salud de las personas". Es por esto por lo que debe ser un profesional de la salud quien recomiende la toma de un Ibuprofeno de 600 mg. 

¿Qué tipos de analgésicos hay?

En España, los analgésicos solo se pueden adquirir en las farmacias, sean estos con o sin receta. Hemos hablado del Ibuprofeno en su formato de 400 mg. Un medicamento adecuado para tratar el dolor leve y moderado, como puede ser el de cabeza o el de la menstruación. Conviene no superar la cantidad diaria aconsejada al día, ya que esto puede aumentar el riesgo cardiovascular

Pero, también nos encontramos con el Paracetamol que se puede adquirir en dosis de 500 o 650 mg. Además del alivio del dolor, este analgésico ayuda a bajar la fiebre. No obstante, importa seguir las indicaciones del prospecto, ya que en dosis elevadas puede terminar dañando el hígado, explica la OCU.

Otro analgésico que también se puede adquirir sin receta médica es la Aspirina (Ácido acetil salicílico). La dosis es de 500 mg y nunca debe tomarse con alcohol, ya que aumenta el riesgo de hemorragia gastrointestinal, según la OCU. Asimismo, en caso de una úlcera o asma es mejor evitar este medicamento.

Por otra parte, está el Nolotil, aunque este analgésico sí necesita receta médica. El motivo es que si se toma sin un control médico puede provocar agranulocitosis, como dice la OCU, una disminución de un tipo de glóbulos blancos en la sangre. Por eso está indicado para tratamientos de corta duración en el alivio de dolores moderados y severos.

Existen más analgésicos, aunque siempre se debe contar con el asesoramiento de un farmacéutico o médico para elegir la mejor opción para cada caso en particular. Además, hoy que celebramos el Día Mundial del Dolor debemos concienciarnos de tomarlos con precaución. Un analgésico, aunque no necesite receta, continúa siendo un medicamento que puede tener efectos secundarios.

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