¿Alguna vez te han dicho que hueles mal? Cualquier persona, sin importar su edad, puede experimentar mal aliento o axilas malolientes en algún momento. Si bien la mayoría de los olores corporales y del aliento son normales, algunos podrían estar indicando problemas de salud subyacentes. Ciertos olores corporales pueden ser síntomas de enfermedades ocultas, por lo que conviene estar atentos para buscar atención médica urgente.
El mal aliento por las mañanas y las bacterias
Según la Dra. Madeleine S. Deming, experta en medicina interna del NIH Clinical Center, "la mayoría de las veces, el mal aliento es causado por bacterias en los dientes y la lengua". Es normal tener mal aliento por las mañanas, especialmente al dormir con la boca abierta, ya que la sequedad bucal permite el desarrollo bacteriano. Estas bacterias producen compuestos sulfurosos que pueden oler a huevos podridos o cebolla. Si el mal aliento persiste a pesar del cepillado o el uso de enjuague bucal, podría indicar otros problemas como caries o enfermedad periodontal que requieren tratamiento odontológico. Otras causas incluyen infecciones en los senos nasales, la garganta o los pulmones.
La mayoría de las veces, el mal aliento es causado por bacterias en los dientes y la lengua
Nuestro aliento también puede reflejar enfermedades en otras partes del cuerpo, ya que exhalamos compuestos gaseosos que se trasladan desde los órganos a través del torrente sanguíneo hasta los pulmones. Por ejemplo, un aliento con olor a fruta o manzanas podridas podría indicar diabetes descontrolada, mientras que un olor a amoníaco podría señalar insuficiencia renal. Estos compuestos en la sangre también pueden liberarse a través de las glándulas sudoríparas, afectando el olor de la piel y las axilas.
¿Cuándo consultar a un profesional médico?
Si le preocupa un olor corporal nuevo o persistente, la Dra. Deming aconseja que "el primer paso es realizar una visita al médico para su evaluación. Lo mejor es que un dentista evalúe el mal aliento". Un examen médico puede determinar si existe una condición subyacente que requiera tratamiento. En algunos casos, evitar ciertos alimentos puede ayudar a controlar el olor corporal.
Ejemplos de olores y sus posibles causas
Sudor: Un olor abrumador y desagradable en el sudor suele indicar simplemente la necesidad de una ducha. Sin embargo, el estrés, la ansiedad, la ropa ajustada o sintética y ciertos medicamentos también pueden contribuir al mal olor corporal, según la Dra. Ann Nainan.
Flujo vaginal: Un flujo vaginal excesivo o inusual, especialmente si es blanco y espeso, puede deberse a aftas. La Dra. Jo Bailey, ginecóloga, explica que la candidiasis se produce por un desequilibrio en el microbioma vaginal, donde predominan las bacterias beneficiosas como los lactobacilos. Este desequilibrio permite el crecimiento excesivo de la levadura cándida, causando picazón y dolor.
Olor a pescado: Un fuerte olor a pescado proveniente de la vagina puede indicar vaginosis bacteriana (VB), una infección común en mujeres españolas en edad reproductiva. Según la Dra. Bailey, ocurre cuando hay más bacterias dañinas que beneficiosas en la vagina, causando dolor, picazón y ardor.
Orina: La dieta, la hidratación, las infecciones, los medicamentos y ciertas condiciones médicas pueden afectar el olor de la orina. La Dra. Sushma Srikrishna, uroginecóloga, menciona que un olor fuerte a amoníaco puede indicar deshidratación o infección urinaria, más comunes en mujeres por sus conductos más cortos. Un olor dulce podría señalar diabetes o infecciones de transmisión sexual.
Otros olores a tener en cuenta son el mal aliento persistente, que puede deberse a mala higiene bucal, enfermedad de las encías, deshidratación, hambre, problemas digestivos, goteo posnasal o amigdalitis; y el olor de pies o bromhidrosis, causado por la sudoración excesiva que crea un ambiente propicio para el crecimiento bacteriano, según Andrea Jones, podóloga principal.
En resumen, aunque los olores corporales y el mal aliento son comunes en la población española, en algunos casos podrían estar señalando problemas de salud subyacentes. Mantener una buena higiene y estar atentos a cambios inusuales en los olores del cuerpo puede ayudar a identificar trastornos médicos de forma temprana.
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