"En verano lo único que necesitan tus hijos es sumergirse en el juego y descansar de la agitada vida que llevan durante el curso"

Una familia disfrutando de una jornada de playa.
Una familia disfrutando de una jornada de playa.
Pixabay.
Una familia disfrutando de una jornada de playa.

Más de ocho millones de niños y adolescentes comienzan este mes de junio sus vacaciones escolares. Más tiempo libre y más tiempo para compartir en familia. Pero, ¿estamos realmente preparados para que sea un tiempo de calidad? ¿Cómo hacer frente a situaciones complicadas como las rabietas, acotar el tiempo que los menores pasan con el móvil o los videojuegos o negociar entre todos el destino de vacaciones? La educadora social Tania García, precursora de la filosofía educativa Educación Real, que promueve la ética en el trato con niños y adolescentes, nos aporta algunos consejos y sugerencias para que este tiempo estival en familia cree recuerdos imborrables.

Llega el verano, las vacaciones y la oportunidad de pasar más tiempo juntos, ¿surgen más los roces entre padres e hijos durante esta época?
Sí, es cierto. Durante la pandemia, el tiempo adicional que las familias han pasado juntas ha llevado a un aumento significativo de los conflictos. De manera preocupante, se ha observado un aumento del 48% en los casos de maltrato infantil, tanto psicológico como físico. Estas cifras son alarmantes, considerando que los niveles de maltrato ya eran preocupantes antes de la pandemia.

Cuando se acerca el verano, las madres y padres se llevan las manos a la cabeza preguntándose qué van a hacer con sus hijos e hijas. Tememos pasar tiempo con nuestros hijos e hijas, puede que no lo reconozcamos, pero en nuestro interior, la idea de pasar mucho tiempo con ellos (atendiendo sus necesidades, enfados, frustraciones, reclamos...), nos genera ansiedad. Y eso nos pasa porque realmente no comprendemos nuestras emociones, no comprendemos las emociones de nuestros hijos e hijas, ni tampoco sus necesidades reales.

“Si la idea de pasar tiempo con nuestros hijos en verano nos genera ansiedad es porque realmente no entendemos sus emociones y necesidades”

¿Cuáles son los conflictos más frecuentes que pueden aparecer durante esta temporada estival? ¿Qué consejos nos darías para abordar/solucionar los más habituales?La sociedad adultocentrista considera que los niños y niñas vienen al mundo para cumplir las expectativas y mandatos de sus padres, sin tener en cuenta sus opiniones, necesidades, sueños y deseos. Muchos padres y madres evalúan a sus hijos no en función de lo que se considera en términos de sumisión hacia las demandas de los adultos. Y ahí es cuando vienen los conflictos. Ante esas expectativas.

La clave para prevenirlos radica en empatizar con nuestros hijos e hijas, comprender que necesitan sumergirse en su mundo de juego y descansar de la agitada vida que llevan durante el curso escolar. Por lo tanto, es importante dejar de exigirles, ser flexibles, amables y afectuosos con ellos/as. La ética es la piedra angular.

La educadora social Tania García.

Tania García

  • Educadora social y precursora de la filosofía educativa: Educación Real
Educadora social colegiada, investigadora social certificada, con más de 24 años de experiencia en la profesión y precursora de la filosofía educativa: Educación Real®, la cual promueve la ética como piedra angular en el trato para con la infancia y adolescencia. Su vinculación con el mundo educativo comenzó cuando tenía apenas 14 años, a raíz de sufrir maltrato físico y psicológico durante toda su vida, por parte de sus figuras de referencia, con la intención de cambiar el paradigma educativo y social para con los derechos de la infancia y adolescencia. Desde entonces, ha desarrollado una intensa labor como educadora e investigadora social, lo que la convierte en una de las mayores especialistas en educación de España.

A lo largo de todo este tiempo, se especializó, convirtiéndose en una referente, en otras áreas como la neurociencia infantil y adolescente, los Derechos Humanos, el maltrato infantil, el abuso sexual infantil y adolescente, el acoso escolar... Un amplio conocimiento que le llevó a elaborar, ya en 2016, su propia filosofía educativa, la única a nivel mundial libre de violencia: la Educación Real®. Desde 2012, ha fundado y liderado varias escuelas, mediante las cuales, ha enseñado a más de 50000 personas, familias y profesionales, a transformar su manera de educar. Además, es presidenta de Fundación Educación Real, en la que se desarrollan anualmente diferentes proyectos psicosocioeducativos, con el objetivo de ayudar a transformar las prácticas entorno a la infancia y adolescencia, en diferentes entornos.

Es también autora de nueve libros de educación en los que enseña y da pautas que ayudan a mejorar la relación con la infancia y adolescencia, como los superventas 'Educar sin perder los nervios' (Vergara) y '¿Qué necesito cuando me enfado?' (Beascoa). Además de 'Guía para madres y padres imperfectos que entienden que sus hijos también lo son' (Ediciones B), 'Educar sin perder los nervios cuando tienes hijos con necesidades especiales' (Vergara), 'Hermanos' (Vergara), '¿Qué necesito cuando tengo miedo?' (Beascoa), 'Educar sin controlar' (Flash), '¿Qué necesito cuando estoy nervioso?' (Beascoa) y 'Quiérete mucho' (Vergara).

