Mantenerse activo con actividades de diferente naturaleza es clave para un envejecimiento saludable. Precisamente, un nuevo estudio ha concluido que ciertos hábitos sencillos podrían ejercer un efecto protector frente a la demencia en las personas mayores.
El alzhéimer y la demencia, aunque son patologías en las que la edad juega un papel fundamental, no son partes inevitables del envejecimiento de las personas. Existen muchas elecciones en el estilo de vida que pueden condicionar nuestro tiempo, lo que explica que en gran medida las actuaciones contra estas enfermedades se centren en el ámbito de la prevención.
Diferentes actividades y diferentes beneficios
Se sabe que son factores protectores el mantenerse físicamente activo, mantener un peso saludable, evitar el tabaquismo y tratar la hipertensión arterial. A esto se añadiría, en vista del nuevo trabajo publicado en la revista académica JAMA Network Open, la realización de actividades mentalmente estimulantes tales como el ajedrez o la escritura.
Para llegar a esta conclusión , los adultos atendieron a los datos de más de 10.000 adultos australianos de más de 65 años recopilados a lo largo de un lapso de 10 años (entre 2010 y 2020).
Tras ajustar factores que influyen en el riesgo de las personas de desarrollar demencia (tales como la edad, el género, la etnia o el índice de masa corporal), observaron que al final del estudio aquellos que dedicaban tiempo de manera habitual a actividades tales como recibir clases, usar un ordenador o escribir cartas o un diario tenía un 11% menos riesgo de desarrollar demencia que aquellas personas que no lo hacían.
De manera parecida, otras actividades como jugar a juegos de mesa, las cartas o el ajedrez o los crucigramas y puzles se asociaban a un riesgo hasta un 9% inferior.
Por contraste y sorprendentemente (existe bastante literatura previa que sí que había documentado esta relación), factores como las relaciones interpersonales o las actividades sociales no se asociaron de ninguna forma con el riesgo de una persona de desarrollar demencia.
Además, se encontró que actividades creativas como la talla de madera o la pintura se asociaban con reducciones menores en el riesgo de demencia, y esta relación era más robusta en el caso de los hombres que en el de las mujeres.
En general, se trata de datos que aportan una línea cada vez más recomendada por los expertos de cara a prevenir los peores desenlaces en las enfermedades neurodegenerativas: la de emprender un envejecimiento lo más activo y estimulante posible.
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