Esmaltes permanentes, ¿cómo hacerlos y quitarlos sin riesgos para las uñas?

  • Utilizar esmaltes permanentes de calidad es importante para cuidar las uñas.
  • Siempre se deben quitar estos esmaltes en centros especializados para evitar correr riesgos.
Retirar de manera inadecuada los esmaltes permanentes puede dañar las uñas.
Retirar de manera inadecuada los esmaltes permanentes puede dañar las uñas.
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Retirar de manera inadecuada los esmaltes permanentes puede dañar las uñas.

En los últimos años, los esmaltes permanentes se han hecho muy populares. La razón principal es que su duración llega a alcanzar el mes y puede que incluso más en algunos casos. Sin embargo, conviene acudir a profesionales que sepan aplicar y, también, retirar de manera adecuada este tipo de esmaltes.

Algunas personas se sorprenden cuando les cuesta mucho retirar este tipo de esmaltes de sus propias uñas y del resultado. Las uñas están sin brillo, puede que su superficie tenga daños y que parezca que necesitan una profunda hidratación. Sin embargo, ¿qué es lo que se suele hacer? Volver a pintarlas para enmascarar todo esto. Pero ¿los esmaltes permanentes son siempre así?

¿Se puede aplicar un esmalte permanente sin riesgos?

Es posible aplicar un esmalte permanente sin riesgo alguno para la uña, de hecho, este tipo de esmaltes no es normal que dañen las uñas si son buenos. Por esta razón es fundamental siempre acudir a un centro especializado. En ellos, lo primero que harán será desinfectar la uña para, después, retirar la cutícula y darle la forma deseada. 

La parte más delicada es utilizar una lima o un taco que pulirá toda la superficie de la uña para asegurar la adherencia del esmalte. Esto debe hacerse con cuidado y sin pasarse, ya que la uña tiene una serie de capas que son necesarias y que la protegen. Si se eliminan en exceso se puede dejar el paso libre a infecciones por hongos, fragilidad o una pérdida total de su brillo natural.

Tras estos pasos, hay que elegir esmaltes permanentes con buenos ingredientes que no dañen la uña y que se adhieran bien, pero que también permitan una retirada del esmalte sin consecuencias para las uñas. A veces, los esmaltes que no son buenos pueden provocar reacciones alérgicas. 

Lo adecuado es que antes de aplicar el esmalte en las uñas se aplique una primera capa de un esmalte que las proteja, como si fuera un primer. Aunque en cada centro de belleza el orden de los productos es diferente y puede que prescindan de este paso, la verdad, es que las uñas lo agradecerán.

Quitar los esmaltes permanentes de forma adecuada

El mayor problema surge cuando los esmaltes permanentes se retiran. Hacerlo en casa no es lo más adecuado, ya que no se cuentan con los productos que permitirán una retirada suave y sin daños para las uñas. Son esmaltes difíciles de eliminar y que pueden llevarse consigo capas de cada uña si no se retiran bien.

Lo que se debe hacer primero es limar la superficie de la uña que seguro que todavía tiene el esmalte bien adherido. Después, hay que empapar un algodón en un producto específico para retirar este tipo de esmalte o la clásica acetona. Se debe colocar sobre la uña sin arrastrar y colocar papel de aluminio. Habrá que esperar un tiempo, aproximadamente unos 15 minutos.

Cuando pasen esos minutos, se puede retirar el papel de aluminio y el algodón. El esmalte debe estar blando y debe poder retirarse fácilmente con la ayuda de un quita cutículas. Esto hay que hacerlo poco a poco y sin prisas. Después, las uñas estarán sin esmalte, solo con su color natural. 

Tras este proceso, no se aconseja volver a pintar las uñas, sino aplicar un esmalte con calcio, hidratante o un aceite y dejarlas que descansen unos días. Las uñas que siempre se llevan pintadas pueden terminar volviéndose amarillas o sufriendo los temidos hongos. Así que, conviene dejarlas descansar.

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