Varios hospitales públicos de Madrid han iniciado un ensayo clínico, pionero en el mundo, para evaluar el efecto de la administración precoz de dexametasona intravenosa en pacientes hospitalizados por la COVID-19.
Se trata de un estudio multicéntrico promovido por la Fundación para la Investigación e Innovación Biomédica de los hospitales Infanta Leonor y Hospital Universitario del Sureste, mientras que el Enfermera Isabel Zendal "está siendo clave" en el reclutamiento de pacientes, indica el hospital Infanta Leonor en una nota sobre un estudio en el que también participa el Clínico San Carlos.
El objetivo de este ensayo clínico —denominado Early-Dex y cuyos investigadores principales son Ana Isabel Franco y Juan Torres, del Infanta Leonor— es conocer si existe beneficio en la administración de dexametasona en pacientes que ingresan sin necesidad de oxigenoterapia, pero con marcadores analíticos de mala evolución, es decir, aquellos que tienen un alto riesgo de desarrollar una insuficiencia respiratoria aguda.
La dexametasona es un corticosteroide con efectos antiinflamatorios e inmunosupresores, que en la COVID-19 ayuda a paliar el daño originado cuando el sistema inmunológico se sobreactiva.
Un estudio previo, el Recovery, ha demostrado la capacidad de este fármaco para reducir la mortalidad en pacientes hospitalizados por COVID-19 que precisan de tratamiento con oxígeno, "pero no se observó que fuera beneficiosa para los pacientes que no requieren oxigenoterapia", que es lo que trata de demostrar ahora este ensayo clínico.
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