La AEMPS (Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios) ha añadido dos nuevos efectos secundarios poco frecuentes a la vacuna de Moderna: la parestesia y la mielitis adversa. Este último coincide con la condición que sufría Joey Jordison, exbatería del grupo estadounidense de nu metal Slipknot, a causa de una esclerosis múltiple que le obligó a dejar la música. Jordison falleció finalmente el pasado julio.
La mielitis transversa es una "inflamación de ambos lados de una sección de la médula espinal", un trastorno neurológico que suele dañar "el material aislante que cubre las fibras de las células nerviosas", indican los especialistas de Mayo Clinic. De tal manera que este trastorno provoca una interrupción de "los mensajes que los nervios de la médula envían al cuerpo":
¿Cuáles son los primeros signos de alarma?
Respecto a los síntomas que provoca este trastorno, los más frecuentes son los siguientes: dolor, debilidad muscular, problemas sensoriales, parálisis, disfunción de la vejiga y del intestino.
Estos serían los primeros signos de alerta de la enfermedad que pueden aparecer durante varias horas, días e incluso a lo largo de varias semanas, según el grado de desarrollo del trastorno. Asimismo, "la mielitis transversal suele afectar a ambos lados del cuerpo por debajo del área afectada de la médula espinal, pero a veces solo hay síntomas en un lado del cuerpo", añaden.
El dolor que causa esta patología puede comenzar de forma brusca y repentina "en la parte baja de la espalda" e ir extendiéndose a las piernas, brazos, pecho o abdomen. En este sentido, "los síntomas de dolor varían según la parte de la médula espinal que esté afectada".
En cuanto a los trastornos sensoriales, muchos pacientes con esta patología aseguran padecer sensaciones de "entumecimiento, hormigueo, frío o ardor". De hecho, muchos suelen tener una mayor sensibilidad al calor o al frío extremos.
Por otro lado, la debilidad en los brazos y piernas es otro signo característico, mientras que un porcentaje de personas puede experimentar una parálisis total de alguna zona del cuerpo. Por último, la necesidad de hacer orinar con más frecuencia, la incontinencia o los problemas digestivos pueden ser molestias habituales en estos pacientes.
¿Por qué se produce este trastorno?
Las causas de la aparición de este trastorno pueden ser múltiples y puede afectar a mujeres y hombres de todas las edades. "La mielitis transversa es un trastorno poco común del sistema nervioso" y en muchas ocasiones "la causa es desconocida". Según MedlinePlus, sí existen determinadas afecciones que pueden derivar en mielitis transversa:
- Infección bacterial, viral, parasitaria o fúngica, tal como VIH, sífilis, varicela zóster (culebrilla), virus del Nilo Occidental, virus del Zika, enterovirus y enfermedad de Lyme.
- Trastornos del sistema inmunitario, como esclerosis múltiple (EM), síndrome de Sjögren y lupus.
- Otros trastornos inflamatorios como la sarcoidosis o la esclerodermia.
- Trastornos de los vasos sanguíneos que afectan a la columna vertebral.
Las personas que padecen mielitis transversa pueden experimentar complicaciones de salud como el dolor, uno de los signos crónicos más debilitantes. Asimismo, la "rigidez, tensión o espasmos dolorosos en los músculos" o la parálisis parcial o total son otras de las complicaciones que puede provocar este trastorno. Por otro lado, la disfunción sexual es una complicación frecuente, así como la depresión o la ansiedad, sobre todo a largo plazo, añaden en Mayo Clinic.
¿Existe tratamiento?
El pronóstico es variable aunque la mayoría de pacientes se recupera pasados los tres meses desde que comienza la patología. No obstante, para otras personas la recuperación puede durar incluso años. "Algunas se recuperan con discapacidades moderadas, como problemas intestinales y dificultad para caminar. Otras tienen discapacidad permanente y necesitan ayuda con las actividades cotidianas", subrayan en MedlinePlus.
En este sentido, muchas terapias se centran en aliviar los síntomas de la afección en función de la causa mediante el tratamiento farmacológico con esteroides endovenosos, con una terapia de intercambio plasmático, medicamentos antivirales, analgésicos para el dolor muscular o medicamentos antidepresivos para la neuralgia. Asimismo, existen medicamentos para prevenir los ataques frecuentes como corticosteroides o inmunosupresores.
Por otra parte, existen terapias enfocadas al cuidado y la recuperación del paciente como la fisioterapia, la terapia ocupacional o la psicoterapia con profesionales, sobre todo en caso de que existan problemas emocionales o conductuales.
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