Con toda probabilidad ha sido uno de los términos más utilizados desde empezó la pandemia. En psicología se define a la resiliencia como la capacidad que tiene una persona para superar circunstancias traumáticas como la muerte de un ser querido, un accidente... Permite desarrollar conductas positivas ante el estrés, las amenazas o algún conflicto y esta cualidad ha sido especialmente valorada durante estos largos meses (que ya han sumado más de un año) para enfrentarnos a una situación tan extrema como la originada con el coronavirus.
Llegados a este punto habría que preguntarse: ¿la resiliencia se hace o, por el contrario, se nace con ella? José Luis García Serrano ‘Jota’, triatleta paralímpico invidente que colabora con la plataforma de bienestar Gympass, opina que aunque hay personas que tienen más capacidad que otras para afrontar determinadas situaciones esta cualidad necesita del trabajo diario. Para conseguirlo, el deportista asegura que la actividad física puede convertirse en una herramienta perfecta para aumentar los niveles de resiliencia.
Jota, que el próximo mes de agosto competirá en las paralimpiadas de Tokio 2021, toma como referencia su propia experiencia: “Cuando te enfrentas a una situación complicada, tienes dos caminos que tomar: hundirse o levantarse y seguir. Yo elegí la segunda, y encontré en el deporte una forma de vida”. De igual forma, el triatleta madrileño añade que “las mejores virtudes que una persona puede tener se obtienen a base de trabajo duro y constancia. Estos dos conceptos son los que te hacen trabajar la capacidad de positivizar el desastre, es decir, de ser cada día más resiliente y sacar cosas buenas de momentos desafortunados".
Veamos de qué manera puede ayudar el deporte a aumentar esta capacidad de resiliencia que toda persona posee:
Permite desarrollar ciertas conductas
“Cuando practicamos deporte y nos ponemos objetivos, es importante desarrollar actitudes como la paciencia, para no desmotivarse ni abandonar, o la capacidad de relativizar, para equilibrar los niveles de autoexigencia”. El fomento de estas dos cualidades también es fundamental para superar circunstancias adversas, es decir, para poner a prueba nuestra resiliencia.
Ayuda a superar obstáculos
Al ponernos una meta deportiva concreta, vamos alcanzando pequeños objetivos físicos que nuestro cuerpo va logrando. “Este proceso de superación también es aplicable a los obstáculos mentales que nos impone el día a día y que somos capaces de vencer con la misma actitud con la que afrontamos los retos deportivos”.
Potencia descubrirse a uno mismo
El incremento en la fuerza personal y sensación de autoestima al vencer nuestros objetivos deportivos, nos hace conscientes de nuestra capacidad de superar también situaciones personales difíciles, y nos permitirá tener mejoría en el manejo de las emociones.
Nos hace más optimistas
El deporte nos permite visualizar lo que queremos conseguir para poner el 100% de las energías en ir a por ello. “En las situaciones personales, debemos aplicar la misma actitud, en vez de preocuparnos por lo que tememos que ocurra, o por lo que podría haber sido y no fue. Es importante tener capacidad de aceptación y confiar en nuestras fortalezas y habilidades”.
Ayuda a liberar las cargas personales
El deporte no solo nos ayudará a desarrollar actitudes positivas para a hacer frente a las adversidades de la vida, sino también, durante el camino de superación, será “una vía muy efectiva para descargar las tensiones, sentimientos e impulsos que se cruzan en nuestro camino y nos impiden avanzar hacia la solución”.
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