La vacuna del Virus del Papiloma Humano, un pinchazo de lujo en España: "Yo puedo pagar 500€, pero no creo que todo el mundo pueda"

Vacuna del Papiloma
Vacuna del Papiloma
Henar de Pedro
Vacuna del Papiloma

En el grupo de WhatsApp de Lucía no se habla de otra cosa últimamente: el Virus del Papiloma Humano (VPH). El tema es cíclico porque cada pocos meses alguna de las amigas -treintañeras en su mayoría- tiene un nuevo caso alrededor.

- "Chicas... otra más".

- "Qué dices...".

- "Uf".

Después de esa breve presentación, la gran duda vuelve a estar de actualidad: "¿Deberíamos vacunarnos?". Y, de nuevo, el argumento de siempre: "Es que es tan cara...".

En España, la vacuna contra el VPH -un virus que ha existido siempre pero que en los últimos años se detecta más por el aumento de pruebas diagnósticas, la relajación con el preservativo y un mayor número de parejas sexuales- se administra de manera gratuita desde 2008 a las niñas. Actualmente, a las adolescentes de entre 10 y 18 años y a algunos grupos de riesgo, lo que significa que los niños y las personas nacidas hasta 1994 deben desembolsar más de 500 euros (172,55 por cada una de las tres dosis necesarias) si quieren protegerse frente a la infección de transmisión sexual más prevalente en el mundo.

Los estudios lo dejan claro: más del 80% de la población con vida sexual estará en algún momento en contacto con el virus y, aunque en la mayoría de los casos el cuerpo es capaz de eliminarlo solo, algunas personas desarrollarán verrugas genitales y otras, lesiones precancerosas que, en algunos casos, pueden llegar a malignizar, causando distintos tipos de cáncer. "Pasa como con el coronavirus", explica el doctor Alfonso Duque Frischkorn, responsable de la unidad de prevención del cáncer ginecológico del hospital Ruber Internacional. "Hay personas que lo pasan de manera asintomática y otras grave. En el caso del VPH, es importante vacunarse porque no sabemos si vamos a ser del 80% cuyo cuerpo es capaz de eliminarlo solo o del 20% que puede cursar síntomas".

Lo que sí se sabe, tras años de investigaciones, es que este virus está detrás de más del 90% de los cánceres de cuello de cérvix (también conocido como de cuello uterino), pero también de ano (90%), vagina (70%), pene (50%), vulva (40%) y también de los asociados a la boca y la faringe. De ahí la importancia de la vacunación. 

"La vacuna no cura, pero protege contra el cáncer", continúa Duque, quien hace especial hincapié en el uso del preservativo. "Las generaciones jóvenes lo tienen un poco abandonado, lo vemos en consulta, pero si se usa bien protege casi al 100%, el problema es que nadie lo usa bien porque se utiliza sobre todo al final de las relaciones y el virus puede estar en la vulva, en la vagina o en la base del pene, pero reduce mucho las posibilidades". Por eso, tanto él como sus compañeros insisten: el preservativo es fundamental, pero además hay que vacunar, vacunar y vacunar.  

Sin embargo, no todo el mundo puede permitírselo. "Yo puedo pagar 500 euros, no me importa gastarme ese dinero porque es salud", asegura a este medio Rosa, de 31 años, "pero no creo que todo el mundo pueda, es muchísimo dinero". Carla, de 30, opina exactamente igual: "Llevo años indecisa porque es un desembolso importante, pero después de todos los casos que conozco, me he decidido y ya me he puesto la primera dosis. Ahora puedo pagármelo, más adelante a saber". Una amiga suya, de hecho, no puede hacerlo: "Me la pondría sin dudarlo si pudiera a través de la Seguridad Social, pero voy pillada de pasta ahora, ni me lo planteo. ¿Quién puede permitirse pagar ese dineral con lo caro que está todo ahora?".

"¿Quién puede permitirse pagar ese dineral con lo caro que está todo ahora?"

La importancia de vacunarlos a ellos

Ese mismo dilema es el que se plantean también los padres de los varones preadolescentes, para quienes esta vacuna tampoco está disponible en el Sistema Sanitario de Salud, que actualmente solo incluye a las niñas y, dependiendo de la comunidad, a los hombres que tienen sexo con hombres, a personas inmunodeprimidas o con infección por VIH, personas en situación de prostitución y a las mujeres que han tenido lesiones a causa de este virus. "El pediatra nos recomendó hacerlo", explica José Ángel, padre de un niño de 12 años, "pero 500 euros es mucho dinero, no sé qué haremos".

