Desayunar caldo de huesos en lugar de café: la recomendación de algunos expertos

En España podemos acceder sin problema a cualquiera de estas dos opciones tan diferentes para empezar el día, sin embargo, es importante que calibremos la decisión si sufrimos de hipertensión, enfermedades cardíacas o renales.
Caldo de huesos
El caldo de huesos se está viralizando en redes como una opción para el desayuno sin la suficiente información sobre sus propiedades y nutrientes.
Getty Images/iStockphoto
Caldo de huesos

Basta que un/a influencer comparta una rutina de cualquier tipo (maquillaje, ropa, alimentación…) para que ese producto se vuelva viral en cuestión de horas y su público lo pruebe, compre o adopte en su día a día. En el caso que nos ocupa, la rutina es bastante curiosa: se trata de un sustitutivo del café que a priori cuesta imaginarse. 

Entre esas celebrities que parece que han hablado de dicho producto se encuentra Violeta Mangriñán, una de las influencers españolas más seguidas: cuenta con 2,4 millones de seguidores en Instagram. La valenciana ha alabado los beneficios de la bebida con el objetivo de mantener una piel tersa y firme. Una circunstancia, el envejecimiento, que en principio no debería obsesionar a alguien de su edad (29 años).

Aunque parece que la influencer no habla tanto de tomar el caldo de huesos a primera hora del día como de incorporarlo sin más a la dieta, lo cierto es que en redes sociales se está extendiendo esta opción. A todas luces el caldo y el café son bebidas sin ningún denominador común, siendo el único argumento que se podría esgrimir que el primero de ellos no tiene cafeína.

Para personas que busquen disminuir la dosis diaria de cafeína hay opciones quizás un poco menos radicales para la sustitución, como puede ser el té verde o matcha, un batido verde, la leche dorada o cereales integrales. En estos casos no sustituiríamos los sabores de un extremo a otro, de lo dulce a lo salado, y encontraríamos fuentes de energía igual de interesantes.

Aportes no muy saludables del caldo de huesos

Caldo de pollo casero
Botella de caldo casero.
Archivo. 

Más allá del cambio drástico del sabor, no está de más tener en cuenta qué ingredientes y peso calórico incorporamos a nuestro desayuno si el caldo de huesos es nuestra primera comida del día, tal y como indican expertos y nutricionistas:

  • Sodio: El caldo de huesos puede tener casi 350 miligramos frente a los 4,7 miligramos por taza del café. Un contenido notable que lo convierte en un producto no recomendable para personas que sufran de hipertensión, entre otras patologías cardíacas y renales.
  • Calorías: Una taza de café contiene alrededor de 2 calorías por taza frente a las 40 calorías de la taza de caldo.

No hay evidencia científica sobre sus beneficios

Entre los aportes del caldo de huesos que circulan por las redes sociales se encuentran una mejora de la piel, en concreto se está propagando un supuesto efecto antiarrugas, y de la salud intestinal. Y ninguno de estos dos supuestos beneficios está avalado científicamente, es decir, no hay producción científica basada en ensayos con humanos que certifique ninguna de estas dos bondades que circulan por redes sociales.

Se alude al colágeno de los huesos como la clave de los beneficios para la piel, si bien los caldos del supermercado no especifican en qué cantidades poseen esta sustancia. Solo podría garantizarse con la elaboración del caldo casero, si bien tampoco es garantía de una fórmula antiarrugas que se puede ver en diversos contenidos online.

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