¿Qué es el modelo de los cinco grandes? Descubre cómo es tu personalidad según esta teoría

Los cinco grandes.
Los cinco grandes.
Henar de Pedro
Los cinco grandes.

Ampliamente utilizado en la psicología contemporánea, el llamado ‘modelo de los cinco grandes’ intenta definir cuáles son los grandes dominios que definen la personalidad humana y por qué las personas responden de distinta forma ante la misma situación.

También conocido como modelo OCEAN es una de las formas más famosas de estructurar la personalidad, por eso se utiliza de forma frecuente para la realización de numerosos estudios y también en los departamentos de Recursos Humanos de las empresas para analizar en qué puesto puede encajar mejor cada empleado.

Los investigadores Ernest Tupes y Raymond Christal aportaron el modelo inicial, basado en el trabajo realizado en el Laboratorio de Personal de las Fuerzas Aéreas de los EE. UU. en la década de 1950. Posteriormente, J. M. Digman propuso su modelo de los cinco factores de personalidad en 1992, y Goldberg lo llevó a los niveles más altos de las organizaciones en 1993.

Dicho esto, ¿cuáles son estos cinco factores o rasgos de personalidad? Los expertos hablan de la apertura a la experiencia (Openness), la escrupulosidad (Conscientiousness), la extraversión (Extraversion), la empatía (Agreeableness) y la estabilidad emocional o neuroticismo (Neuroticism). Los cinco formarían el acrónimo OCEAN por sus siglas en inglés. Según los psicólogos, conociendo los valores que tiene una persona en cada uno de ellos podemos conocer su personalidad.

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Apertura a la experiencia

Los especialistas señalan que este rasgo evalúa hasta qué punto un individuo busca nuevas experiencias y disfruta realizando actividades poco rutinarias. Se trataría, por tanto, de medir la tolerancia y la exploración de situaciones no familiares.

La persona abierta destaca por ser original e imaginativa, creativa y se interesa por ideas nuevas y valores no convencionales. En el polo opuesto, la persona con poca apertura tiende a ser convencional en su conducta y apariencia, prefiere lo familiar a lo novedoso y es más conservadora y resistente a los cambios.

Las personas que son abiertas a la experiencia son, además, curiosas intelectualmente, aprecian el arte y son sensibles a la belleza. Por su parte, cuando hay menos puntuación en apertura la persona puede considerar el arte y las actividades no convencionales como inútiles o no prácticas.

La escrupulosidad

Por su parte la escrupulosidad o minuciosidad evalúa el grado de organización, persistencia y motivación para la conducta dirigida a metas. Este factor tiene su base en el auto-control, no solo de los impulsos sino también de la planficación y ejecución de tareas.

La persona escrupulosa o minuciosa tiene sus propósitos claros, es concienzuda, voluntariosa y determinada. Por el contrario, a menos escrupulosidad la persona será más laxa, informal y descuidada.

Los expertos señalan que los individuos responsables evitan los problemas y logran altos niveles de éxito mediante la planificación y tenacidad. También se valora su inteligencia y fiabilidad. Llevado al extremo una excesiva escrupulosidad puede convertirles en perfeccionistas compulsivos y adictos al trabajo.

La extroversión

A través de este rasgo se puede evaluar la disposición del individuo frente a las interacciones personales o lo que es lo mismo su nivel de actividad a la hora de relacionarse con los demás.

Las personas con alto grado de extraversión son sociables, con tendencia a la compañía de otros, asertivas y habladoras, buscan una constante estimulación (sensaciones nuevas), entusiastas y proclives a experimentar emociones positivas como alegría o excitación.

Por su parte, las personas con alto grado de introversión se caracterizan por ser reservadas, introspectivas, tranquilas y poco dependientes de otras. Esto no quiere decir que sean asociales pero sí que disfrutan del contacto social de manera distinta y prefieren los círculos más reducidos.

La empatía

Este rasgo es útil para conocer la capacidad del individuo para ponerse o no en el lugar de otro y actuar acorde a sus emociones y preocupaciones. A mayor empatía la persona es más altruista, considerada, confiada, solidaria y dispuesta a establecer relaciones interpersonales amistosas. 

Por el contrario, cuando el grado de empatía es menor el individuo es más egocéntrico, escéptico, competitivo y predispuesto a relaciones hostiles.

El neuroticismo

Con el neuroticismo lo que se busca evaluar es el ajuste emocional. Con puntuaciones altas conlleva inestabilidad emocional, malestar psicológico, ideas irreales, excesiva rumiación, ansiedad y respuestas de afrontamiento desadaptativas.

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