Esa es la realidad de las personas que, como él, viven en Madrid. En Cataluña, sin embargo, es diferente, ya que el próximo curso se convertirá en la primera comunidad que empezará a inocular el suero a los niños, tal y como anunció hace unos meses la consejería, una decisión que ha puesto sobre la mesa la importancia de vacunarlos también a ellos y que ahora barajan otras autonomías como Galicia o Valencia. 

"Se piensa que es un problema solo de las mujeres porque está detrás del 90% de casos de cáncer de cuello de útero, pero es un problema de todos", argumenta Carmen Yelo, ginecóloga del MD Anderson Cáncer Center, quien asegura que "ellos también pueden contraer enfermedades".

"Pueden tener lesiones benignas como condilomas o verrugas genitales y que de hecho son más frecuentes en los hombres que en las mujeres, o malignas, lo que ocurre es que son menos frecuentes que el cáncer de cuello de útero. Pero ellos pueden desarrollar también cáncer de pene o de las vías altas porque afecta a todas las mucosas que están implicadas en el contacto sexual. De hecho, estamos viendo un aumento de los cánceres de lengua, faringe o laringe por el virus del papiloma humano".

"Estamos viendo un aumento de los cánceres de lengua, faringe o laringe por el virus del papiloma humano"

Con ella coincide Alfonso Duque: "La mayor carga de enfermedad se da en las niñas, pero los niños, aparte de ser portadores, pueden tener otros tipo de cánceres. De hecho, están subiendo muchísimo los casos de cáncer de ano y el de orofaringe, que es el más desconocido y el más reciente asociado al virus del papiloma porque siempre ha estado muy vinculado al tabaco".

EL EJEMPLO AUSTRALIANO

  • Australia, todo un ejemplo de vacunación mundial al haber administrado las dosis indistintamente del género, ha conseguido un objetivo hercúleo: "Allí ya no hay casos de verrugas genitales”, continúa Duque. "El objetivo de todo esto es acabar con el cáncer de cuello de útero en el mundo, pero para eso hay que vacunar a todo el mundo, también a los varones".

Tres vacunas para un mismo problema

Actualmente, existen tres vacunas diferentes para combatir el VPH. Ninguna ofrece una protección total, ya que este virus en concreto se caracteriza por tener más de 100 serotipos de distinto grado de malignidad, pero sí otorga un escudo importante y robusto frente a los ‘apellidos’ más agresivos y frecuentes del virus.

Cervarix, conocida también como la vacuna bivalente, protege frente a los serotipos oncogénicos 16 y 18, responsables del 70% de los casos de cáncer de cuello uterino a nivel mundial. Es la más barata: cuesta 365 euros, 121,81 por dosis. Gardasil, o la vacuna tetravalente, protege frente a cuatro, aunque actualmente no se comercializa en España; y Gardasil 9 lo hace frente a nueve (los dos serotipos de bajo riesgo que causan verrugas genitales y siete de alto riesgo u oncogénicos, entre los que se encuentran el 16 y el 18).

Esta última vacuna, que tiene un coste de más de 500 euros (172,55 por dosis), es la más completa y, por ello, es la que recomiendan los médicos. Sin embargo, tres comunidades autónomas siguen inmunizando a las niñas menores de edad con Cervarix, según han informado las consejerías de Sanidad a este medio. Es el caso de Aragón, Madrid y Cantabria. "Yo no entiendo por qué siguen vacunando con esa", continúa Duque.

Cervarix, Gardasil y Gardasil 9 son las tres vacunas que existen contra el VPH.
Cervarix, Gardasil y Gardasil 9 son las tres vacunas que existen contra el VPH.
HENAR DE PEDRO

Ese problema fue el que llevó a María López, madrileña de 47 años, a vacunar a su hija adolescente con el suero nonavalente. "Decidí vacunar a mi hijo porque me parecía machista que solo se pusieran las vacunas a las mujeres cuando ellos son portadores. Pero, claro, ¿cómo iba a vacunar a mi hijo con la mejor vacuna que hay y a mi hija con la vacuna de la Seguridad Social que solo protege frente a dos cepas? No podía hacer eso, así que les vacuné a los dos con Gardasil 9". Esa decisión supuso un desembolso de más de 1.000 euros para ella, convirtiéndolo en un pinchazo de lujo. "Yo sé que soy una privilegiada", continúa, "no todo el mundo puede hacerlo".

