La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo que afecta al sistema nervioso de manera crónica y progresiva. Según la Federación Española de Párkinson (FEP), es la segunda enfermedad más prevalente en la actualidad después del Alzhéimer y pertenece a los llamados Trastornos del Movimiento. En este sentido, se considera que podría deberse a una combinación de factores genéticos, medioambientales y los derivados del propio envejecimiento.
Como explican los especialistas de la Clínica Mayo, en sus etapas iniciales, esta enfermedad puede tener "una expresión leve o nula" y es posible que "los brazos no se balanceen cuando caminas" o que "el habla pueda volverse suave o incomprensible". En cualquier caso, los síntomas se van agravando conforme pasa el tiempo y conviene atajarlos.
Actualmente, los expertos insisten en la importancia de llevar a cabo ciertos ejercicios y actividades, para tratar los signos, ya que pueden ser muy beneficiosos para el paciente. Algunos de ellos pasan por el deporte y otros por mantener en pleno rendimiento el cerebro.
¿Qué deporte es bueno para el Parkinson?
Desde la Parkinson's Foundation estadounidense explican que algunas recomendaciones de ejercicios para retrasar el avance de la enfermedad consisten en los entrenamientos progresivos de más o menos intensidad.
- Actividad aeróbica.
- Entrenamiento de fuerza.
- Equilibrio, agilidad y multitareas.
- Estiramientos.
Eso sí, advierten de la importancia de realizarlos bajo la supervisión de un profesional, de manera progresiva y manteniendo en todo momento las medidas de seguridad adecuadas al estado del paciente. Además, como explica la terapeuta ocupacional Sara Alcalá de la Asociación de familiares de enfermos de Alzheimer de Torrejón de Ardoz a 20Minutos, también pueden ser efectivos los ejercicios aplicados a los miembros superiores e inferiores que se efectúen en las sesiones de fisioterapia.
1. Sopas de letras
Una actividad muy efectiva para disminuir la falta de atención que en ocasiones sufren los enfermos de Párkinson es realizar pasatiempos. En concreto, la sopa de letras, un clásico en el que se trabaja, además, la atención sostenida y selectiva, fijándose en cada palabra y letra. Los crucigramas, sudokus y otros rompecabezas también son idóneos.
2. Música
La musicoterapia es vital para atender a algunas de las consecuencias que presentan los pacientes que sufren la enfermedad. Gracias a las sesiones de música se fomentan estímulos auditivos y de movimiento. Se mantiene el sentido del ritmo y se trabaja la reminiscencia.
3. Puzzles o cartas de memoria
Como las sopas de letras, los puzzles son una excelente manera de mantener la actividad cerebral. Alcalá explica que estos pueden ser especialmente positivos para la percepción visual, el razonamiento e, incluso, la planificación y organización de actividades.
4. Ejercicios de cálculo
Es vital que los enfermos de Párkinson realicen habitualmente ejercicios de cálculo, además de ralentizar el avance de la afección a nivel cerebral, puede ser muy útil para poder continuar desempeñando actividades que impliquen cálculos como hacer la compra o diferenciar cantidades.
5. Arteterapia
Además de estimular la parte cognitiva, pintar o realizar actividades creativas, es muy beneficioso para trabajar la movilidad en las manos y evitar la rigidez que, con el tiempo, puede causar el Párkinson.
Por último, la terapeuta ocupacional Sara Alcalá indica que es conveniente que los enfermos de Párkinson participen, en medida de lo posible, en todas las tareas o actividades cotidianas como lavar la ropa, hacer la comida o poner la mesa para retrasar el avance del Párkinson.
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