Los árboles, señalados como extraños 'sospechosos' de propagar la Covid

Desde que la Covid-19 comenzara a expandirse por el mundo, los investigadores han estado estudiando los motivos por los que conseguía una tasa de contagio tan alta rápidamente. 

Una de las razones que han encontrado durante estos meses es que el coronavirus puede mantenerse en las superficies durante períodos prolongados de tiempo, lo que implica una mayor infectividad. 

Un nuevo estudio de la Universidad de Nicosia (Chipre) ha ampliado esta conclusión, considerando el polen como un agente ambiental que afecta en este sentido.

Para desarrollar la investigación, utilizaron la informática para estudiar el rol de las partículas microscópicas que transmiten el virus, recreando a un grupo numeroso de gente cerca de un sauce. 

De esta manera, consiguieron demostrar que este árbol facilitaba la expansión de un virus similar a la Covid-19 a través del polen. 

Los granos que eran transportados por el aire, también movían el coronavirus, con especial relevancia en grupos de población muy densos.

"Hasta donde sabemos, esta es la primera vez que mostramos a través de modelos y simulación cómo los microgramos de polen en el aire se transportan con una brisa ligera, lo que contribuye a la transmisión del virus en el aire en multitudes al aire libre", explica Dimitris Drikakis, líder del estudio, a la revista Physics of Fluids.

Los científicos han terminado concluyendo que el polen podría alcanzar en tan solo un minuto a un grupo que se encontrara hasta a 20 metros de distancia, lo que a su vez expandiría las partículas del virus.

Por ello, la distancia social recomendada de dos metros no sería suficiente en el caso de encontrarse en zonas con abundantes árboles que pudieran tener gran cantidad de polen.

De media, un árbol puede soltar por cada 30 centímetros cúbicos, 40 granos de polen. Esto equivale a aproximadamente 1.500 granos por metro cúbico en el aire, según han asegurado expertos.