Pero ¿realmente funciona la vacuna? Un estudio realizado en Cataluña de 2008 a 2016, que hablaba de un aumento considerable de las verrugas genitales en España, demostró que sí. En concreto, se pasó de detectarlas en 72 mujeres por 100.000 habitantes a 107 en ocho años y en el caso de los varones de 69 a 139. Sin embargo, la realidad era muy distinta en jóvenes. "La incidencia cae en picado en poblaciones jóvenes por la vacuna", explica María Brotons, médico especialista en infecciones y cáncer del Instituto Catalán de Oncología. 

Por eso, el ginecólogo Duque señala dos grupos de riesgo. "Hay uno de mucho riesgo que son las personas casadas que se divorcian en torno a los 45 años y que han perdido el miedo al embarazo, además su sistema inmune no funciona tan bien...", detalla el experto, quien señala también a los treintañeros que no pudieron vacunarse gratuitamente por la Seguridad Social, pues a día de hoy muchos siguen sin hacerlo.

Estigma

En ese grupo se encuentran precisamente Laura y Noelia, de 34 y 32 años respectivamente y que dieron positivo en VPH hace varios años. Ninguna estaba vacunada y las dos animan a hacerlo. "A mí me salieron las famosas verrugas genitales", cuenta Laura, "y tuvieron que meterme en quirófano para quitármelas". 

Actualmente no existe un tratamiento para tratar el VPH, pues en la mayoría de los casos el sistema inmune es capaz de combatirlo y eliminarlo en unos dos años. Sin embargo, sí existen distintos procedimientos para deshacerse de las lesiones que en algunos casos produce el virus. Por un lado, la extirpación de la lesión, lo que se conoce como conización vertical. Por otro, la destrucción de la lesión a través de la congelación (crioterapia) o vaporización (aplicando un láser). 

"En mi caso no supuso gran cosa", relata Laura de aquella experiencia en quirófano, "lo peor fue el susto cuando me llamó el ginecólogo para decirme que había unas células malignas. Piensas automáticamente en cáncer. Solo por eso, y por que tu madre no te mire raro a los 18 años, merece la pena vacunarse".

Lo cierto es que hace más de una década el estigma en estos casos pesaba. "Parecía que era una fresca, que había estado con mil chicos, pero no era verdad", añade. De esto da buena cuenta de ello Duque, ginecólogo. "Cuando yo estudiaba la carrera, había un estigma de chica fácil, que fumaba mucho y se pinchaba heroína, menos mal que ya no es así. No hace falta que hayas estado ni con 5 personas en los últimos cinco años. Puede que estés con una que tenga el virus y que tu sistema inmune, por lo que sea, no lo haya podido sortear. Por eso es importante vacunarse, lo puede coger cualquier persona".

A día de hoy no hay una cifra que muestre la realidad de este virus. Un estudio en 2007 aseguraba que 2 millones de mujeres eran portadoras en España. Se trata, no obstante, de un dato lejos de ser representativo por dos problemáticas principalmente. La primera, porque no existe una prueba diagnóstica para los varones. La segunda, porque la citología que deben realizarse anualmente las mujeres no detecta la presencia del virus, simplemente si ha llegado a causar lesiones, y la prueba específica, que en mujeres sí existe, apenas se realiza aunque cada vez se demanda más.

"No podemos decir que haya más casos de VPH que hace unos años", detalla Duque, "pero sí ha aumentado el interés de los pacientes que vienen a consulta y piden una prueba. Por tanto, se hacen más porque la población está más concienciada". Según el ginecólogo, el protocolo en España especifica que se hagan pruebas específicas cada 3 años a las mujeres a partir de la treintena, aunque la idea es "cambiarlo a cada cinco porque ya se está acercando la población vacunada".

