En ocasiones miramos hacia la gastronomía de otros países y nos maravillamos, otras nos sorprendemos y también puede suceder que lleguemos a escandalizarnos. Sin embargo, probar preparaciones nuevas es un placer para muchas personas que ayuda a descubrir nuevas opciones que aportan beneficios para la salud, aunque sean muy diferentes de las que podemos encontrar en España.
Esto es lo que sucede con el natto, un superalimento fermentado de origen japonés que no siempre gusta, ni siquiera ente los japoneses, pero que suele consumirse por todas sus propiedades y efectos positivos que tiene consumirlo. Tiene un olor característico, un sabor potente y un aspecto que no agrada a todo el mundo, sin embargo, parece que, como en tantas ocasiones, la belleza está en el interior.
Natto: qué es y por qué causa tanta controversia
El natto es un complemento habitual de los desayunos tradicionales japoneses que se obtiene a partir de la fermentación del grano de la soja. Durante la fermentación, que se produce gracias a una bacteria llamada Bacillus subtilis, la soja adquiere una textura viscosa, así como un sabor y un olor bastante fuertes.
No hay demasiado consenso en cuanto al sabor, que suele definirse con notas dulces y saldas, pero también puede ser un poco amargo, hay quien lo describe como terroso. En lo que sí parecen ponerse todos de acuerdo es que su olor recuerda y mucho al del amoniaco.
Beneficios y propiedades de este fermentado
Rico en proteínas de alto valor biológico, el natto es también rico en fibra, vitaminas y minerales, especialmente la vitamina K, que unida al calcio ayuda a reforzar los huesos; también es uno de los alimentos que más vitamina K2 contiene, lo que puede ser ideal ante algunos problemas circulatorios, porque evita coágulos en la sangre. Es rico en hierro, por lo que es efectivo ante algunos casos de anemia, también tiene ácidos grasos CLA, que tienen acción antiinflamatoria.
Se trata de un complemento nutricional excelente y de gran asimilación, gracias a que es un alimento fermentado, lo que además mejora el proceso digestivo. Es, además, una fuente de probióticos naturales, con bacterias intestinales saludables, y prebiótico, que mejoran la microbiota intestinal.
El consumo de natto se asocia con un menor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y se le suele considerar uno de los responsables de la longevidad de los habitantes de Japón. Se le considera un superalimento gracias a sus propiedades y por eso muchos japoneses lo consumen incluso cuando no les convence su sabor.
Cómo hacer natto y cómo comerlo
Preparar natto en casa no es complicado, solo hay que saber qué ingredientes mezclar, en qué cantidades y respetar los tiempos marcados. Solo hay que dejar la soja en remojo durante varias horas, después se cuece al vapor hasta que la textura sea la adecuada. Se mezcla la soja con las bacterias en polvo (que pueden adquirirse en tiendas especializadas en alimentación japonesa), y se deja fermentar varios días a la temperatura adecuada.
Lo más habitual es tomarlo con arroz, mezclado con karashi (salsa de soja y mostaza japonesa) o vinagre ponzu. Se puede emplear como plato en sí mismo o como guarnición para otras preparaciones. En ocasiones se le añade un poco de azúcar para hacer que su sabor sea más agradable, aunque en general, es su textura pegajosa y su aroma lo que hace que no todo el mundo se atreva a probarlo.
Referencias
Afzaal, M., Saeed, F., Islam, F., Ateeq, H., Asghar, A., Shah, Y. I., Ofoedu, C. E., & Chacha, J. S. (2022). Nutritional Health Perspective of Natto: A Critical Review. Biochemistry Research International, 2022, 1-9. https://doi.org/10.1155/2022/5863887
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