Durante nuestro periodo de vacaciones dejamos aparcado el epígrafe 'ejercicio diario' para abandonarnos al descanso. Y está perfecto así. Sin embargo, antes que paralizarlo absolutamente, podemos aprovechar los baños en el mar o en la piscina para hacer una serie de ejercicios que nos ayuden a mantener el cuerpo tonificado, sin apenas esfuerzo.
Además del beneficio físico evidente (que hará que a la vuelta no nos cueste tanto retomar la rutina), un estudio del National Center for Biotechnology Information concluye que los ejercicios aeróbicos, como puede ser la natación, contribuyen a mejorar nuestro estado de ánimo. "Estas mejoras son causadas por el aumento de la circulación sanguínea al cerebro inducida por el ejercicio y por una influencia en el eje hipotalámico-pituitario-suprarrenal (HPA). Por lo tanto, el ejercicio aeróbico está relacionado con la reactividad fisiológica al estrés".
A continuación, la triatleta profesional y entrenadora Ruth Gómez, de la mano del laboratorio Marnys, nos traslada cinco ejercicios que podemos aprovechar a realizar mientras nos refrescamos bajo el agua, y que servirán para tonificar nuestro cuerpo y motivar nuestra mente. ¿Ready?
1- Paso a paso bajo el agua
Para comenzar con una rutina sencilla de ejercicios de verano, camina bajo el agua durante 10 minutos ininterrumpidos, hacia delante y hacia atrás, dando en cada serie unos 15 pasos. Para llevar a cabo esta actividad es importante recordar mantener la espalda recta y no caminar de puntillas. Otro elemento importante a tener en cuenta según la experta, es la altura a la que está el agua en el que nos bañamos: "Cuanta más altura tenga el agua, mayor esfuerzo deberás realizar para cumplir con este ejercicio. ¿Lo mejor? Que el agua no pase de tu cintura".
2- Sentadillas moldeadoras
Hacer sentadillas, normalmente, conllevan un importante desgaste físico. Sin embargo, si las realizas bajo el agua, comprobarás que necesitas menos esfuerzo, cuando los resultados son muy similares.
De la misma manera que las harías en casa o en el gimnasio, haz 20 sentadillas manteniendo una postura recta. Conviene, también, que el agua no supere en altura tu cintura, porque la resistencia que pondrás será mayor y el desempeño más complicado.
3- Trabaja tus brazos
Cuando lleves a cabo ejercicios con la intención de tonificar tus brazos bajo el agua, ésta debe llegar a la altura de tus hombros, de manera que tus brazos queden sumergidos por completo. Busca, pues, la zona de la piscina en la que cubre más pero en la que no dejes de 'hacer pie'.
Uno de los ejercicios más sencillos y tonificantes para los brazos consiste en llevar las rodillas al pecho y sostenerlas durante unos minutos, alternando una y otra y repitiendo las series varias veces. Como comenta la entrenadora: "Si te atreves con una práctica un poco más intensa, también puedes estirar los brazos bajo el agua y dar puñetazos con ellos, como si estuvieras haciendo boxing. Te recomiendo hacer cuatro series de 20 repeticiones".
4- Movilidad de las rodillas
La piscina te brinda una excelente oportunidad para trabajar la movilidad de dos articulaciones que, fuera de ella, sufren mayor impacto. Se trata de los tobillos y las rodillas que, al trabajarse bajo el agua, no acusan el golpe directo contra el suelo. En el agua, la tensión a la que se ven sometidas estas articulaciones es mucho menor, y evita que éstas se vean afectadas de manera negativa.
El ejercicio tonificante que nos propone la experta es tan sencillo como realizar movimientos circulares con los tobillos y las rodillas bajo el agua, y repetirlos 15 veces con cada pierna.
5- Y, por supuesto, ¡nadar!
Absolutamente demostrado está que la natación es uno de los mejores deportes (y más completos) para tonificar todas las partes del cuerpo al mismo tiempo, y sin apenas esfuerzo. Además, nadar mejora nuestra capacidad pulmonar y nos mantiene en forma física si lo hacemos cada día.
La natación, como el ejercicio físico en general, mejora la salud mental porque reduce la ansiedad y mejora la autoestima, al tiempo que contribuye a una mejor calidad del descanso nocturno. Todos estos beneficios, sumados al periodo vacacional y a los efectos beneficiosos del sol (con moderación) hacen del deporte bajo el agua una práctica más que recomendable.
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