Este es el motivo por el que comer tarde aumenta el riesgo de ganar peso

Cenar tarde aumenta el riesgo de ganar peso.
Cenar tarde aumenta el riesgo de ganar peso.
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Cenar tarde aumenta el riesgo de ganar peso.

Cuando tratamos de controlar nuestro peso por motivos de salud, solemos prestar mucha atención a lo que comemos y en qué cantidades, pero mucha menos a cuándo comemos. No obstante, la evidencia científica más reciente ha ido desvelando que éste también es un factor importante.

Un estudio con estrictos controles

Así, un trabajo publicado en el medio científico Cell Metabolism ha buscado averiguar cuáles son concretamente los mecanismos que están detrás de esta relación entre comer tarde y un mayor riesgo de ganar peso.

Para ello, tomaron 16 voluntarios con un índice de masa corporal en el rango del sobrepeso o la obesidad, con una edad comprendida entre los 25 y los 59 años (y una media de 37). Por sexos, cinco de ellos eran mujeres y once eran hombres. El grupo, además, era étnicamente diverso.

Otros aspectos que tuvieron en cuenta es que tuvieran un buen estado de salud, que desayunasen habitualmente y que mantuvieran niveles estables de actividad física.

Ninguno de ellos había trabajado por turnos en los 12 meses previos al experimento, y en las dos semanas previas a cada visita con los investigadores no bebieron cafeína ni alcohol, no fumaron y no consumieron drogas ilegales. Respecto a los medicamentos, algunas de las participantes tomaron anticonceptivos y un participante recibía medicación antihipertensiva.

Efectos hormonales

Para el estudio, los participantes pasaron dos estancias de 9 días cada una en el laboratorio, con un período de entre 3 y 12 semanas entre ellas. Previamente a estas estancias, debían dormir con un horario fijo y llevaron un diario del sueño, así como unos horarios de comida regulares y unas dietas prefijadas.

En sus estancias, tuvieron que llevar un horario de comidas tempranas y uno de comidas tardías.

Lo que observaron es que comer más tarde afectaba a los niveles de la hormona leptina, que indica al cerebro que el estómago está lleno. Por esa razón, tenían más probabilidades de sentirse hambrientos al terminar las comidas. Además, en estas condiciones el gasto calórico era menor, y la temperatura del cuerpo se veía significativamente reducida a lo largo de las 24 horas del día.

Resultados poco generalizables

Aunque los investigadores pusieron gran cuidado en el control de cualquier factor que pudiera influir en el resultado del experimento, lo cierto es que la muestra es de pequeño tamaño (especialmente en cuanto a las mujeres), por lo que es difícil universalizar estos resultados.

Con todo, sí que aporta nueva evidencia al hecho de que el horario en el que se come puede afectar al equilibrio hormonal, lo que efectivamente puede tener efectos sobre aspectos como la percepción del hambre y la saciedad o sobre el metabolismo.

De todas formas, y aunque cada vez esté más claro que se debe tener en cuenta el horario, por ahora sigue habiendo consenso en que es más importante cuidar lo que se come y en qué cantidades.

Referencias

Nina Vujović, Matthew J. Piron, Jingyi Qian, Marta Garaulet, Matthew J. Brady, Frank A.J.L. Scheer. Late isocaloric eating increases hunger, decreases energy expenditure, and modifies metabolic pathways in adults with overweight and obesity. Cell Metabolism (2022). DOI: https://doi.org/10.1016/j.cmet.2022.09.007

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