Los cuatro grupos de personas que no deberían beber cerveza (ni en verano ni nunca)

Aunque la cerveza es una de las bebidas más populares en España, su consumo no es recomendable para todos los grupos de personas. Descubre quiénes deben abstenerse de tomarla y por qué.

Estos son los 4 grupos de personas a los que no se les recomienda tomar cerveza
Estos son los 4 grupos de personas a los que no se les recomienda tomar cerveza
Estos son los 4 grupos de personas a los que no se les recomienda tomar cerveza
Estos son los 4 grupos de personas a los que no se les recomienda tomar cerveza
Wochit

La cerveza, con un consumo anual de 175.000 millones de litros a nivel mundial, es una de las bebidas fermentadas más apreciadas por su sabor y bajo contenido alcohólico en comparación con bebidas espirituosas. Sin embargo, no todos deberían consumirla debido a los riesgos que puede suponer para su salud. En España la cerveza forma parte de la cultura gastronómica. Por ello, es fundamental conocer qué grupos de personas deben evitarla por completo.

Aunque el origen natural de la cerveza y su popularidad podrían hacernos pensar que es una bebida inocua, lo cierto es que su consumo excesivo puede acarrear problemas de salud. Por ello, es crucial mantener una actitud responsable y consciente hacia su ingesta, especialmente para aquellos que padecen ciertas condiciones médicas. Existen cuatro grupos principales de personas que deberían abstenerse de beber cerveza, independientemente de la época del año o la ocasión.

Según estudios científicos, el consumo moderado de cerveza puede tener algunos beneficios para la salud, como la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares y la presencia de antioxidantes. Sin embargo, estos beneficios no se aplican a todos por igual y es crucial tener en cuenta las condiciones médicas individuales antes de decidir si beber o no cerveza.

Personas con Síndrome del Intestino Irritable (SII)

Quienes padecen SII, una condición gastrointestinal caracterizada por dolor abdominal, hinchazón y alteraciones en el ritmo intestinal, deben evitar la cerveza. Su contenido de gas y ciertos compuestos irritantes pueden exacerbar los síntomas y causar un mayor malestar. Optar por bebidas no carbonatadas y sin alcohol es la mejor alternativa para estas personas.

El SII afecta a un porcentaje significativo de la población, con una prevalencia estimada del 10% al 15% a nivel global. Los síntomas del SII pueden variar en intensidad y frecuencia, pero el consumo de cerveza puede empeorarlos notablemente. Además, la cerveza contiene FODMAPs (oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables), que son carbohidratos de cadena corta que pueden fermentar en el intestino y causar molestias gastrointestinales en personas sensibles.

Personas con cirrosis hepática o problemas de hígado

El consumo crónico y excesivo de alcohol está estrechamente ligado a enfermedades hepáticas como la cirrosis. Aunque la cerveza tiene un menor contenido alcohólico que otras bebidas, sigue siendo una fuente de alcohol que puede agravar o desencadenar problemas hepáticos en individuos susceptibles. Aquellos con afecciones hepáticas preexistentes deben evitar por completo el consumo de cerveza y otras bebidas alcohólicas.

La cirrosis hepática es una condición grave en la que el tejido hepático sano es reemplazado por tejido cicatricial, lo que dificulta el funcionamiento adecuado del hígado. El alcohol es una de las principales causas de cirrosis, y su consumo, incluso en cantidades moderadas, puede acelerar el daño hepático en personas con esta condición. Además, el alcohol puede interactuar negativamente con los medicamentos recetados para tratar enfermedades hepáticas, lo que hace aún más importante evitar su consumo.

Se caracteriza por el mal funcionamiento del hígado. La cirrosis avanzada puede ser causa de muerte.
Se caracteriza por el mal funcionamiento del hígado. La cirrosis avanzada puede ser causa de muerte.
Pixabay/jarmoluk

Personas con acidez de estómago

El alcohol presente en la cerveza puede debilitar la función del esfínter esofágico, el músculo encargado de prevenir el reflujo ácido desde el estómago hacia el esófago. Esto puede llevar a un aumento de la acidez estomacal y agravar los síntomas de quienes ya padecen acidez frecuente. Para evitar molestias y complicaciones, es mejor optar por bebidas no alcohólicas y bajas en acidez.

