![Según el último informe de Unicef, la ansiedad y la depresión son las dolencias mentales más .comunes entre los adolescentes europeos](https://imagenes.20minutos.es/files/image_640_360/files/fp/uploads/imagenes/2022/02/09/adolescentes-salud-mental.r_d.927-287.jpeg)
Reconocer ante tus padres que tienes un problema de salud mental y necesitas ayuda de un especialista puede resultar muy complicado, sin embargo, es un paso decisivo para lograr la recuperación. Son muchos los sentimientos que pueden invadirte: que no entiendan lo que te pasa, creer que van a sentirse decepcionados o a enfadarse, o que te dé vergüenza admitir que hay cosas que a otras personas le resultan más sencillas y a ti se te atragantan y se te hacen cuesta arriba.
Sin embargo, los problemas de salud mental en adolescentes son muy comunes. Dos de cada diez adolescentes españoles entre 10 y 19 años los padecían en 2019, el porcentaje más elevado de los 33 países europeos analizados por Unicef en su informe Estado Mundial de la Infancia 2021. De los problemas de salud mental revisados en este informe, la ansiedad y la depresión son los más comunes entre los adolescentes europeos. En el informe se estima que el 54,8% de los adolescentes los padecían aunque son más comunes entre chicas (70,1%) que entre chicos (39,6%).
Pero, ¿cómo plantearle a tus padres que necesitas la ayuda de un terapeuta para afrontar lo que te ocurre? La organización sin ánimo de lucro estadounidense Child Mind Institute, especializada en la salud mental infantil y en dar soporte a niños, adolescentes y sus familias, aporta una serie de consejos para dar el paso y facilitar la comunicación con el fin de expresarles lo que estás sintiendo:
No hay nada malo en pedir ayuda
El primer consejo del Child Mind Institute es tener claro que pedir ayuda no es malo. Todo lo contrario, demuestra que somos conscientes de que algo nos ocurre y queremos dar el paso para salir de las dificultades. El psicólogo del instituto Jerry Bubrick lo define así: “Es exactamente igual que si tuvieras dificultades con las matemáticas. Les dirías a tus padres: me están costando mucho las matemáticas este curso y necesito ayuda”.
Buscar un momento tranquilo
Los expertos recomiendan escoger siempre un momento tranquilo en el que todos se sientan a gusto para iniciar la conversación. Que nos permita charlar sin interrupciones de otras personas o de otros asuntos.
Explicarles lo que estás sintiendo
Es importante que antes de solicitar a tus padres su ayuda para asistir a terapia les describas de forma precisa qué es lo que te ocurre, cuáles son tus pensamientos y sentimientos y cómo te están afectando. El CMI lo explica con algunos ejemplos: “Me está costando trabajo participar en las clases. Aún con algo tan simple como leer en voz alta me paraliza. Me pongo muy ansioso y no me puedo concentrar. A veces, me siento tan ansioso/a que digo que estoy enfermo para no ir a la escuela” o “No me he sentido bien conmigo mismo últimamente. Me siento cansado y no quiero hacer nada después de la escuela. Me siento triste todo el tiempo”.
Diles que necesitas ayuda
Tras expresar lo que estás sintiendo llega el momento de decirle a tus padres que necesitas ayuda y que quieres ver a un terapeuta que te pueda dar estrategias para sentirte mejor. Si su primera reacción es la de asombro o si comentan que todos pasamos por periodos en los que estamos nerviosos, el Child Mind Institute recomienda insistir en que que es algo más serio que eso: “Diles que tus sentimientos te están causando tristeza y te están impidiendo a hacer las cosas que quieres”.
Hablar de forma racional y tranquila
Los expertos recomiendan actuar con madurez, hablar de forma tranquila y sincera, sin miedo a expresar las emociones. “Si acudes a tus padres y pierdes el control emocional al llorar tómate cinco minutos para recomponerte antes de continuar. Esfuérzate también por evitar las discusiones agresivas. Los desacuerdos pueden ocurrir, pero gritar o chillar no te ayudará en nada”.
No desistir
En el caso de que el resultado de esta primera conversación sea infructuoso, los especialistas recomiendan no desistir ya que en ocasiones los padres necesitan un tiempo para digerir una noticia de este tipo. En ocasiones, también puede servir de ayuda contárselo a otro adulto de confianza para que sirva de mediador (por ejemplo, un tío/a o abuelo/a con el que tengas confianza) o bien a un profesor.
Aceptar llegar a un acuerdo
Es posible que tus padres quieran participar de alguna forma en el proceso: ayudarte a buscar un terapeuta de confianza, acompañarte a las sesiones o quizás apoyarte realizando alguna actividad complementaria a la terapia.
No esperar
Un último consejo, cuanto antes pidas ayuda a tus padres antes comenzará el proceso de recuperación y sentirás que tienes personas en las que apoyarte.
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