Durante años ha parecido que la salud mental era un problema de otros. Nosotros éramos un país feliz, mediterráneo, que sabía vivir la vida... Pero no. Las encuestas y el fin de la pandemia de Covid han demostrado que la salud mental es la gran olvidada de nuestro sistema sanitario. En realidad, la mitad de la población española ha tenido ataques de ansiedad y casi uno de cada cinco adultos consume psicofármacos.
Lo asegura el informe La situación de la salud mental en España, elaborado por la Confederación Salud Mental España y Fundación Mutua Madrileña y publicado este abril. Por eso, porque el problema es real, conocemos bien los nombres de los fármacos antidepresivos. Por ejemplo, el escitalopram.
¿Qué es el escitalopram?
Es un antidepresivo perteneciente al grupo de los inhibidores de la recaptación de serotonina (ISRSs) y comparte características con la fluoxetina y la paroxetina. "Estos medicamentos actúan sobre el sistema serotoninérgico en el cerebro aumentando el nivel de serotonina. Las alteraciones del sistema serotoninérgico se consideran un factor importante en el desarrollo de la depresión y enfermedades relacionadas", explica Cinfa uno de sus fabricantes en España.
El escitalopram se usa para tratar la depresión, el trastorno de ansiedad, preocupación y tensión
Lo que hace el escitalopram es aumentar la cantidad de serotonina, una sustancia natural del cerebro que ayuda a mantener el equilibrio mental. Su capacidad antidepresiva se asocia con un efecto ansiolítico potente.
¿Para qué se prescribe el escitalopram?
El escilatopram se usa para tratar la depresión en adultos y niños y adolescentes de 12 años o más (episodios depresivos mayores). También trata en adultos el trastorno de ansiedad, preocupación y tensión.
Los trastornos de ansiedad que pueden ser combatidos con escitalopram son los de angustia con o sin agorafobia, trastorno de ansiedad social, trastorno de ansiedad generalizada y trastorno obsesivo-compulsivo.
¿Cuánto tiempo dura el tratamiento?
Escitalopram tarda alrededor de 2 semanas en hacer efecto, sin embargo, los efectos negativos sí son instantáneos, pero leves (lo vemos más abajo). El tratamiento dura varios meses, por lo menos 6 después de empezar a sentirnos bien, según ha constatado Plena Inclusión Madrid, de la Federación de Organizaciones de personas con discapacidad intelectual o del desarrollo.
Tarda 2 semanas en hacer efecto, pero el tratamiento dura meses, por lo menos 6 después de empezar a sentirnos bien
La dosis habitual es de 10 mg una vez al día, según recoge la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. En general, son necesarias 2-4 semanas para obtener un alivio de los síntomas. Según la respuesta individual del paciente, la dosis diaria puede reducirse a 5 mg o aumentarse hasta un máximo de 20 mg.
¿Cuáles son sus efectos secundarios?
El escitalopram produce efectos secundarios de carácter leve que suelen desaparecer de forma progresiva en el transcurso de varias semanas. En cualquier caso, y, siempre bajo supervisión médica, no debe interrumpirse bruscamente el tratamiento ni modificar la pauta de administración y se suspenderá si aparecen convulsiones, según apunta el Comité de Evaluación de Nuevos Medicamentos de Euskadi.
Algunos de los efectos secundarios más frecuentes son: disminución del libido y alteraciones de la eyaculación, insomnio nocturno, somnolencia diurna, molestias intestinales, sequedad bucal, hipotensión postural, ansiedad paradójica, náuseas, vómitos, sudoración, temblor, diarrea, dispepsia, astenia, mialgias, erupción cutánea y aumento de peso.
¿Cuándo está contraindicado el escitalopram?
Se desaconseja tomar este fármaco en los siguientes casos:
- Alérgicos al escitalopram o a alguno de los demás componentes de este medicamento.
- Si se toman otros medicamentos que pertenecen al grupo denominado inhibidores de la MAO, incluyendo selegilina (utilizada para el tratamiento de la enfermedad de Parkinson), moclobemida (utilizada para el tratamiento de la depresión) y linezolida (un antibiótico).
- Si se padece o se ha sufrido un episodio de alteración de la frecuencia cardiaca.
- Si se toman medicamentos para problemas de ritmo cardiaco o que puedan afectar a éste.
Los fabricantes también proponen informe al médico si se padece algún otro trastorno o enfermedad como:
- Epilepsia
- Diabetes
- Nivel disminuido de sodio en la sangre
- Personas que desarrollan hemorragias o cardenales con facilidad, o embarazadas
- Tratamiento electroconvulsivo
- Enfermedad coronaria
- Problemas cardiacos o ha sufrido recientemente un ataque al corazón
- Ritmo cardiaco en reposo lento
- Latidos cardiacos rápidos o irregulares, desfallecimiento, colapso o mareos al levantarse
- Problemas oculares, como ciertos tipos de glaucoma
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