¿Los padres tendemos a desinflarnos o abandonar los propósitos que nos marcamos con nuestros hijos al inicio de las vacaciones según avanzan las semanas? ¿Cuál es el secreto para ser constantes?En la Educación Real no hay trucos ni secretos. La única manera que tenemos de conectar con nuestros hijos e hijas, que es el único propósito que deberíamos tener para con ellos/as, es empatizar con ellos/as, estar en paz, sin malos rollos, sin esperar lo que no pueden darte, sabiendo qué hacer en todo momento sin sentir esa inseguridad aplastante en cuanto a la educación de tus hijos, conociendo tus emociones y las suyas, haciéndoles partícipes del lugar que ocupan en la familia, que necesitan y merecen, conociendo también tu propio lugar.

Que tengan tiempo libre, que se aburran, que jueguen, desconecten y disfruten, que eso es lo que todos necesitamos en vacaciones

Para muchos niños, tras un largo e intenso año académico, el verano suele ser sinónimo de permisividad, de que todo vale o de que todo es disfrute. ¿Qué debemos pedirles realmente en este tiempo?La presión académica y escolar a la que se ven sometidos durante el año escolar, les lleva, en muchas ocasiones, a estados depresivos, ansiedades, fobias, dificultades sociales y emocionales, inseguridades… por tanto, poder liberarte de ello durante un tiempo, es y supone un reseteo cerebral, para el que debemos aportar mucho acompañamiento y orientación, aceptándolo y comprendiéndolo.

Que tengan tiempo libre, que se aburran, que jueguen, desconecten y disfruten, que eso es lo que todos necesitamos en vacaciones, y más cuando tu cerebro está sometido a altos niveles de estrés para el que no está preparado, en otras épocas del año.

¿Es conveniente mantener las rutinas? ¿Se deben flexibilizar o crear nuevas para el verano?Siempre debemos ser flexibles, no solo durante el verano. Cuando educamos desde el respeto, enseñamos absolutamente todo a través del ejemplo, la coherencia, la amabilidad, la ética y el amor. En lugar de obsesionarnos con que se laven los dientes de una manera estricta, exigiéndoles constantemente, enfadándonos, presionándolos o cronometrando el tiempo, es más efectivo acompañarlos emocionalmente de manera adecuada en ese momento. De esta manera, podemos ayudarles a integrar hábitos saludables a través de la aceptación incondicional de sus etapas y necesidades, lo cual marca una gran diferencia.

Es importante escuchar la opinión de cada miembro de la familia, fomentar que todos puedan expresar lo que realmente desean hacer

Probablemente aparezcan diferencias sobre cómo disfrutar el tiempo libre en familia, ¿cómo llegar a un acuerdo cuando los gustos son diversos?La toma de decisiones en la familia debe seguir un enfoque similar al que los adultos deberíamos adoptar. Es importante escuchar la opinión de cada miembro de la familia, fomentar que todos puedan sintonizar con su voz interior y expresar lo que realmente desean hacer. Se debe mostrar respeto por todas las voces y buscar acuerdos flexibles que aseguren que todas las partes sean escuchadas y consideradas.

Siempre debemos tener en cuenta el interés superior de nuestro hijo e hija, reconociendo su derecho a ser atendido de manera prioritaria como niño o niña. Es importante recordar que, durante la infancia y adolescencia, su capacidad de razonamiento no está completamente desarrollada como la de los adultos, por lo tanto, debemos priorizar sus necesidades y adaptar nuestras decisiones en consecuencia.

Uno de los grandes temores de muchos padres es el acceso más frecuente al móvil, las redes sociales o los videojuegos, ¿cómo debemos negociar esto con los niños/adolescentes?El acceso al móvil debe basarse en la edad del niño, niña o adolescente, y no debe variar en función de si es verano o no. Como padres y madres hay tres aspectos importantes a tener en cuenta. En primer lugar, debemos ser un ejemplo del uso adecuado de las pantallas. En segundo lugar, es necesario establecer límites sobre el tiempo que nuestro hijo o hija puede utilizar las tecnologías durante el día, adaptándolo a lo que le corresponde según su edad, y sus necesidades cerebrales, sin importar la época del año.

Por último, es importante recordar que las tecnologías no deben utilizarse simplemente para mantener a nuestros hijos e hijas “entretenidos/as”, sino que debemos buscar actividades conjuntas que los motiven, como realizar salidas familiares, fomentar la creatividad, bailar, aprender, jugar y mostrar interés genuino por sus propios intereses.

El acceso al móvil debe basarse en la edad del niño o adolescente, y no debe variar en función de si es verano o no

Cuando los niños pasan una parte del verano con un progenitor y otra parte con el otro porque están separados o divorciados, ¿debemos llegar a un acuerdo para seguir las mismas pautas, rutinas…?Lo más importante no es seguir las mismas pautas o rutinas en ambos lugares, sino tratar al niño o niña desde el respeto, estableciendo una relación de igualdad y considerando sus necesidades reales. Esto implica mostrar empatía, brindar contacto físico, actuar con ética, escuchar, comprender sus emociones y ofrecer amor incondicional. Cuando un niño o niña es verdaderamente respetado/a, su autoestima es sana y, gradualmente, cuando estén preparados/as y llegue el momento adecuado, podrán integrar hábitos saludables y rutinas de manera natural. Comprendiendo el respeto hacia ellos/as mismos y hacia los demás como base principal en la vida.

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