Ni té, ni café: esta es la bebida que te hará vivir más de 100 años

La alimentación es esencial para cuidar nuestra salud, algunos alimentos pueden ayudarnos a protegernos de determinadas enfermedades y no siempre tenemos que buscar en la lista los más exóticos para lograrlo, algunos tan habituales como el agua también son clave.

Beber agua en ayunas es un estupendo hábito saludable.
Agua, la bebida que puede alargar tu vida.
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Beber agua en ayunas es un estupendo hábito saludable.

Cada vez es más frecuente redescubrir un alimento o una bebida que formaba parte de nuestra dieta habitual en España, verlo con nuevos ojos al conocer alguno de sus beneficios para la salud que hasta el momento nos había pasado desapercibido, o nos habíamos centrado tanto en las propiedades que todos conocemos que aprender que esconde mucho más de lo que pensábamos nos hace volver a disfrutarlo.

Bebidas como el café, que tomado con moderación en el marco de una dieta equilibrada puede aportar sus cualidades antioxidantes y reducir el riesgo de desarrollar determinadas enfermedades, como diabetes tipo 2; también el té, ideal para mejorar la salud cardiovascular, pero también para quemar grasa y depurar el cuerpo. Sin embargo, por mucho que nos aporten estas bebidas, hay otra que puede ayudarnos a cuidar nuestra salud y está al alcance de cualquiera: el agua.

Agua: la bebida cargada de beneficios que cuida nuestra salud

Los ciudadanos siguen teniendo un papel fundamental en el presente y futuro de la gestión del agua.
Agua, clave para la salud.
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Una buena hidratación puede marcar la diferencia en nuestra salud, así lo ha determinado un estudio llevado a cabo por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos, que ha determinado que las personas de mediana edad que no se hidrataban adecuadamente eran más propensas a desarrollar enfermedades crónicas, como insuficiencia cardiaca, diabetes, enfermedad pulmonar crónica o demencia. Mantenerse bien hidratado ayuda a mantenerse más sano a medida que se envejece, reduciendo el riesgo de muerte prematura.

"Los resultados sugieren que una hidratación adecuada puede ralentizar el envejecimiento y prolongar una vida libre de enfermedad", explica Natalia Dmitrieva, investigadora del Laboratorio de Medicina Regenerativa Cardiovascular en los NIH y en el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre.

Este estudio se realizó observando datos de salud de 11.255 adultos recogidos en los últimos 30 años, analizando los vínculos entre los niveles sanguíneos de sodio y la hidratación, los niveles de sodio aumentan si disminuye la hidratación. También estudiaron la relación de los niveles de sodio con el envejecimiento biológico, teniendo en cuenta factores como la edad y el sexo, pero también el tabaquismo o la hipertensión.

Durante el estudio no se controló la cantidad de agua ingerida, solo se analizaron los niveles de sodio en sangre, pero para la investigadora "la disminución del contenido de agua corporal es el factor más común que aumenta los niveles de sodio sérico", por lo que una buena hidratación sería esencial y podría ralentizar el proceso de envejecimiento y reducir el riesgo de sufrir enfermedades crónicas.

Consejos para una buena hidratación

Una persona se sirve agua de una jarra.
Una persona se sirve agua de una jarra.
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Aunque lo habitual es escuchar que conviene beber dos litros diarios de agua, lo cierto es que esta cifra puede cambiar en función de cada persona, pero también del momento. No necesitamos la misma cantidad de agua un día normal que uno en el que las temperaturas sean muy altas, cuando nos convendrá beber más. Ciertos medicamentos o enfermedades pueden hacernos orinar más y, por tanto, necesitaremos más líquidos, en caso de vómitos, diarrea o fiebre también será necesario aumentar la ingesta de líquidos para evitar la deshidratación.

La clave para una buena hidratación es beber siempre que se tenga sed, pero hay algunas personas que no son conscientes de cuándo comienzan a tenerla y en esos casos es mejor estar pendiente de beber en momentos concretos para evitar la deshidratación, sobre todo cuando hace mucho calor o hacemos ejercicio con altas temperaturas. Se puede llevar una botella de agua y rellenarla si es necesario o beber a horas regulares, como durante la comida. Es importante beber antes, durante y después del ejercicio y también aumentar la ingesta si estamos enfermos.

En caso de fatiga, confusión o mareo, micción menos frecuente, orina de color oscuro o sed excesiva, conviene consultar con un médico cuanto antes, porque pueden ser síntomas de deshidratación. 

Referencias

Good hydration linked to healthy aging. (2023, 3 enero). National Institutes Of Health (NIH). https://www.nih.gov/news-events/news-releases/good-hydration-linked-healthy-aging

Hidratarse para estar sano. (2023, 1 junio). Los Institutos Nacionales de Salud. https://salud.nih.gov/recursos-de-salud/nih-noticias-de-salud/hidratarse-para-estar-sano

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