Más cerca de una vacuna contra el cáncer: hallan un nuevo enfoque que acaba con tumores resistentes

Células en el cáncer de próstata
Células en el cáncer de próstata
IMPERIAL COLLEGE LONDON - Archivo
Células en el cáncer de próstata

El cáncer sigue siendo la principal causa de muerte en el mundo, con casi 10 millones de defunciones en un solo año, según apunta la OMS. En 2020 se diagnosticaron aproximadamente 18,1 millones de casos nuevos, una cifra que el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer prevé que aumentará en las dos próximas décadas hasta los 27 millones. Ante este panorama, y a pesar de la pandemia del coronavirus, la investigación contra el cáncer no cesa.

Uno de los mayores retos que tiene ante sí la oncología es lograr una vacuna capaz de acabar con los tumores sin dañar las células sanas del paciente. Una reciente investigación ha descubierto ahora un nuevo enfoque que acerca todavía más esa idea de una vacuna polivalente contra el cáncer.

Las vacunas creadas hasta ahora estaban personalizadas para un paciente en concreto, ya que se habían diseñado para atacar moléculas específicas en la superficie del tumor de un individuo en particular. Se trata de un proceso largo y costoso de aplicar a gran escala, de ahí que los autores de este nuevo estudio hayan apostado por un enfoque más amplio que permita llegar a más pacientes.

Según explican los investigadores de este estudio, publicado recientemente en la revista Nature, en el cuerpo existen varios tipos de células, como los linfocitos T o las células NK (del inglés Natural Killer, también llamadas células asesinas), que forman parte del sistema inmunitario y se encargan de detectar y destruir aquellas otras células cancerosas. 

En primer lugar, el cáncer actúa en las células dañando su ADN, y como resultado se producen dos proteínas, llamadas MICA y MICB, que alertan al sistema inmune y son atacadas. No obstante, algunas células cancerosas son capaces de evadir este sistema de detección, como si se volviesen invisibles a ojos del sistema inmunitario, de ahí que algunos cánceres sean más difíciles de erradicar.

Un equipo de científicos del Instituto Wyss- de Harvard y el Instituto del Cáncer Dana-Farber, liderados por el médico Kai Wucherpfennig, ha conseguido desarrollar una nueva vacuna contra el cáncer dirigida precisamente a estas dos proteínas, para que no puedan diluirse y evadir al sistema inmunitario, que se encargaría de destruirlas.

"Desarrollamos una vacuna contra el cáncer conceptualmente nueva que se dirige a un mecanismo de escape inmunitario del tumor", resumen en su artículo publicado en Nature.

Por ahora, la utilidad de esta vacuna ha sido probada en ratones con melanoma y cáncer de mama triple negativo (agresivo), dos tipos de cáncer que suelen generar metástasis incluso después de someterse a una cirugía para extirpar los tumores existentes.

El experimento consistió en extraer los tumores de estos roedores y, a continuación, suministrarles la vacuna. Tras examinar a algunos de esos ratones vacunados, cuatro meses después, no habían desarrollado la enfermedad.

Para Dave Mooney, profesor de bioingeniería en Harvard y uno de los coautores del estudio, este nuevo enfoque "tiene un gran potencial para tratar a pacientes que padecen varios tipos de cáncer", sostiene en un comunicado.

Asimismo, tras los ensayos en ratones, esta vacuna ha demostrado ser "eficaz en un entorno clínicamente importante: la inmunización después de la extirpación quirúrgica de tumores primarios altamente metastásicos", es decir, que la vacuna permite una inmunidad protectora incluso con los tumores más resistentes.

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