Aún así, para alcanzar el objetivo que se ha marcado la OMS, que se propone erradicar el cáncer de útero en unos años, los expertos recomiendan seguir el camino que abre Cataluña y que ya se plantean otras comunidades autónomas. "Para erradicar el cáncer de cuello de útero, hay que vacunarnos todos, también a los varones", cuenta la ginecóloga Carmen Yelo. Carla, madrileña de 30 años, apoya esa afirmación pero añade un matiz: "A mí me parece un avance que se empiece a vacunar a los niños, pero no nos olvidemos de la gente que se quiere poner la vacuna y no puede por dinero. Para muchos, seguirá siendo un problema". 

DUDAS

  • ¿Qué es? El virus del VPH es la infección de transmisión sexual más prevalente en el mundo. El 90% de la población con vida sexual activa estará en contacto con él. Aunque en un 80% de los casos el cuerpo eliminará solo el virus, un 20% puede llegar a malignizar. "Como no sabemos si esa persona formará parte del 80% o del 20%, es importante que nos vacunemos todos", explica el doctor Duque.

    ¿Cómo se transmite? A través del contacto de todas las mucosas que están implicadas en el acto sexual, esto incluye el sexo oral, de ahí que las mujeres que tienen sexo con mujeres puedan infectarse también de VPH. No es necesaria la penetración.
    ¿El preservativo protege? Sí, pero se tiene que usar bien porque el virus puede estar en el escroto, en la vagina...", añade el experto.

    ¿Hay tratamiento? No. Lo que hace la vacuna es proteger y estimular el sistema inmune para evitar que las lesiones malignicen, pero no hay un tratamiento específico para eliminarlo.

    ¿Cómo se detecta? Hay una prueba específica para detectar el VPH en mujeres, pero en la mayoría de los casos solo se hace si la citología detecta células extrañas. Esta prueba no solo ofrece un resultado positivo o negativo, sino también determina el serotipo responsable de la infección. En varones, sin embargo, no existe un test.

    Polémica: la vacuna no estuvo exenta de polémica en sus inicios, pues coincidió con que varias chicas tuvieron problemas neurológicos tras la inoculación de esta vacuna. "Dio mucha rabia porque se estaba haciendo una gran campaña para concienciar y para dar a conocer el virus, un gran desconocido en la población, cuando ocurrió todo esto. Pero la vacuna es segura, se han administrado ya más de 350 millones de vacunas en todo el mundo y los efectos adversos no pasan más allá de un leve malestar en el brazo y algo de inflamación".

    Edad recomendada: la vacuna suele administrarse a los 12 años porque se considera que tiene más efecto si no se han tenido relaciones y por tanto no se ha estado en contacto con el virus, motivo por el que a las niñas solo se les inoculen dos dosis y a la población adolescente y adulta tres. Los estudios recomiendan administrarla hasta los 45 años, aunque dentro de la comunidad científica hay diferentes opiniones. Duque, por ejemplo, es partidario de hacerlo hasta los 55. "Dicen hasta los 45 porque no se han hecho estudios con gente de más edad, pero yo creo que depende de la vida que lleve la persona. Si se trata de una mujer divorciada que está viviendo una segunda etapa, lo recomiendo".

    Grupos de riesgo y prevalencia: Según la asociación española de patología cervical y colposcopia, la mayor probabilidad de contagio se da en los primeros años de vida sexual. En mujeres jóvenes (antes de los 30 años), el 20-30% de las chicas son portadoras del VPH. Ese porcentaje disminuye progresivamente con la edad hasta situarse por debajo del 10% en mujeres mayores de 50 años. ​

    ​¿Por qué se les vacuna a los hombres que tienen sexo con hombres y no a los hombres que tienen relaciones con mujeres? Duque aporta la respuesta: "Se les considera grupo de riesgo porque están más expuestos al VIH y tienen una mayor frecuencia para tener lesiones en el canal anal porque se producen heriditas y por ahí penetra el virus más fácil".
Carlota Chiarroni
Coordinadora web '20minutos'

Graduada en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos. Llegué a '20minutos' en 2014, y desde entonces he desarrollado mi carrera en diferentes secciones (Actualidad, Última hora, Cierre de papel, Cultura, Redes sociales...). Portadista desde 2019 y coordinadora de la web desde 2021. Adicta a la Actualidad y apasionada de los temas sociales, los libros y las series.

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