Inducción al parto, ¿cuáles son sus ventajas e inconvenientes?

La inducción al parto es bastante frecuente en España. Según la Fetal Medicine Barcelona, "a 1 de cada 5 embarazadas se le recomienda la inducción". Un método por el que las mujeres inician el trabajo de parto sin que este se haya producido de forma natural, pero que, a veces, salva vidas.

¿Cuándo a una mujer se le aconseja la inducción al parto? Cuando su embarazo supera las 42 semanas de gestación. En estos casos el embarazo se considera "postérmino" y puede ser peligroso para el bebé. Sin embargo, puede haber otras circunstancias por las que se provoque el trabajo de parto.

Inducción al parto, ¿cuándo se recomienda?

La principal razón por la que una mujer que ha superado las 42 semanas debería someterse a una inducción al parto es porque el riesgo de muerte del bebé se incrementa.  Esto es debido a que la placenta ya se considera "vieja" y no le proporciona los nutrientes que necesita para estar sano.

Otra de las razones por las que se suele aconsejar la inducción al parto es por la rotura de la bolsa amniótica, tal y como indica el Complejo Hospitalario Universitario de Albacete. Si pasadas 12 horas el trabajo de parto no se ha iniciado, conviene inducirlo para evitar infecciones y riesgos para el bebé.

La inducción al parto también se recomienda en el caso de que la madre tenga una infección, aparezca un sufrimiento fetal agudo, haya un prolapso del cordón umbilical o la madre sufra preeclampsia. En estos casos conviene iniciar el trabajo de parto para prevenir posibles complicaciones. 

¿Qué ventajas tiene la inducción al parto?

La primera de las ventajas es que la inducción al parto previene las posibles consecuencias que pueden tener las circunstancias anteriores. Incluso, si hay un desprendimiento de la placenta, se observa un peso muy por debajo de lo que debería tener el bebé o la madre tiene una enfermedad renal. 

Una mujer da a luz en la calle en Madrid cuando iba de camino al hospital

Otra de las ventajas que tiene la inducción es evitar un posible parto sin asistencia médica. Esto es interesante para las madres cuyos partos son rápidos o que viven bastante lejos de un hospital. 

¿Cuáles son sus inconvenientes?

La inducción al parto también tiene algunas desventajas y es que se necesitarán métodos de monitorización que pueden incomodar a la madre. El Manual MSD explica que la cardiotocografía, un sensor en el abdomen o en la vagina son algunos de ellos.

También, la madre puede tener contracciones mucho más fuertes y dolorosas que son causadas por la oxitocina y las prostaglandinas. Al no ser naturales, duelen mucho más, según explica el artículo ¿Está pensando que le induzcan el parto? Guía para la mujer embarazada. 

Es importante tener en cuenta que la inducción al parto es una manera de evitar complicaciones tanto para la madre como para el bebé. Está claro que tiene sus desventajas y que muchas mujeres prefieren iniciar el trabajo de parto de forma natural. No obstante, en algunos casos, esto puede no ser posible.