¿Qué es la migraña? Estas son sus causas, sus síntomas y su tratamiento

La migraña es un problema que, pese a ser potencialmente incapacitante, está gravemente infradiagnosticado. De hecho, se trata de un trastorno crónico que según los datos de la Sociedad Española de Neurología es la primera causa de discapacidad en adultos menores de 50 años y la tercera patología más prevalente a nivel global.

¿Qué es la migraña? ¿Cuáles son sus causas?

La migraña es un tipo de cefalea (dolor de cabeza) consistente en un dolor pulsátil intenso, normalmente en un único lado de la cabeza, que a menudo se presenta de forma recurrente con frecuencia variable.

Sus causas no son del todo conocidas, pero la genética y algunos factores ambientales parecen jugar papeles importantes. También se cree que los desequilibrios en determinados neurotransmisores, como la serotonina (que regula entre muchos otros aspectos la sensación de dolor) podrían estar detrás de las migrañas.

Así, se consideran factores de riesgo importantes los antecedentes familiares, junto a otros como la edad (suelen presentarse por primera vez durante la adolescencia y la adultez joven) o el sexo (las mujeres son tres veces más propensas a sufrirlas que los hombres).

En cualquier caso, sí que se sabe que hay situaciones capaces de desencadenar las migrañas como son los cambios hormonales (en las mujeres), el consumo de alcohol, el consumo de cafeína, el estrés, la exposición a luces brillantes o parpadeantes o a sonidos fuertes, en algunos casos la exposición a ciertos olores fuertes, la falta o exceso de sueño, el esfuerzo físico, los cambios de presión barométrica, el uso de ciertos medicamentos y el consumo de ciertos alimentos (especialmente salados y procesados) y aditivos alimentarios.

¿Cuáles son sus síntomas?

Los síntomas tradicionalmente se dividen en cuatro etapas agrupadas por orden de aparición, si bien cada caso presenta particularidades y las personas afectadas no tienen por qué atravesar todas las fases ni hacerlo en ese orden, ni sufrir necesariamente todos los síntomas descritos.

La primera de estas fases sería la llamada pródromo, y puede constar de síntomas como estreñimiento, cambios en el estado de ánimo, antojos, rigidez en el cuello, aumento de la frecuencia de orina, retención de líquidos y bostezos frecuentes.

La siguiente es la conocida como aura, que puede preceder a la de ataque o coincidir con ella. Se caracteriza por una forma distintiva de distorsión visual, similar a destellos, puntos brillantes o cristales. Igualmente, el paciente puede presentar pérdida de visión, hormigueos en un brazo o una pierna, entumecimiento o debilidad unilateral y dificultad para hablar.

La tercera es la fase de ataque, en la que ya se presentan los síntomas más agudos: dolor de cabeza intenso, pulsátil y unilateral; sensibilidad a la luz, el sonido y, en algunos casos, a los olores y el tacto; y, en algunos pacientes, náuseas y vómito.

Finalmente está la fase de postdromo, en la que el paciente puede sentir agotamiento, confusión y fatiga. En algunos casos, las personas refieren sentirse eufóricas; además, es común que haya dolor de cabeza asociado a los movimientos bruscos.

Los episodios suelen presentarse de manera recurrente, con una frecuencia que puede variar desde una vez cada varios meses a varias veces al mes, y durar en conjunto entre 4 y 72 horas.

¿Cómo se trata?

El tratamiento de la migraña se basa en el alivio de los síntomas y en la prevención de los episodios, sin que exista una cura definitiva.

Así, es común que el médico recete analgésicos comunes (aspirina, ibuprofeno o paracetamol) y existen otras opciones como los triptanos, la dihidroergotamina, el lasmiditan, el ubrogepant o los opioides que han demostrado cierta eficacia en el alivio sintomático de las migrañas.

Para prevenir los episodios se pueden emplear medicamentos que reducen la presión arterial, antidepresivos tricíclicos, anticonvulsivos, bótox y anticuerpos monoclonales de CGRP.