¿Sabías que la mitad de los pacientes con enfermedades crónicas de riñón sufren picores en España? El prurito puede tener muchas causas y su origen es multifactorial. Los picores pueden ser un síntoma de otras enfermedades o una enfermedad en sí, o ambos. Este último es el caso del prurigo nodular, que se manifiesta en forma de ronchas en la piel ásperas y secas, que cambian de tamaño y picor intenso.
Los picores intensos en la piel no deben confundirse con una dermatitis y restarle importancia. De hecho, esta afección se identifica fácilmente por el dermatólogo, "en ocasiones realiza una biopsia de la piel afectada para confirmar la sospecha diagnóstica y diferenciarla de otros trastornos cutáneos que pueden presentar manifestaciones similares. Además, el especialista puede solicitar distintas pruebas (análisis, pruebas de imagen, etc.) para descartar otras causas internas del picor", sostienen desde la Fundación Piel Sana AEDV.
¿Qué es el prurigo nodular?
El prurigo nodular es una enfermedad de la piel en la que se forman lesiones elevadas como ronchas duras, costrosas y que pican intensamente. La picazón es tan intensa que las personas se rascan hasta el punto de provocar sangrado o heridas dolorosas: "Se localizan especialmente en las partes externas de los brazos, hombros y piernas. El tronco, la cara, e incluso las palmas de las manos también pueden ser afectadas. Los roces, la aparición y los toques repetitivos pueden provocar más picazón y resultar en más lesiones en la piel", sostienen desde el Instituto Nacional de Salud americano. Además, la picazón también se agrava por el calor, la sudoración, o la irritación causada por la ropa.
Causas del prurigo nodular
La causa exacta es desconocida. El prurigo nodular, en algunos casos, puede ser parte de otras enfermedades, como eczema (dermatitis atópica), linfoma, hepatitis colestásica autoinmune crónica, infección por vih, anemia grave o picazón (prurito) relacionada con la enfermedad renal crónica conocida. El prurigo nodular suele describirse como doloroso y se presenta con ardor, escozor y hormigueo en la piel.
La Fundación Piel Sana AEDV explica que "las lesiones (nódulos excoriados) son múltiples, rojo-parduzcas y distribuidas de forma más o menos simétrica en extremidades, espalda (en aquellas zonas donde uno puede rascarse) y nalgas".
Tratamiento del prurigo nodular
Estamos ante un trastorno crónico complejo de tratar, sostienen desde la fundación, debido a que resulta difícil romper el círculo vicioso del rascado. Sin embargo, suelen prescribirse corticoides tópicos y/o fototerapia (terapia con rayos ultravioleta): "Es frecuente, además, el uso de tratamientos sistémicos vía oral, sobre todo antihistamínicos sedantes y psicofármacos antidepresivos. Actualmente, no hay medicamentos aprobados específicamente indicados para tratar el prurigo nodular, se ha demostrado que el dupilumab es muy efectivo", sentencian.
Referencias
Marian Goicoecheaa, María Dolores Arenas-Jimenezb, Nuria Arestec, et. al. Percepción de los nefrólogos españoles sobre un problema antiguo no resuelto: Prurito asociado a la enfermedad renal crónica (Pa-ERC). Revista Nefrologia (2023). Vol. 43. Núm. 1. DOI: 10.1016/j.nefro.2022.04.009
Prurigo nodular. Colegio Americano de Dermatología Osteopática . http://www.aocd.org/page/PrurigoNodularis. Consultado el 7/4/2018.
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