Al igual que les ocurre a los seres humanos, los perros también pueden tener problemas en las articulaciones, como artrosis. Esto ocurre, como en el caso de las personas, más frecuentemente en perros mayores, grandes o con una gran actividad física. Para que esto no ocurra, que lo haga de forma más leve o para aminorar algunos de los síntomas de alguna de estas patologías, existen los condroprotectores, suplementos alimenticios destinados a proteger las articulaciones y los huesos de los canes. Veamos en qué casos y cuándo sería recomendable usarlos.
¿Qué son los condroprotectores y cómo funcionan?
Los condroprotectores son unos suplementos a base de sustancias de origen natural que se utilizan para proteger las articulaciones de problemas como la artrosis y otras patologías articulares, especialmente derivadas de la degradación del cartílago. Una vez aparecidas estas patologías, los cordoprotectores no las curan, pero sí ayudan a que no progresen y alivian algunos síntomas, como el dolor, la inflamación y la rigidez.
Hay que aclarar que los condroprotectores no sirven para prevenir la artritis, que es una enfermedad inflamatoria y no se puede prevenir.
Aunque varían de un tipo de condroprotector a otro, en general, los componentes que más vamos a encontrar en estos suplementos son:
Glucosamina: Es el componente más abundante en los cartílagos y en las articulaciones y ayuda a repararlos cuando hay un daño. También ayuda a recuperar la movilidad y aliviar el dolor.
Sulfato de condroitina: Generalmente, va acompañado de glucosamina y/o ácido hialurónico y tomado como suplemento ayuda a retrasar la degeneración del cartílago y, por tanto, la artrosis.
Ácido Hialurónico: Este abundante compuesto actúa como amortiguador y lubricante en las articulaciones. Ayuda a mantener el líquido sinovial y, por tanto, a prevenir la artrosis. También a disminuir el dolor y la inflamación. Es muy útil para reparar los tejidos después de intervenciones o lesiones.
Colágeno hidrolizado: El colágeno es la proteína más abundante en los tejidos -también en las articulaciones- y que se va perdiendo con la edad. Aportarla de manera externa puede ayudar a que la pérdida de colágeno sea menor, reducir la degradación de la articulación, la inflamación y el dolor.
En general, los condroprotectores que encontremos serán una combinación de varios de estos componentes. Aunque también podemos encontrar otros añadidos, como Omega 3 (que tienen un efecto antiinflamatorio), vitamina E (potente antioxidante), extracto de mejillón, curcumina, cola de caballo o Boswellia Serrata.
¿En qué casos y cuándo deberíamos darles condoprotectores a nuestro perro?
Los condroprotectores pueden administrarse en caso de que ya existan problemas articulares o cuando el perro está en riesgo de padecerlos.
Los problemas articulares en perros suelen presentarse con dolor y rigidez, por lo que un perro que cojea, evita la actividad física, se tumba y se levanta con dificultad o camina lento, por ejemplo, es probable que tenga algún problema de este tipo, sobre todo si se trata de un perro mayor. En caso de presentar estos síntomas, deberemos llevarlos al veterinario para que lo examine y, de confirmarse que tiene un problema articular (artrosis, displasia de cadera…), recomendará, además de un tratamiento farmacológico, el condrorpotector más adecuado para él.
Si lo que queremos es prevenir, retrasar o minimizar la aparición de problemas articulares, es recomendable dárselos también a perros con mayor riesgo de padecerlos, que son:
•Perros mayores. El 95% de problemas como la artrosis se produce en perros de más de 5 años.
•Perros de razas con mayor riesgo de padecer problemas articulares, como el husky siberiano, el pastor alemán y el golden retriever.
•Perros con sobrepeso. Las articulaciones de los perros con sobrepeso u obesidad sufren más que las de los perros con normopeso.
•Si ha padecido alguna lesión, como luxaciones, esguinces o displasias, o si ha sido intervenido quirúrgicamente, tomar condroprotectores puede reducir el tiempo de recuperación y minimizar los posibles problemas a largo plazo de estas lesiones.
•Perros muy activos o con una gran exigencia física. Por ejemplo, un perro que salga cada día a correr con su dueño sería conveniente que tomara condroprotectores.
Aunque los condroprotectores son suplementos bastante inocuos, es recomendable consultar al veterinario antes de administrarlos. Por un lado, porque nadie mejor que él para recomendarnos el más adecuado para nuestro perro, y por otro, porque pueden estar contraindicados en algunos casos, como en los perros diabéticos o los canes con alergia a los moluscos. Además, tampoco están libre de posibles efectos secundarios, como vómitos o diarrea si no les damos la dosis adecuada. También se recomienda hacer pequeños descansos y que no se tomen de manera continua.
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