La pandemia de coronavirus ha cambiado nuestras vidas, quizá para siempre. Muchos de los que han sufrido la enfermedad han quedado con secuelas. Una de las más curiosas es la caída del cabello.
Un estudio publicado en la revista The Lancet estimó que el 22% de los pacientes que fueron hospitalizados con Covid experimentaron pérdida de cabello después de su enfermedad.
Los expertos creen que el impacto emocional de vivir la pandemia podría ser un factor contribuyente. Por estos motivos, ahora que las grandes olas ya han pasado, están creciendo cada vez más las intervenciones de injertos de pelo.
Tal y como recoge el Daily Mail, citando al doctor Ismail Ughratdare, especialista en este tipo de intervenciones, "ha habido más personas que quieren recurrir a estos procedimientos".
Ughratdare dijo que los cambios en las prácticas laborales durante la pandemia también han supuesto una mayor demanda de cirugía de trasplante capilar.
"'Nos dimos cuenta durante el confinamiento de que muchas personas estaban trabajando en casa y de repente vieron sus caras en Zoom y Teams", dijo Ughratdare.
Según este médico, también influye la edad de los nuevos pacientes. "La generación más joven es extremadamente experta en tecnología de la información y medios y quiere tener mejor aspecto", dice.
"Pueden preocuparse mucho incluso cuando hay una pequeña cantidad de pérdida de cabello, que probablemente sea el momento adecuado para tratar de prevenirla", añade.
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