El riesgo de quedarte sordo por el uso excesivo de auriculares, ¿es real?

En España, el uso frecuente de auriculares se ha vuelto una práctica común, pero es esencial ser conscientes del riesgo que esto puede implicar para nuestra audición.
Pásate al lado cómodo de escuchar música.
Pásate al lado cómodo de escuchar música.
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Pásate al lado cómodo de escuchar música.

Los auriculares son en la actualidad un elemento indispensable para muchas personas, ya que los utilizamos en situaciones muy diversas, desde para ver una película o escuchar música relajados, en nuestro sofá, hasta durante la práctica de actividades deportivas o en nuestros trayectos en transporte público.

A todos nos gusta escuchar nuestras canciones favoritas y otros contenidos reservándolos para nosotros mismos, pero al hacer uso de los auriculares en muchas ocasiones no nos paramos a pensar que estamos deteriorando nuestra salud auditiva progresivamente. Principalmente, esto ocurre debido a una utilización inapropiada de estos dispositivos tecnológicos.

Uno de los grandes problemas asociados al uso de estos auriculares no es el empleo de ellos en sí mismos, sino que tiene que ver con el volumen utilizado. De hecho, diferentes estudios apuntan a que los adolescentes, en la actualidad, tienen un 30% más de posibilidades de perder de manera significativa su audición en comparación con las décadas anteriores.

De esta forma, el abuso de este tipo de aparatos de escucha, sobre todo a altos volúmenes, puede llegar a quedarse sordos, un problema que debe ser evitado haciendo un uso responsable de este tipo de accesorios.

Los problemas de un uso extralimitado de los auriculares

Un uso extralimitado de los auriculares no solo puede provocar daños auditivos, sino que también puede derivar en infecciones. Es fundamental ser conscientes de los riesgos asociados con el uso prolongado de estos dispositivos.

Los auriculares pueden provocar un trauma acústico como consecuencia del choque de las ondas sonoras con el tímpano, a la par que estimulan de manera excesiva el nervio auditivo, algo que depende principalmente tanto de la intensidad como de la duración del estímulo. Además, el propio roce de los auriculares, la suciedad acumulada en ellos o la falta de transpiración, pueden hacer que haya una mala aireación, que derive en un exceso de humedad, y a su vez, ocasione una micosis, es decir, una infección producida por hongos.

Cómo utilizar los auriculares de forma segura

Para evitar tanto problemas de pérdida de audición como enfermedades en el oído, se recomienda tener en cuenta las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS):

  • Volumen bajo: Se aconseja respetar los niveles seguros de exposición al ruido, usando auriculares que se ajusten bien y, preferiblemente, que aíslen del ruido exterior, ya que en caso contrario será más probable que se aumente el volumen y, por tanto, también el daño para nuestros oídos. Se recomienda no escuchar música a más de 60 dB.
  • Limitar el tiempo de escucha: Uno de los grandes problemas asociados al uso de estos aparatos de escucha es que, además de un volumen elevado, este se mantiene durante largos periodos de tiempo. Para cuidar nuestra audición, habrá que hacer breves descansos y limitar el tiempo diario de uso de estos aparatos de audio. No se recomienda exceder los 60 minutos al día.
  • Cuidado con los auriculares de otras personas: Una recomendación muy importante es la de no utilizar los auriculares de otras personas sin que exista una limpieza previa, sobre todo en el caso de los aparatos que se introducen en el conducto auditivo externo.
  • Vigila nos niveles seguros de exposición al ruido: La OMS recuerda que se deben tener bajo control los niveles seguros de exposición al ruido, usando la tecnología que ponen a nuestra disposición los smartphones para la medición de los mismos, y poder así tener la información necesaria para hacer un uso responsable de los auriculares.

A todo ello hay que sumar la necesidad de hacer revisiones auditivas periódicas, ya que de esta forma podrá detectarse la aparición de la pérdida de audición en una fase temprana, mejorando el diagnóstico y minimizando el daño que pueda tener.

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