El asma es una enfermedad crónica que provoca que las vías respiratorias de los pulmones se hinchen y se estrechen. Esto hace que se presente dificultad para respirar con sibilancias, falta de aliento, opresión en el pecho y tos. Aparte de alejarse de las posibles fuentes que lo provocan, como el polen o determinados animales, jugar la baza de la alimentación para ayudar es una excelente idea.
Y es que, además de echar mano del consejo médico y determinados medicamentos que alivian la dificultad para respirar una vez tenemos el diagnóstico, numerosos estudios recientes han colocado a un fruto de color amarillo en el podio de los alimentos que combaten el asma.
Su nombre es melón cantalupo, es uno de los frutos más consumidos en el mundo, y su gran cantidad de antioxidantes, fibra, potasio y vitamina C lo convierten en un superalimento. Pero es que además, al ser una fuente rica en betacarotenos, su superpoder tiene que ver con la prevención del asma.
¿Por qué el melón cantalupo está considerado un superalimento?
Aparte de tener un sabor dulce exquisito y ser capaz de quitarnos la sed bien fresquito durante los meses de verano, su temporada real, el melón cantalupo ejerce una serie de acciones beneficiosas en el organismo que van más allá de prevenir el asma.
En primer lugar, a esta variedad se le otorgan beneficios sobre la degeneración macular asociada a la edad, avalados por su gran cantidad de antioxidantes, entre los que destacan la colina (contribuye a la absorción de la grasa reduciendo la inflamación crónica del organismo) y el betacaroteno, del que hablaremos más adelante.
Otro de sus ingredientes antioxidantes, la zeaxantina, es capaz de filtrar los rayos de luz azul para proteger la salud ocular a largo plazo, y más concretamente la degeneración macular asociada a la edad.
Pero es que el melón cantalupo tiene también demostradas sus propiedades para la salud del corazón, gracias a su contenido en fibra, potasio y vitamina C. Los alimentos que tienen potasio ayudan a bajar la presión arterial y protegen de potenciales accidentes cerebrovasculares.
Una hidratación muy sabrosa
Esta variedad de melón tiene un gran contenido en agua, lo que le convierte en un poderoso arma contra la deshidratación, al tiempo que aporta nutrientes esenciales como la vitamina A o la vitamina C.
Esa cantidad de agua del melón, sumada a la fibra que aporta (siempre y cuando no lo consumamos en zumo), es excelente para prevenir el estreñimiento y mantener una salud digestiva adecuada, además de que esta riquísimo. Tampoco perdamos de vista el ácido fólico que aporta, muy recomendable en el crecimiento de los niños.
Melón cantalupo, un delicioso postre contra el asma
Por lo que respecta a la consideración especial que numerosos estudios recientes le otorgan a esta fruta de color amarillo-naranjado y menor tamaño que el melón más tradicional, su destacable contenido en betacarotenos hacen de él un producto recomendado para prevenir la aparición del asma.
El betacaroteno y otros pigmentos de color rojo, anaranjado o amarillo, denominados carotenoides, se consideran potentes antioxidantes. Estos componentes que ayudan al sistema inmunológico a producir glóbulos blancos aportan aproximadamente el 50 por ciento de la vitamina A necesaria en la dieta.
La vitamina A es un nutriente esencial, y el betacaroteno se transforma en esta vitamina solamente cuando el cuerpo lo necesita. Aunque el melón cantalupo es una de las frutas más ricas en betacarotenos, también los portan otras como albaricoques, papaya, mango o melocotón (recordemos lo de los colores amarillos-anaranjados).
La evidencia científica señala que los riesgos de desarrollar asma son menores en aquellas personas que consumen una gran cantidad de betacaroteno a través de la dieta. Así pues, pasar el verano disfrutando del melón cantalupo bien fresquito nos estará protegiendo al mismo tiempo de la posibilidad potencial de que haga acto de presencia el asma.
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