Cómo diferenciar una gastroenteritis de una intoxicación alimentaria

Hay enfermedades que son muy similares en síntomas, lo que hace que sea complicado saber de cuál se trata exactamente. Sin embargo, entre una intoxicación alimentaria y una gastroenteritis hay una diferencia esencial y que puede ayudar a diferenciarlas. 

La endometriosis
Dolor de tripa.
Pexels
La endometriosis

La gastroenteritis es una de esas enfermedades que, tarde o temprano, afecta a todo el mundo. Nadie se libra de pasar por ello alguna vez en la vida y por suerte, en España es una enfermedad que no suele tener consecuencias demasiado graves y que se pasa con tiempo y una alimentación adecuada, por lo menos si quien la padece es una persona sana y no un paciente de riesgo, en cuyo caso sí que podría ser más grave.

Una enfermedad con unos síntomas claros que, no obstante, puede confundirse con otras, como una intoxicación alimentaria. Síntomas parecidos y también tratamientos similares, pero conocer qué nos sucede exactamente puede ser clave para tomar las decisiones adecuadas y, sobre todo, para poder obtener el mejor tratamiento médico en caso de que sea necesario. ¿En qué se parecen y qué diferencia una intoxicación alimentaria y una gastroenteritis?

Diferencias entre intoxicación alimentaria y gastroenteritis

Son causadas por norovirus, que provocan diarrea, vómitos y dolor estomacal y son muy comunes. Su tasa de contagio es elevada, con un RO de 4,3, según los datos de The Microbe-Scop, lo que significa que un afectado es capaz de contagiar a 4,3 personas.
¿Gastroenteritis o intoxicación alimentaria?.
Pixabay/derneuemann

Los síntomas entre estas dos enfermedades son similares, lo que puede hacer un poco complicado reconocer si lo que estamos padeciendo está causado por una intoxicación alimentaria o se trata de una gastroenteritis. Aprender a diferenciarlas puede hacer que obtengamos un diagnóstico correcto más rápido.

La gastroenteritis es una inflamación del revestimiento del estómago y los intestinos, en general, no tiene por qué ser grave, sobre todo en personas sanas, pero puede llegar a causar deshidratación o síntomas más severos. Los síntomas suelen durar entre tres y cuatro días (aunque pueden ser más) y los más habituales son los vómitos, diarrea, náuseas, dolor o calambres en el abdomen y, en ocasiones, fiebre. La gastroenteritis viral es la más común y puede estar causada por diferentes tipos de virus, como norovirus y rotavirus.

Cuando la gastroenteritis es causada por consumir alimentos o bebidas contaminados, se conoce como intoxicación alimentaria y puede ser causada por bacterias, parásitos y virus. Los síntomas son prácticamente los mismos, por eso para saber de qué se trata lo mejor es tomar como referencia otros elementos. Por ejemplo, si los síntomas han aparecido pocas horas después de comer, es muy probable que sea una intoxicación alimentaria. Estas pueden producirse por comer carne poco cocinada, manipular alimentos sin lavarse las manos, comer algo que fue lavado con agua contaminada, beber lácteos y quesos no pasteurizados, entre otras causas.

Si la comida con la que nos hemos intoxicado se compró en una tienda o se tomó en un restaurante, dar la voz de alarma es importante, para evitar un posible brote y que otras personas puedan enfermarse.

Las gastroenteritis o virus estomacales son bastante contagiosas y puede adquirirse comiendo alimentos o bebiendo líquidos contaminados con el virus, pero también teniendo contacto directo o indirecto con una persona o una superficie infectada con el virus, por ello una buena higiene de manos es esencial, así como limpiar las superficies que puedan estar infectadas.

Un tratamiento similar para las dos

El arroz blanco es una guarnición perfecta para muchos platos, pero con un toque de color quedará más apetecible. Por ejemplo, el jugo de espinacas lo teñirá de verde o el de remolacha de rosa intenso. También puedes ponerle unas hebras de azafrán para darle un tono anaranjado o un poco de pimentón para que quede dorado.
El arroz blanco es ideal para después de una gastroenteritis.
PIXABAY / JUEMI

Si bien las causas de ambas son diferentes (en una de ellas es necesario tomar un alimento o bebida en malas condiciones), el tratamiento para ambas es bastante similar. La clave de ambos es descansar mucho y, sobre todo, intentar evitar la deshidratación, que es el mayor riesgo en ambos casos, por ejemplo, bebiendo agua a pequeños sorbos, pero de manera frecuente. También hay bebidas específicas de rehidratación, aunque no son aconsejables las bebidas deportivas, por su contenido en azúcar.

Una vez que el cuerpo comience a tolerar algunos alimentos, lo mejor es optar por aquellos suaves y que son fáciles de digerir, como el arroz, aunque habrá que dejar de comer si regresan las náuseas. Conviene evitar determinados alimentos en los días posteriores, como lácteos, azúcar, cafeína, alcohol y alimentos grasos o muy condimentados.

En caso de síntomas muy graves, o si estos no remiten pasado un tiempo prudencial, será necesario acudir a los profesionales sanitarios, para evitar que pueda ir a más o lleguemos a encontrarnos peor o poner en riesgo la salud. Algunos tipos de gastroenteritis pueden requerir ciertos medicamentos, como antibióticos. 

Referencias

National Library of Medicine. (s. f.-c). Gastroenteritis. https://medlineplus.gov/spanish/gastroenteritis.html

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