Ramipril: cómo reduce la tensión arterial y cuáles son sus posibles efectos secundarios

Los tensiómetros de uso domésticos nos ayudan a controlar los valores cuando tomamos un medicamento que los regula.
Los tensiómetros de uso domésticos nos ayudan a controlar los valores cuando tomamos un medicamento que los regula.
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Los tensiómetros de uso domésticos nos ayudan a controlar los valores cuando tomamos un medicamento que los regula.

El principal objetivo del Ramipril, cuando es recetado por el médico, consiste en reducir la tensión arterial, ya que actúa oponiéndose a los efectos de la enzima denominada angiotensina II. Gracias a ello, este medicamento perteneciente a la familia de los IECAs, provoca una dilatación de arterias y venas, al tiempo que disminuye la reabsorción de sodio y agua.

La doctora Irene Arnanz González, miembro del Grupo Cardiovascular y Diabetes de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) se lo explica a 20minutos de una manera muy esclarecedora: "Imaginemos una tubería con mucha agua a presión dentro. Ramipril lo que hace es aumentar el diámetro de esa tubería y disminuir la cantidad de líquido (volemia) que transcurre por esa tubería".

Un medicamento versátil

Semejante mecanismo de acción de Ramipril, "hace que, además de como antihipertensivo, se utilice en los pacientes con insuficiencia cardíaca (consiguiendo incrementar el gasto cardíaco)". 

También –añade la doctora Arnanz– "resulta de utilidad en aquellos afectados por enfermedad renal a causa de la diabetes. ¿Y cómo funciona en este caso? Protegiendo el riñón, al disminuir la presión dentro del mismo. En pacientes diabéticos ha demostrado mejorar la sensibilidad de la insulina y la captación de glucosa por parte del músculo".

Por si no fueran suficientes estas aplicaciones con eficacia demostrada, este medicamento "puede actuar positivamente en pacientes con elevado riesgo cardiovascular, para prevenir el infarto agudo de miocardio o el ictus",

¿Cuándo está contraindicado?

La dosis habitual de Ramipril varía desde 1,25 mg/día a un máximo de 10 mg/día, en función de la indicación y circunstancias clínicas del paciente.

Según explica la doctora, "los IECAs (entre los que se encuentra este medicamento) se han visto poco eficaces en el tratamiento de la hipertensión en pacientes de raza negra. El motivo más probable es que se trata de una raza con cifras de renina (hormona producida por los riñones) muy bajas". 

En pacientes con insuficiencia renal moderada-grave se recomienda un ajuste posológico por posible acumulación del fármaco. En caso de hepatitis o insuficiencia hepática es importante aconsejar su uso exclusivamente bajo supervisión médica estrecha y con una dosis no superior a 2,5mg/día. 

Efectos adversos a considerar

Por lo que respecta a los (posibles) efectos secundarios, la doctora Arnanz añade: "En general, Ramipril presenta un perfil de reacciones adversas bien tolerado. La mayor parte de ellas son leves y transitorias, y desaparecen al suspender el tratamiento. Es frecuente (1-10%) que se produzca tos seca e irritativa, que puede dar lugar a ronquera y afonía, y que suele empeorar al acostarse".

Respecto a esta tos tan recurrente, nos explica que suele ser más prevalente en mujeres, que aparece en las primeras semanas del tratamiento y se muestra refractaria al tratamiento con antitusivos. "La tos por IECAs solo suele desaparecer al abandonar el tratamiento, al cabo de uno a siete días, aunque en algunas ocasiones la reducción de la posología ha sido suficiente".

En otro orden de cosas, aparece también la hipotensión (del 1 al 10% de los casos), incluidos casos de hipotensión ortostática (bajada de tensión que ocurre al incorporarnos). Puede suceder también que aparezcan mareos, náuseas, cefalea, vómitos y diarrea al comenzar a tomar este fármaco.

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