Cada vez más, nos centramos en el bienestar de nuestra salud, y nuestro hogar se ha ido equipando gradualmente con herramientas como mancuernas, cintas de glúteos y equipos de entrenamiento. Un número significativo de personas ha adoptado hábitos alimenticios más saludables, explorando opciones alternativas a las recetas tradicionales. Incluso hemos incorporado electrodomésticos innovadores, como las freidoras sin aceite, que permiten disfrutar de unas patatas fritas casi perfectas, pero con menos grasas. Estos dispositivos nos facilitan el cuidado de nuestra forma física y contribuyen a la prevención de posibles enfermedades futuras.
Hay aparatos específicos con los que podemos medir rápidamente algunos parámetros importantes de nuestra salud y saber si todo está en orden. Es útil tener en casa un tensiómetro de brazo para controlar nuestra presión arterial, sobre todo, si sufrimos de hipertensión, sobrepeso o padecemos alguna enfermedad coronaria. Estos medidores son muy fáciles de usar, económicos y ocupan poco espacio, por lo que nunca está de más hacerse con uno. Este modelo de la marca Medisana se ajusta al brazo y es uno de los más vendidos en Amazon. Cuenta con más de 27.000 valoraciones y, ahora, tiene un descuento del 26% en el ecommerce y solo cuesta 31,99 euros.
El dispositivo de Medisana monitoriza la presión arterial y muestra el resultado mediante un semáforo de colores que facilita su interpretación. Además, tiene función memoria y un manguito adecuado para circunferencias de brazo de 22 a 36 centímetros. En la pantalla aparecen los valores de sístole, diástole y el pulso, así como la fecha y la hora. Además, incluye una bolsa de almacenamiento para poderlo transportar o llevar de viaje.
Cómo debemos medirnos la presión arterial en casa
A la hora de medir la tensión tenemos en cuenta dos parámetros: la presión sistólica y la presión diastólica. Las dos cifras que habitualmente denominamos máxima y mínima. Una presión arterial sistólica (máxima) de hasta 130 se considera normal y alta de 130 a 140. La presión arterial diastólica o mínima es normal hasta 85 y alta de 85 a 90. Los niveles iguales superiores a 140 de máxima y 90 de mínima entran en valores de hipertensión.
Utilizar aparatos como el tensiómetro es muy sencillo, pero hay que tener cuidado de no cometer errores habituales que pueden distorsionar los datos y que no muestre los valores reales. Estos tres errores son muy comunes y fáciles de evitar.
- Estar sentado de forma incorrecta. No tener los pies bien apoyados en el suelo, o que la espalda no descanse en el respaldo de la silla, pueden modificar los parámetros de la toma de tensión. Así mismo el brazo debe estar apoyado en una mesa a la altura del corazón.
- Poner el manguito por encima de la ropa. Es básico que el manguito se encuentre colocado en el brazo desnudo y por encima del codo. Si se mide la tensión con la manga de la camisa, los valores podrían ser más elevados.
- No quedarse quieto y seguir hablando. Durante el poco rato que dura la medición es mejor no moverse, respirar con normalidad y no hablar para que los parámetros no se alteren.
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