Hablamos de pericarditis a la hinchazón e irritación que se produce en el tejido delgado con forma de saco que rodea el corazón, llamado pericardio. Las principales funciones del pericardio son fijar el corazón y controlar que no se mueva demasiado con los cambios de postura. Entre el 2% y el 5% de la población sufre pericarditis aguda en algún momento de la vida.
La pericarditis con frecuencia es el resultado de una infección que llegan a causar un resfriado o una neumonía, y también de infecciones por bacterias aunque menos comunes.
¿Cuáles son los síntomas de la pericarditis?
Se presentan dolor centro-torácico que suele ser agudo que llega a irradiar en la espalda, cuello, brazos, hombro izquierdo, y a veces, el brazo derecho.
Expertos de la Universidad de Navarra, aseguran que, "el dolor se acentúa cuando el paciente está acostado boca arriba y disminuye al sentarse e inclinarse hacia delante." También al respirar profundo, dificultando la respiración.
Algunos pacientes han asegurado también tener una molestia a nivel del esternón muy parecido al dolor del infarto agudo de miocardio. Este dolor puede venir acompañado de taquicardia, mareo, fiebre, tos y dolor al tragar durante varios días. A diferencia del dolor de la angina de pecho, el de la pericarditis no guarda relación con el ejercicio físico.
Tipos de pericarditis
- Pericarditis aguda: cuando el dolor de pecho se convierte repentinamente. A menudo irradiando al cuello y a los hombros.
- Pericarditis recurrente: aproximadamente un 15-30% de los pacientes con pericarditis aguda tienen recurrencias (mismo episodio al cabo de un tiempo).
- Pericarditis periódica: cuando la condición persiste durante un tiempo y los síntomas duran de tres a seis meses.
- Pericarditis constrictiva: cerca de un 2% de pacientes que han sufrido pericarditis aguda, con el tiempo, presentan una pericarditis constrictiva.
- Efusión pericardial: la cavidad pericardial se llena de cerca de 20-50 ml de líquido.
Cómo tratar la pericarditis
Su tratamiento depende de la causa y de la gravedad de los síntomas. En muchas ocasiones la pericarditis leve puede mejorar sin tratamiento. Siempre es importante consultar ante un experto y profesional de la salud.
En la mayoría de los casos se recetan medicamentos para reducir la inflamación y la hinchazón. Es el caso de analgésicos de venta libre, como la aspirina o el ibuprofeno: Advil, Motrin IB, por ejemplo. También los corticosteroides ayudan para combatir la inflamación.
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