La acidez estomacal, también conocida como enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), afecta a millones de personas en todo el mundo. Los síntomas incluyen ardor de estómago, regurgitación ácida y dificultad para tragar. Además de evitar la cerveza, las personas con acidez estomacal deben ser conscientes de otros desencadenantes dietéticos, como los alimentos picantes, grasos o cítricos, y hacer los cambios necesarios en su estilo de vida para controlar los síntomas.

Personas con diabetes o estado previo a ella

Durante el proceso de fermentación de la cerveza, se generan azúcares que pueden ser perjudiciales para personas con diabetes o prediabetes. El consumo de esta bebida puede elevar los niveles de glucosa en sangre y dificultar el control glucémico en diabéticos. Es fundamental que quienes padecen estas condiciones eviten la cerveza y se decanten por alternativas sin azúcar añadido ni alcohol.

La diabetes es una enfermedad crónica caracterizada por niveles elevados de glucosa en sangre. El consumo de alcohol, incluyendo la cerveza, puede interferir con la capacidad del cuerpo para regular la glucosa y aumentar el riesgo de hipoglucemia (niveles bajos de azúcar en sangre) en personas que toman medicamentos para la diabetes. Además, la cerveza contiene carbohidratos que pueden contribuir a la elevación de los niveles de glucosa en sangre, lo que dificulta aún más el control de la diabetes.

La mejor manera de conocer los niveles de glucosa en sangre es someternos a las pruebas que pueden proporcionar los datos concretos y de este modo saber si se encuentran dentro de los niveles saludables. Esta prueba a menudo se usa para vigilar o diagnosticar la diabetes, una enfermedad que afecta a uno de cada siete adultos en España, según datos ofrecidos por la Federación Internacional de Diabetes.
La mejor manera de conocer los niveles de glucosa en sangre es someternos a las pruebas que pueden proporcionar los datos concretos y de este modo saber si se encuentran dentro de los niveles saludables. Esta prueba a menudo se usa para vigilar o diagnosticar la diabetes, una enfermedad que afecta a uno de cada siete adultos en España, según datos ofrecidos por la Federación Internacional de Diabetes.

Es crucial que las personas pertenecientes a estos grupos comprendan los riesgos asociados al consumo de cerveza y tomen decisiones informadas sobre su ingesta. Siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud antes de realizar cambios en la dieta o estilo de vida, especialmente en casos de enfermedades crónicas o condiciones médicas particulares.

Para quienes disfrutan de la cerveza pero pertenecen a alguno de estos grupos de riesgo, existen alternativas no alcohólicas y opciones más saludables que les permitirán seguir disfrutando de momentos sociales sin comprometer su bienestar. La clave está en priorizar la salud y adaptar nuestras elecciones en consecuencia.

En definitiva, aunque la cerveza es una bebida ampliamente apreciada en España y en el mundo, su consumo no es adecuado para todos. Conocer los grupos de personas que deben evitarla es esencial para fomentar una cultura de consumo responsable y consciente. Al fin y al cabo, nuestra salud debe ser siempre nuestra máxima prioridad.

Referencias

Harvard T.H. Chan School of Public Health. Is Wine Fine, or Beer Better? Consultado online en https://www.hsph.harvard.edu/nutritionsource/is-wine-fine-or-beer-better/ el 28 de marzo de 2024.

U.S. Department of Agriculture and U.S. Department of Health and Human Services. Dietary Guidelines for Americans, 2020-2025. 9th Edition (2020). Consultado online en https://www.dietaryguidelines.gov/resources/2020-2025-dietary-guidelines-online-materials el 28 de marzo de 2024.

Ferraro, P. M., Taylor, E. N., Gambaro, G., & Curhan, G. C. (2013). Soda and other beverages and the risk of kidney stones. Clinical Journal of The American Society of Nephrology, 8(8), 1389-1395. https://doi.org/10.2215/cjn.11661112

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