Al hablar de longevidad, Japón ocupa siempre un puesto destacado entre los países con mayor esperanza de vida del mundo. Con permiso de la dieta mediterránea, el enfoque alimenticio que realizan los habitantes de este país oriental es uno de los más efectivos para llegar a los 100 años con mejor calidad de vida. Así lo manifiesta Michiko Tomioka, una nutricionista criada en Japón y residente en EE UU, que desgrana en un artículo cuáles son los alimentos más comunes en dietas occidentalizadas que perjudican la salud y alejan, por tanto, el objetivo de alcanzar una vida larga.
Esta experta en longevidad se refiere a seis tipos de comidas que no solo se consumen de forma habitual en EE UU, sino que también son típicas en otros países como España: perritos calientes, hamburguesas de comida rápida, refrescos azucarados, cereales azucarados para desayunar, queso crema y dulces.
Sobre las carnes procesadas industriales como perritos calientes o las hamburguesas de cadenas de comida rápida, Tomioka detalla que "no solo tienen un alto contenido en sal, sino que también contienen grasas saturadas que pueden aumentar el riesgo de ciertos tipos de cáncer, como el cáncer colorrectal y el cáncer de mama". Las hamburguesas, además, contienen grasas trans y grasas saturadas, "que pueden elevar el nivel de colesterol LDL 'malo' en la sangre", apunta.
En su lugar, la nutricionista opta por el tofu como ingrediente principal en comidas "cuando quiero algo rico en proteínas, pero bajo en sal y conservantes".
Por su parte, beber refrescos azucarados con regularidad, una o dos latas al día o más, "puede aumentar el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2", advierte esta experta en nutrición y longevidad. También hay que prestar atención a los refrescos con edulcorantes porque "pueden dificultar la concentración e incluso desencadenar migrañas". Como alternativa, las bebidas refrescantes preferidas por Tomioka son los tés verdes, "como un matcha helado", sugiere.
En lo que a cereales se refiere, conviene elegir aquellos que no contengan azúcares añadidos, ya que "demasiado azúcar puede provocar problemas con la presión arterial, aumento de peso, aumento de la inflamación y riesgo de diabetes". En lugar de ello, el desayuno saludable que la nutricionista consume es el natto, un plato japonés hecho de soja fermentada, con un poco de arroz multigrano.
Los productos lácteos son una gran fuente de calcio y proteínas, pero la nutricionista recomienda evitar especialmente el queso crema "porque las marcas de consumo más populares solo te darán alrededor de cinco gramos de proteína, y una onza puede contener la friolera de 27 miligramos de colesterol". El untable alternativo que consume es el kinako, hecho a base de harina de soja y pasta de sésamo.
Por último, en el apartado de los dulces, la nutricionista distingue entre algunos beneficiosos como el chocolate negro, que es "rico en antioxidantes que combaten enfermedades", y aquellos otros dulces azucarados y cargados de almidón de maíz que "pueden ser dañinos para el corazón y el cerebro".
En su lugar, para satisfacer el antojo de dulce, Tomioka consume pudin de semillas de chía con miel o jarave de agave, plátanos congelados o chocolate negro sin azúcar. "Un pequeño trozo de pastel con amigos está perfectamente bien en ocasiones especiales", agrega la experta.
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