Determinados trabajos, especialmente aquellos que implican movimientos repetitivos frecuentes de las manos y las muñecas, pueden producir una patología conocida como síndrome del túnel carpiano. Cuando este sea su origen, es importante recordar que se considera como enfermedad laboral, por lo que podría conllevar una prestación económica o cambio de puesto.
¿Qué es el síndrome del túnel carpiano?
Específicamente, el síndrome del túnel carpiano se define como el atrapamiento del nervio mediano (que va desde el antebrazo hasta la mano) en el túnel del carpo (el hueco transcurre por el interior de la muñeca y por el que también pasan los tendones flexores de los dedos).
Este atrapamiento es consecuencia de traumatismos acumulativos, normalmente como resultado de realizar movimientos de flexión y extensión repetidos. Por ello, es común en quienes desempeñan determinadas profesiones manuales.
¿Cuáles son sus síntomas?
La afección puede manifestarse de varias maneras diferentes, por lo que es importante acudir al médico si aparece cualquier molestia en esta parte del cuerpo y especialmente si son sostenidas en el tiempo.
Estos síntomas pueden incluir:
- Torpeza de la mano al agarrar objetos.
- Entumecimiento u hormigueo en el pulgar y en los dos o tres dedos siguientes de una o ambas manos.
- Entumecimiento u hormigueo en la palma de la mano.
- Dolor que se extiende al codo.
- Dolor en la mano o la muñeca en una o ambas manos.
- Problemas con los movimientos finos de los dedos (coordinación) en una o ambas manos.
- Atrofia del músculo por debajo del pulgar (en casos avanzados o prolongados).
- Agarre débil o dificultad para cargar bolsas.
- Debilidad en una o ambas manos.
¿Cómo se trata?
Existen varios tratamientos que pueden mejorar los síntomas del túnel carpiano, llegando a veces incluso a lograr la remisión completa. Aún así, hay que tener en cuenta que más de la mitad de los casos eventualmente requerirán cirugía, e incluso así la recuperación puede ser muy lenta. Si la patología no se trata, con el tiempo puede provocar hormigueo, entumecimiento y debilidad permanente.
Así, por ejemplo, algunos pacientes pueden beneficiarse del uso de una férula por la noche o incluso durante todo el día, durante algunas semanas. Igualmente, se recomienda evitar dormir sobre las muñecas, y aplicar calor o frío en la zona puede minimizar el dolor.
En los casos en los que las molestias sean particularmente intensas, es posible que el médico prescriba antiinflamatorios no esteroideos (por ejemplo, ibuprofeno) o inyecciones de corticosteroides en la zona afectada.
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